sábado, 29 de diciembre de 2012

OID EL RUIDO DE ROTAS CADENAS

 
 Por Carlos Belgrano

Amigos:
He de comenzar esta entrega, con una estrofa del Himno Nacional, pero el intitulado no debe entusiasmar al Lector, simplemente porque esas cadenas que menciona nuestra canción Patria, aún se encuentran intactas.
He principiado desde un aforisma, que hemos repetido sin cesar desde que éramos apenas estudiantes, para acentuar lo dicotómico de estas reglas costumbristas.
Para descender a aspectos más terrenales, confío que el Lector medite sobre algo bien específico, en concomitancia con el inminente arribo del lapso estival.
Existen, dentro de este organigrama económico, 5 tipos de cotización del dólar, a saber:
a) Oficial, b) Tarjeta, c) Paralelo, d) Liqui y e) Fuga; trepándo desde los 4,91 y hasta los 6,50 pesos.
Con este abanico de valores, ¿como cree el Lector que podrá encarar un proyecto a futuro?.
¿Cuánto valen sus activos?.
Simplemente lo que le ofrecieran por ellos.
Un emblemático ejemplo de una oferta masiva, con una demanda devaluada.
No existe en la economía universal otro ejemplo comparativo, más que el venezolano, bastante similar al nuestro, tan retorcido y retrógrado.
Con un escenario tan cooptado por el gobierno, ¿como es posible proyectar cualquier ecuación económica de inversión de riesgo?.
No existe respuesta macroeconómica asertiva, para develar este curioso enigma.
En la actualidad, si un Compatriota está forzado a desprenderse de un inmueble, dependerá de la sintonía de un potencial adquirente, cuya oferta, nada tendrá que ver con las reglas del mercado.
Los detractores primarios de esta evaluación dirán que el dólar ya no es un patrón de medida, y más aún en estos días que USA enfrenta el insondable agujero fiscal de su economía.
Pero aguardo que el Lector, no caiga en esa trampa; en esa celada, toda vez que las reservas monetarias, en todas sus latitudes, y ante la progresiva debilidad del Euro, mantienen sus paridades cambiarias en la converitibilidad norteamericana, para bien o para mal, porque las auríferas han dejado de existir como respaldo, desde que Nixon 1972, las derogó para la divisa estadounidense.
Pero retornándo a lo nuestro, que es insoslayable, porque vivimos aquí, y no podemos ignorarlo, toda vez que lo poco ó mucho que pudimos edificar, regimentado, ó más bien secuestrado por nuestra Presidente y sus acólitos, se encuentra en alto riesgo.
Ya se ha desvanecido la noción de la paternidad de la culpabilidad.
Si fue la tibieza e ignorancia de Alfonsín, el cinismo de Menem, la ingenuidad de De la Rúa ó el gotesco de los K.
A estas alturas, todo lo deductivo ha ingresado en el anecdotario, que nunca jamás ha sido eficiente, ni objetivo.
Nos enfrentamos a una sola dualidad:
O aceptamos como hasta este día el indeleble mediocre de Macri, De la Sota, Juez, De Narvaez, Scioli, Binner, Lorenzetti, cualquier aspirante radical, más kirchnerismo ó en su defecto ensayamos algo al respecto.
Contestes como estamos, que no deberemos de contar con la hipótesis de un auxilio militar, por la cobardía y complacencia de sus cúpulas, y con el contrapeso de la asfixiante pugna sindical, por la ocupación de más espacios de indemnidad, deberemos de improvisar sin ningún tipo de ayuda.
Observo, empero, con una abultada dósis de pesimismo, que el vulgo optará por el continuismo, porque el Argentino promedio, ha desarrollado sin esfuerzo, esa capacidad de sobrevivir, sin que la estructura se modifique.
Si se ve impedido de desprenderse de su propiedad, confía en que arribará alguna solución de último minuto, como una devaluación que morigere las cosas ó algo por el estilo.
Es renuente y con severidad manifiesta, a colegir que ya le han confiscado su Patrimonio.
Que tan diversos tipos cambiarios, son únicamente auspiciantes de la vocación inclaudicable del gobierno, de hacerse de dólares que no tiene presupuestados para la cancelación de sus obligaciónes externas.
El Argentino promedio, no advierte que el "incidente" de la Fragata ARA Libertad, no fue un episodio aislado, sino el termómetro de nuestra credibilidad en el exterior y ergo la desastrada posición de de nuestro ranking en el mundo de los negocios.
Si descartamos la mínima confiánza en el universo de las inversiones, carecemos de la mínima posibilidad de una inyección de capitales, que cada vez son más escasos.
Si seguimos soñando con el "milagro sojero", que acuña cada año los treinta mil millones de dólares de ingresos, para que los K sostengan este ridículo modelo, pensemos por una fracción de segundos, que los "gringos", podrán aguantar un tiempo breve, pese a las exacciones tributarias, pero cuando adviertan el quebranto del negocio de la siembra, sencillamente abandonarán
sus campos, como aconteció en Kansas, Idaho, Iowa e Indiana, a comienzos de los treinta por razones climáticas.
Nadie invierte a pérdida por un lapso prolongado.
En la actualidad, los chacareros resisten por las bonanzas y ahorros de la época de las "vacas gordas", que no habrán de retornar, por la sencilla razón que es imposible.
Tanto más cuando un gobierno "es banca" y además juega con todas las cartas del mazo.
Por todo lo expuesto, recomiendo fervientemente al Lector, ya "entrenado para el verano", que deje de prestar atención a los opinólogos, que con la fuerza irrestricta de sus ignorancias, hacen augurios de fórmulas y acuerdos por venir.
Porque quienes así se expresan, con con sus más y con sus menos, son simples amanuences y camarlengos de este dislate, en el que nos está yendo la vida.
Súmese a un grupo, cualquiera sea, que anide el ardor de las vías de hecho; sea para asaltar la Quinta de Olivos ó La Rosada.
No concurra a nuevas movilizaciónes, que coadyuvan al gobierno.
Porque éste los desafiará a que se presenten en los comicios y como los tienen "arreglados de antemano", merced a sistemas como el Indra, no le aflige la incógnita del resultado.
Despréndase de los mediocres, que son sus arteros y silentes enemigos al acecho, porque seguirán apostándo al "sistema".
Mude de opinión sobre las presuntas bondades del espejismo democrático, que acreditó únicamente su eficiencia, para inrementar la criminalidad, el garantismo judicial y la expansión astronómica de las "villas".
Si está conforme con estas Deidades, no preste atención alguna a este artículo y sus conclusivos.
Y siga creyéndo en esa leyenda de...
OID EL RUIDO DE ROTAS CADENAS.

Atentamente Carlos Belgrano.-
lacuchillanacional@yahoo.com
Publicado por Emilio Nazar Kasbo de