¿Dónde está Fidel Castro?, la gran pregunta en Miami
Una visitante mira una foto de Fidel Castro en una exposición. BRIAN SNYDER | REUTERS.
Lo odian pero no pueden vivir sin él. En Miami estos días muchos se
preguntan ¿dónde está Fidel Castro? Principalmente porque el ex
presidente cubano no se ha pronunciado sobre el deshielo en las
relaciones de Estados Unidos con Cuba.
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La mayoría de las especulaciones en la calle son las habituales.
Muchos exiliados creen que si no ha dado ‘pruebas de vida’ es porque o
ha muerto -la teoría favorita- o se encuentra muy mal a punto de irse al
‘otro mundo’. Lo más natural es que Castro haya decidido quedarse
callado para no restar protagonismo a su hermano en este momento
histórico para los dos países y uno de estos días sorprenda con una de
sus habituales columnas en la prensa oficial hablando del tema.
“Está muerto, señor. Lo tienen muerto pero no dicen nada para no
echar a perder este acuerdo, buenísimo para ellos, que han hecho con los
americanos”, ha asegurado Florentino Martínez, un exiliado cubano,
cliente habitual de la cafetería Versailles considerada una especie de
cuartel general de los exiliados de línea dura.
‘Ya estoy cansada de Fidel. Todo es Fidel’
Pero las cosas están cambiando. Incluso en el Versailles. “Ya estoy
cansada de Fidel. En Cuba nos hablaban de Fidel del amanecer a la noche,
las calles están llenas de fotos de Fidel. Todo es Fidel, Fidel, Fidel.
Pero yo llegué aquí hace cinco años y ¿qué veo? que aquí también es
solo Fidel, Fidel, Fidel. Es que los cubanos no tenemos arreglo”, ha
estimado Laura Martínez Campos, una joven camarera de la cafetería que
mira hacia el anuncio del deshielo con gran esperanza. Y agrega: “¿Qué
importa Fidel? Lo importante es la vida de la gente allá va a mejorar.
Aquí no lo entienden”.
Pero, en el fondo lo que muchos se cuestionan en Miami es si el ex
presidente cubano dio su consentimiento al acuerdo entre los dos países,
un razonamiento que implica que Castro es ahora el verdadero poder
detrás del trono. “Fidel Castro tradicionalmente manejó personalmente el
tema de las relaciones con los Estados Unidos. Los dictadores necesitan
de un enemigo, y mientras más grande mejor. Me sorprendería muchísimo
que él estuviera consciente y hubiera aprobado este acuerdo”, ha
señalado Sebastián Arcos, el subdirector del Instituto de
Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida
(FIU).
En contrapartida, Raúl Martínez, el ex alcalde de la ciudad de
Hialeah, enclavada en el área metropolitana de Miami, se ríe a
carcajadas de esa teoría. “Esto no se podía llevar a cabo sin el sello
de aprobación de Fidel Castro, lo demás es una ilusión y aquí ya lo
damos por muerto”, ha garantizado el ex alcalde ‘muerto’ de risa.
La última vez que Castro publicó un comentario en la prensa cubana
fue el 14 de octubre. El 8 de enero le vieron físicamente debilitado en
la inauguración de una exposición de arte. Además de eso, los cubanos
solo lo han podido ver en fotografías tomadas en su casa, al oeste de La
Habana, mientras recibía mandatarios de otros países, algo que lo
mantuvo activo en el primer semestre del año. A juzgar por la
publicación de las fotos, el último mandatario que recibió fue el
presidente chino Xi Jinping.
Mientras en Miami, y no en Cuba, entre café y empanadas del
Versailles se sigue preguntando: ¿Y dónde está Fidel? Es la tertulia
favorita.
Miami | El Mundo
