martes, 29 de enero de 2013

DESFACHATEZ


OPINIÓN
La lentitud de la justicia  en Tucumán es alarmante. En los primeros días del mes de Enero del corriente año recibieron en mi estudio jurídico llamadas anónimas amenazándome de muerte. No debía seguir escribiendo y denunciando a  la mafia reinante en  mi provincia. Amenaza que curiosamente  se concretó unos días después  de que el diario perfil de Buenos Aires  publicara mis declaraciones sobre la impunidad existente y la ausencia total de investigación en casos de  enorme trascendencia. Se comunicó del hecho a todas las autoridades de la Provincia y ni siquiera  recibí la llamada del Colegio que nos nuclea. Menos obviamente del Ejecutivo y que decir del Judicial. Solamente  acune la solidaridad del Club Gente de prensa a nivel nacional  y de los diarios en donde  se editan mis opiniones. Numerosas personalidades  relacionadas al periodismo y a las letras también se adhirieron al atentado contra mi integridad personal que supone una amenaza. A las pocas semana, Susana Trimarco, madre de Marita Verón – Joven desaparecida -, recibió llamadas en igual sentido a su domicilio y a su celular.  Amenazas anónimas cobardes dirigidas con el ánimo de intimidar y amedrentar. La amenaza, que es un delito contra el sentimiento de seguridad del individuo, tiene como propósito infundir temor y obligar  al ofendido a hacer, no hacer, o tolerar algo contra su voluntad, pretendiéndose gobernar  su conducta vulnerando su facultad de libre determinación. Ese  delito de coacción apunta precisamente al modo antisocial de exigir, generando con el accionar temerario  un estado de temor e inquietud extrema, e intranquilidad permanente en la victima y en toda su familia. Ante la absoluta  falta de protección, escribí numerosos artículos referidos a las amenazas y a la  indefensión e indiferencia en Tucumán que fueron y siguen siendo publicadas en numerosos periódicos locales y nacionales. Lo desfachatado y hasta agraviante es que el día hoy – 28/01/2013 - , en horas de la tarde se presentó a mi estudio un oficial de policía notificándome por escrito que  recién ahora, a casi un mes de la amenaza debía ratificar la denuncia incoada oportunamente ante  la fiscalía penal de feria. La ratificación o rectificación en su caso es el primer escalón en materia penal para accionar que conforme el digesto procesal en la materia puede hacerse también ante el Ministerio Público de turno. Esta notificación ultrajante para el sentimiento de seguridad y justicia, deviene de una repartición policial para que en un sumario de prevención se explicite como fueron los hechos. Después llamaran a los testigos y recién elevaran el sumario a la Fiscalía pertinente. En días termina la feria judicial y comienza la vorágine palaciega de los tiempos ordinarios. Seguramente la denuncia pasará a la fiscalía que por turno corresponda y quedará en saco roto como las balaceras de años anteriores y los atentados con artefactos explosivos en donde intervinieron más de tres fiscalías con el resultado conocido “Archivo”. ¿Por qué tanta desidia para investigar un hecho?. En una escala mayor sucedió con  lo de Paulina Lebbos y Marita Verón  e   incontables casos   paralizados o archivados en espera de la prescripción o del olvido. Cualquier  ciudadano con sentido común sabe que los primeros días son cruciales en una investigación. Con mayor razón a los representantes de la vindicta publica que en la investigación previa o  preliminar son en mi provincia los fiscales de instrucción. No les  puede pasar inadvertido  esta demora inadmisible. Máxime si tenemos en cuenta que el  plazo máximo para investigar un ilícito en materia procesal penal en  Tucumán no puede exceder de dos meses salvo medidas de excepción y con la autorización del órgano jurisdiccional. Lo que sucede en Tucumán hace recordar sin esfuerzos al Ives Montand de la recordada película "Estado de Sitio" y las crudas imágenes de la película "Expreso de Medianoche" de Alan Parker que vienen inevitablemente a mi memoria. Y la última reflexión que me viene a la mente con la claridad de un sol, es la importancia  vital -en el más estricto sentido de la palabra- para todos los argentinos, de que la Prensa sea totalmente independiente del Gobierno ¿Podría haberse conocido mi situación, con una prensa controlada por el Estado, que "bajara línea" para acallar y silenciar las amenazas? ¿Cuál sería hoy el destino de innumerables ciudadanos si no fuera por la decidida y desinteresada campaña, a la que se sumaron sin partidismos, tantos medios de prensa? En estos momentos en que se habla tanto de la Ley de Medios, no puede uno menos que dar gracias por que existan redes de Medios de comunicación independientes del Gobierno. Grupos de periodistas que han conseguido a fuerza de decir lo que con sinceridad consideran la verdad, ser leídos, vistos y oídos por muchas personas en la Argentina.
Mi petición  de justicia y de investigación es necesaria por los integrantes que me acompañan en la faena diaria de ejercer la profesión de abogado penalista. No porque tenga miedo a los personajes que amedrentan e intimidan con impunidad. Velar por la seguridad  es  necesario y un derecho de todo ciudadano. Se debe hacer algo más  para que las mafias no cundan lo más campantes, seguras de que la sociedad carece de medios adecuados para defenderse. Algo hay que hacer, menos quedarse gozando de la tranquilidad de los que aún no les ha tocado ser víctimas, consolándose con el argumento de que crímenes hubo siempre y esperando que las cosas algún día solas se han de arreglar. Pero actualmente eso es imposible en la práctica – sin entrar a polemizar-, culpa de quien o de quienes. Como abogado y hombre público entiendo que una "justicia lenta y tardía no es justicia".  
DR. JORGE BERNABE LOBO ARAGÓN