sábado, 20 de octubre de 2012

8-N- OTRO DELITO QUE SUMA UNA NUEVA PROVOCACION

8-N BASTA DE PRESUPUESTOS DELICTIVOS.

LATROCINIO DE LA MAFIA GUBERNAMENTAL ARGENTINA.

Aún está en debate la aprobación de la Ley de Presupuesto Nacional 2013. La lectura de esta norma es una tarea compleja y su comprensión aún más difícil para la mayoría de nosotros. Intentaremos con esta nota resaltar los aspectos que creemos importantes para poder hacer, desde los números, una lectura política del proyecto de gobierno.
A quienes no manejamos conceptos económicos, financieros y administrativos-contables de la llamada Hacienda Pública, nos resulta prácticamente imposible comprender el contenido de casi 400 páginas, 85 artículos, casi 200 planillas/anexos y 52 cuadros comparativos y estadísticos. Esta es la estructura del presupuesto 2013, con media sanción de Diputados, cuyo debate en Comisiones del Senado se inició el martes de esta semana.
Cuando hablamos de “hacienda pública” nos referimos a las entradas y salidas de dineros públicos que el Estado debe administrar como parte de su responsabilidad para satisfacer las necesidades colectivas.
El presupuesto es el instrumento de programación económica, financiera y social que prevé de donde obtendrá los recursos para hacer frente a los gastos, a posibles déficits, a ahorros en inversiones.
Trataremos de tomar algunos datos que creemos son importantes a la hora de entender qué es lo que se privilegia en materia de gastos e inversiones, cuáles son las fuentes principales de los recursos y la política de endeudamiento prevista. Los Cuadros que hemos elaborado con esa información pueden verse al final de la nota.
Recursos en el presupuesto
En el CUADRO I
podemos ver de dónde provendrán los recursos presupuestados (629.216 millones de pesos) para hacer frente a los gastos. Los de Seguridad Social representan casi el 30 por ciento del total de recursos, mucho más que cualquiera de los impuestos considerados individualmente. Lo que significa que el dinero de la ANSeS será la principal fuente de ingresos.
Recordamos que ese dinero no debería ser considerado parte de los recursos del presupuesto porque, tal como afirma Eugenio Semino, Defensor del Pueblo de la Tercera Edad, “los recursos que tiene el sistema de ANSeS no son parte del presupuesto nacional porque son parte de un sistema de reparto que debe ser redistribuido entre sus beneficiarios”.
En cuanto a la recaudación impositiva, el IVA (impuesto indirecto sobre el consumo de todos por igual sin diferenciar entre los más ricos y los más pobres) sigue siendo la principal fuente tributaria (18 por ciento del total de tributos), no superada por la suma de la recaudación de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales. Estos dos tributos están en directa relación con las utilidades y el patrimonio personal. Pero debemos aclarar que a Ganancias lo engrosan las retenciones sobre el sueldo de los trabajadores en relación de dependencia y de los jubilados/pensionados (que superan un determinado tope) pero sus haberes no son “ganancias”.
Gastos en el presupuesto
En el CUADRO II
se detalla la composición de los gastos (628.629 millones de pesos) prevista para el año próximo que luego desagregamos en el CUADRO IV. Vemos que los destinados a Prestaciones de Seguridad Social no llegan a cubrirse con los recursos que de Seguridad Social se recaudan. Esto muestra cómo ANSes sigue dando fondos para, como venimos sosteniendo, hacer frente a conceptos que deberían financiarse con recursos tributarios (pagos de deuda, planes sociales, subsidios, inversiones, etc.).
Si nos detenemos en el CUADRO IV
podemos analizar lo que porcentualmente significa cada gasto en relación al total presupuestado. El segundo en importancia es el pago de intereses de deuda pública (55.606 millones de pesos equivalente, según el dólar del presupuesto, a U$S 10.900 millones) que presenta – respecto al de 2012 – un aumento del 23 por ciento (10.484 millones de pesos más). Además, vemos que por cada 100 pesos que se gastarán en diferentes áreas, casi 9 serán para pagar intereses de deuda, menos de 4 para Salud y menos de 8 para Educación.
Entonces estaremos pagando más intereses que lo presupuestado para el 2011 (36.382 millones de pesos que equivalían, según el dólar de ese presupuesto, a alrededor de U$S 9.000 millones) y 2012 (45.109 millones de pesos equivalentes a alrededor de U$S10.200 millones) pero la deuda pública seguirá en ascenso.
Endeudamiento
En el CUADRO III
mostramos las “Fuentes de financiamiento y las Aplicaciones financieras”. Lo más destacado es que se tomará más deuda pública de la que se cancelará (61.665 millones de pesos de nueva deuda que equivale, según el dólar del presupuesto, a 12.100 millones de dólares). Lo mismo que sucedió en el presupuesto 2012.
Esto ratifica lo que venimos planteando en nuestras notas sobre el tema de la falacia del desendeudamiento. En primer lugar los números muestran que, salvo los intereses, la deuda no se paga sino que se refinancia con nueva deuda y que en cada proceso de este tipo se toma más deuda. Y en segundo lugar que si no fuera por el nuevo endeudamiento el presupuesto cerraría con déficit y no con el superávit que se muestra (CUADRO II – 587 millones de pesos).
