jueves, 28 de noviembre de 2013

RESPONDIENDO A LOS GUERREROS VIRTUALES

 Respondiendo a los guerreros virtuales
Sacerdote combatiente molesto por los comentarios
Dura fue la lucha , no hay dudas.

 
Uno de los sacerdotes presentes y combatientes en el frente de San Juan de Cuyo, se ha sentido molesto, quizá con razón, por algunos comentarios vertidos en este Blog.
Es lógico que quienes han dado todo de sí, con gran peligro para su integridad, tanto  física como moral, fresco todavía el fragor del combate, experimenten decepción y enojo con algunas opiniones de quienes no estuvimos en el lugar ni pudimos aprecir en su totalidad las circunstancias.
Particularmente el sacerdote que nos escribe está incómodo con lo dicho por uno de nuestros comentaristas estrellas: Don Juan de Austria.
Por eso, antes de publicar la nota del padre, ponemos el comentario del triunfador de Lepanto, rogando al ministro de Dios considere que, así como él escribe enojado saliendo de la batalla, hay quienes han sentido tal impacto y consternación por las imágenes mostradas, que responden con esa carga de santa ira a sus espaldas.
Queremos dejar expresa constancia que, por nuestra parte, jamás hemos querido desvalorizar la lucha realizada; como tampoco debería ser desvirtuada la que se lleva a cabo para evitar las profanaciones "interreligiosas" ocasionadas por liturgias espurias como la de la Kristallnacht.
Son dos cruzadas en las que hay que coincidir, si no se quieren esterilizar esfuerzos como los de este último Domingo.
Comentario original de Don Juan de Austria:
Voy a decirlo sin ambages: ese tipo de defensa es digna del hippismo pacifista y marihuanero y no tiene nada de defensa católica. El lavado de cerebro y de los verdaderos conceptos católicos del justo combate que ha hecho la jerarquía cobarde se demuestran en toda su magnitud en ESTE tipo de actitud MARICONA frente a la agresión a los lugares santos, el principal, el propio cuerpo templo del Espíritu Santo.
Si la autoridad civil responsable de impedir la destrucción del patrimonio público y proteger la integridad de los ciudadanos no actúa, es de pleno derecho natural y positivo y de acuerdo a la doctrina que SIEMPRE enseñó la Iglesia verdadera y no este remedo de budas sincretistas, defenderse con los medios apropiados a la circunstancia estando preparados de antemano con los instrumentos que amerita la agresión de estas hordas inhumanas apañadas por los organismos estatales y paraestatales del gobierno mundial anticristiano.
A todos los defensores les digo: hermanos en CRISTO NUESTRO REY Y CAPITAN, es hora de dejar de lado la actitud que quiere el mundo para asumir la varonil que demostraron nuestros antepasados como en Covadonga, Tierra Santa, Lepanto o el Alcázar de Toledo entre tantas muchas otras mas.
En la próxima convocatoria contarán conmigo y MUCHOS mas si no se avergüenzan o lloriquean como PUTAS de que llevemos además del Rosario en una mano, una maza en la otra.

Respuesta del Padre Fabricio Ariel Porta

Ave María Purísima...
Señor moderador de Página Católica:
Como no puedo ingresar para dejar un comentario en la misma página le escribo estás líneas para que, si puede y quiere, las publique.
Me he sentido ofendido con los dichos de quién escribe con el pseudónimo de D. Juan de Austria y de algún otro más. Llamar defensa digna del hippismo marihuanero a la valiente y aguerrida postura presentada por los jóvenes que defendieron en San Juan, no solo las paredes de la catedral, sino también el honor de Cristo Rey y de la Santa Madre Iglesia es un insulto cobarde. Cobarde por que no se da la cara, insulto porque quienes estuvimos allí dimos todo lo que podíamos dar ante las circunstancias presentes.
Muchos hablan o mejor dicho escriben desde la comodidad de sus escritorios, pero no fueron capaces de mover el c... y hacerse presentes en el lugar de los hechos. Eso ya los inhabilita para juzgar a los que allí estuvieron.
Yo mismo, mientras soportábamos heroicamente el embate de esa horda de demonios, tuve la tentación de gritar "a deguello" y no dejar bestia con cabeza.
Los mismos jóvenes que estuvieron allí se salían de la vaina por partir algunos huesos y así terminar con semejante barbarie. Pero eso era imposible.
Imposible por la diferencia numérica, imposible por la falta de pericia castrense, imposible por la falta de armas adecuadas para tal fin, imposible por que no estaba presente el caudillo que pueda dirigir semejante acción.
Tuve que contener, alentar, acompañar, dirigir y sostener a esos varones y mujeres que no dudaron en hacer frente al demonio y sus huestes, pero que no podían hacer, sino lo que hicieron.
Si todos los que escriben bonito y muy aguerridamente se hubieran presentado en la ocasión, y sabiendo que entre las mujeres presentes había decenas de hombres con mochilas que guardaban vaya a saber que clase de armas, y animado a la batalla otra sería la historia.
Pero se hizo lo que se puede y eso bastó. Creo que nuestro Señor sabe que dimos lo que podíamos dar. Yo no podía mandar a una posible muerte a esos jóvenes. El que se anime a eso que se presente.
Pero mientras tanto, que cierren la boca y dejen de insultar. O que den la cara y se atengan a las consecuencias.

Pbro. Fabricio Ariel Porta
Diócesis de S. Rafael.