martes, 28 de enero de 2014

¿EN QUE QUEDAMOS?

¿En qué quedamos?


enero 27, 2014
Por
bolsa-peso-dolar
Resulta cada vez más difícil comprender las gruesas discordancias entre lo que nuestros gobernantes pomposamente afirman y lo que finalmente llevan a la práctica. Es como si ellos estuvieran suspendidos en un limbo privilegiado, lejos del alcance de las críticas, ajenos a los interrogantes, eximidos de dar explicaciones. Cada mañana nos sorprende una decisión presidencial que contradice abiertamente un anterior credo kirchnerista.

Nos hemos enterado, por ejemplo, que una de las causas de la suba del dólar billete ha sido la actividad de los narcotraficantes, sin embargo no hemos visto una mínima política de estado tendiente, aunque más no fuera, a dificultarles el accionar en nuestro territorio. Todo lo contrario, el retiro de la gendarmería de su natural función de control fronterizo, sumado a la desarticulación del sistema nacional de radares, la multiplicidad de pistas clandestinas con el beneplácito de barones provinciales y la decisión de aceptar el ingreso ilimitado de capitales sin especificar orígenes, han sido los incentivos que alentaron la instalación y facilitaron la actividad criminal de bandas narcos expulsadas de sus países.

¿En qué quedamos son nefastos criminales o se trata de hermanos latinoamericanos?

Para disipar dudas sólo restaría instalar pasacalles de bienvenida en cada paso fronterizo.

Dijimos que no fue esa la única causa del alza del dólar. También contribuyó, según la óptica gubernamental, la compra de aproximadamente un millón y medio de dólares por parte de la petrolera Shell de Holanda para pagar importaciones y girar utilidades. Y si ciertas fueran la acusación y su consecuencia, da para ponerse a pensar y tratar de comprender cómo el hecho de que la venta por parte del Banco Central de un millón y medio, de golpe hace tambalear el mercado cuando día a día escuchamos que dicha entidad se desprende de cientos de millones de dólares para tratar de sofrenar el galope de la divisa aún a costa de menguar las reservas. Realmente no se comprende y no hay explicaciones, sólo acusaciones.

¿En qué quedamos? ¿Vender un palo y medio es un tsunami  pero desprenderse de doscientos millones es la primavera de Boticelli?

Por supuesto que tampoco comprendemos porqué si esa operación causaría tamaña consecuencia, el propio Banco Central la hubo autorizado previa y legalmente.

¿En qué quedamos? ¿Fue una operación legítima y autorizada o fue una trampa holandesa en venganza por el Mundial 78?

También recordamos los argentinos el día en que, aprovechando información privilegiada, el extinto Presidente Kirchner adquirió tres millones de dólares en una sóla operación instantes antes de que se produjera una fuerte devaluación de nuestra moneda. De inmediato y ante la reacción popular el entonces Jefe de Gabinete Aníbal Fernández justificó la compra asegurando que era absolutamente legal.

¿En qué quedamos? ¿La compra de divisas es legal o es ilegal?

También con relación al cepo cambiario nuestras autoridades aseguraban con sorna que no existía. Sin embargo, en una sencilla ceremonia  acaba de ser levantado.

¿En qué quedamos? ¿Había cepo o no había cepo? Y si no lo había, ¿Cómo hicieron para levantarlo?

Y no puede faltar en esta galería de absurdos, la reaparición ante las cámaras de nuestra Presidente. Resultó patética su acusación, con la inmodestia que la caracteriza, de que “algunos” estaban molestos porque en la Argentina había “ocupación plena”. Dejando de lado que en esta feria de vanidades se incluye como “ocupados” a quienes pese a ser reales desempleados -aproximadamente tres millones de argentinos- cobran subsidios por desempleo, es hilarante escucharle afirmar, en el mismo discurso en el cual negaba la desocupación, que había lanzado una línea de subsidios para jóvenes desocupados.

¿En qué quedamos? ¿Hay ocupación plena o hay desocupados escondidos?

Sinceramente, no comprendo nada.