En este último punto es interesante revisar lo que pasó con el presupuesto de 2012. Allí se calculó que terminaríamos el año con un superávit de 1.446 millones de pesos. Sin embargo, en el presupuesto elaborado para el 2013, se estima que este año cerrará finalmente con un déficit de 34.217 millones de pesos.
Por otra parte, se ratifica la política de (des)endeudamiento destinando casi 8.000 millones de dólares al “Fondo de Desendeudamiento”. Esta cifra también supera la de los presupuestos 2011 (U$S 7.500 millones) y 2012 (U$S 5.700 millones).
Pero, además, en el presupuesto 2013 se prevén otros endeudamientos que no están incluidos en el cuadro de las Fuentes de Financiamiento y no suman como deuda (alrededor de U$S 122.200 millones):
• La deuda adicional para financiar diversas obras públicas autorizada por el presupuesto 2013 (art.36) es de U$S 34.340 millones.
• Las garantías o avales que toma el Estado sobre deuda de empresas como YPF y Enarsa, entre otras, por U$S 33.600 millones (art.43).
• Se autoriza a mantener abierto el Megacanje Kirchner-Lavagna 2005 (art.39 y 40). Son los llamados “holdouts” (U$S 11.200 millones). También se autoriza a negociar la reestructuración de la deuda con el Club de Paris (reclamada por U$S 9.000 millones) y a asumir anualmente deudas por U$S 2.000 millones por provisión de combustibles provenientes de Venezuela (art.52)
• Además se autoriza al gobierno a realizar operaciones de endeudamiento público para ejercicios futuros que totalizan US$ 32.200 millones de dólares.
Algunos datos más generales
El presupuesto 2013:
MENSAJES Y PROYECTOS DE LEY 2013 – PLANILLASA ANEXAS AL ARTICULADO
estima un crecimiento del 4,4 por ciento, una inflación del 10,8 y un dólar a $5,10. Estas proyecciones han sido cuestionadas por varios legisladores y economistas por no reflejar la realidad.
En el caso del crecimiento, Claudio Lozano, diputado nacional de Buenos Aires Para Todos, plantea que es un número no realizable y que está dado “solo para tranquilizar a los mercados, del mismo modo que se mintió con la tasa de crecimiento de este año y por la que se pagarían los cupones del PBI”.
La inflación es la calculada por el INDEC y sabemos que la real, la que se vive en la calle y se refleja en los aumentos salariales, ha sido de un promedio de 23 por ciento. Con ese 10,8 por ciento, por el lado de los ingresos – según afirmó Lozano – “se ocultará una recaudación de 41 millones de pesos”.
En el caso del dólar, se estima que alcanzará los $ 5,00 a fin de este año. Teniendo en cuenta que comenzó en enero con una cotización de $ 4,30, la proyección del presupuesto 2013 no llega siquiera a mostrar un aumento similar.
¿Por qué tienen importancia estos tres elementos? Porque de ellos se desprenden los cálculos que el presupuesto estima en cuanto a ingresos y gastos. Si esos datos no son reales es lógico que tampoco lo sería el resto de los que se presupuestan.
Desde diversos sectores han manifestado que, tal como viene sucediendo, los ingresos se sobreestiman para no mostrar déficits en los resultados económicos y financieros. En cuanto a los gastos, se subestiman lo que provoca tener dinero liberado para ser utilizado en partidas decididas por el Poder Ejecutivo por fuera de lo aprobado en el Congreso. Lozano denunció que “entre el 2003 y el 2012 pasaron por fuera del Parlamento, gastos por 850.000 millones de pesos, el 43 por ciento del gasto total que se realizó”.
La estimación de la inflación inferior a la real recorta de hecho el alcance que pueden tener las partidas asignadas a financiar gastos sociales.
Por otra parte, el presupuesto prevé usar excedentes del Fondo de Desendeudamiento no solo para pagar deuda (para lo que fue creado) sino también para financiar bienes de capital (incluida inversiones en YPF, ENARSA y AR-SAT). Si el INDEC registra durante el 2012 un crecimiento menor a 3,26 por ciento, el gobierno no estará obligado a pagar los cupones de Bonos PBI durante el año que viene (como está presupuestado) y eso le liberaría U$S 3.500 millones para financiar estos gastos.
También es de importancia que en la norma existe la rebaja de los subsidios a la energía y el transporte lo que presagia el aumento de tarifas. Además, las remuneraciones de la administración nacional (empleados estatales) estiman un crecimiento del 12 por ciento en relación al 2012 muy por debajo de la inflación real.
Para terminar, esta Ley de Leyes debería ser pensada y elaborada desde los datos más cercanos a la realidad actual y la que se proyecta para el próximo año. Como así no ocurre, pierde la utilidad sobre todo para poder luego exigir rendición de cuentas sobre el uso de los fondos públicos.
Conocer al menos lo básico de su estructura creemos que sirve para poder decodificar los mensajes y el relato de un gobierno que insiste en afirmar que seguimos el camino del desendeudamiento y de la distribución de la riqueza.