lunes, 28 de abril de 2014

Iraburu y las canonizaciones

Iraburu y las canonizaciones

Decía el p. Castellani que “no se mueve libremente el que esgrime contra otro: depende del otro en sus movimientos” porque esto implica “una especie de imitación subconsciente”. Esta es la razón principal por la que decidimos renovar el diseño paródico de nuestra bitácora, gracias a la colaboración de un lector a quien mucho agradecemos por el trabajo que se ha tomado. Y por esta misma razón, la entrada de hoy será necesariamente breve.
El p. Iraburu ha publicado un artículo en su bitácora defendiendo la infalibilidad de las canonizaciones. A este artículo respondemos con dos críticas:
1ª. Presentación sesgada de la postura falibilista. El artículo del p. Iraburu encasilla a los autores que sostienen la no infalibilidad de las canonizaciones en sus categorías –falacias de hombre de paja- de "lefebvrianos" y "filolefebvrianos". Esta reducción constituye, en primer lugar, una adulteración de la historia de la Teología, pues el cuestionamiento a la tesis infalibilista está presente en obras anteriores al Vaticano II, y a Mons. Lefebvre, cosa que el lector podrá verificar leyendo el manual de Bernhard Bartmann publicado en 1932 (v. objeción planteada por Scheid). Además, este encasillamiento estigmatizador, no da cuenta de las opiniones de otros teólogos contemporáneos ajenos al tradicionalismo, que el p. Iraburu parce ignorar: F. A. Sullivan, P. De Vooght, A. Delooz, D. Ols, H. Misztal, etc. Asimismo, quien se tome la molestia de leer a estos autores estará en condiciones de enjuiciar críticamente la afirmación de Iraburu de que la infalibilidad de las canonizaciones es una doctrina “tan continua en la tradición de la Iglesia”.
2ª. Tergiversación de la “Nota doctrinal ilustrativa de la fórmula conclusiva de la Professio fidei” (29-V-1998).  Es cierto que en esa Nota la CDF incluye entre los ejemplos de verdades conectadas con la revelación por necesidad histórica a la “canonización de los santos” que sería un “hecho dogmático” (Cfr. n. 11, titulado “Ejemplificaciones”). Pero el valor magisterial de la mencionada Nota fue objeto de un importante debate público. Y el Cardenal Razinger precisó al P. Ladislas Örsy el verdadero alcance magisterial de la misma, en los siguientes términos: “Me alegro de poder confirmar, al menos en un punto, las explicaciones del P. Örsy. Me refiero al ´Comentario doctrinal´. Es cierto que este texto, en su conjunto, fue elaborado por la Congregación, propuesto en sus distintas fases en presencia del Cardenal y finalmente aprobado por él. Recibió también la aprobación del Santo Padre. Pero se estaba de acuerdo en que este texto no debía ostentar una propia condición vinculante, sino que se ofrecería sólo como una ayuda para la interpretación y, por consiguiente, no debía publicarse en la forma de un documento con autoridad propia. Por otra parte, la forma escogida de su publicación se decidió para mostrar que no se trataba de un trabajo privado del Prefecto y del Secretario de la Congregación, sino de una ayuda autorizada para comprender el texto. Esto puede criticarse. Y el P. Örsy podría acaso decir aquí con derecho que tal género sí constituye algo nuevo. Y ¿por qué no? En todo caso, la conclusión que ha sacado el P. Örsy es exacta: por este texto los ejemplos aducidos no adquieren ningún valor que antes ya no tuviesen. Adrede se escogieron sólo ejemplos de cuyo rango constase o por documentos del magisterio o por el consenso de auctores probati. En este sentido, nadie ha de sentirse constreñido autoritariamente por este texto”.
En conclusión: la nota no es vinculante por lo que nadie debe sentirse autoritativamente obligado a prestar obsequio religioso a la tesis que sostiene la infalibilidad de las canonizaciones. En esta materia es legítimo para un católico ser falibilista o infalibilista.
Nuestra humilde sugerencia al p. Iraburu es que siga el consejo de Josemaría Escrivá de Balaguer y procure admitir “mayor pluralismo (…) en las cuestiones teológicas opinables” que la Iglesia deja a la libre discusión de sus hijos.