miércoles, 4 de marzo de 2015

PADRE CERIANI: EL HALCÓN Y LOS RUISEÑORES


PADRE CERIANI: EL HALCÓN Y LOS RUISEÑORES

Halcón

EL HALCÓN Y LOS RUISEÑORES
En la Entrevista que le hiciera en diciembre de 2014 E&R (Egalité et Réconciliation), el Obispo de Kent expresó (en todas las citas, los destacados en amarillo son míos):
Ahora estamos con la soga al cuello y no podemos escapar, necesitaríamos un verdadero milagro para escapar. Este milagro sería la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María. Si los hombres de Iglesia lo hicieran, en lugar de ir deslizándonos hacia abajo empezaríamos a remontar.
(…)
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Putin está liderando y haciendo todo lo que puede para promover un renacimiento religioso en Rusia. Ha reconstruido miles de iglesias y eso significa que si se hace la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María, fácilmente se realizará la conversión de Rusia a la religión católica, y Rusia renovará la Iglesia.
Rusia lideraría la renovación de la Iglesia porque no seguiría los pasos de la decadente Iglesia Latina.
Para nada. Parece haber ahora una verdadera renovación de la religión en Rusia. Si esta renovación se vuelve Católica, entonces Rusia creará un nuevo Catolicismo, tanto nuevo como antiguo, pero definitivamente nuevo.
Es una verdadera esperanza para mañana o pasado mañana.
Yo creo que esto es lo que debe pasar porque sin el Catolicismo no tenemos la Verdad completa.
Al presente, los ortodoxos están en cisma, si no en herejía. Pero con la consagración se convertirán.
Según el obispo inglés, si los hombres de Iglesia consagrasen Rusia al Corazón Inmaculado de María, Rusia se convertiría a la religión católica, lideraría la renovación de la Iglesia y crearía un nuevo Catolicismo.
Si los hombres de Iglesia… ¿De qué Iglesia se trata?
Su último Comentario Eleison, el número 398, del 28 de febrero de 2015, puede aclarar algo, más bien oscurecer… El Obispo de Kent cita a Monseñor Tissier y dice:
Es la situación de Roma, no la nuestra, la que es anormal (…) son estos Romanos los que tienen que retornar (…) Los cucúes modernistas ocupando hoy en día el nido del ruiseñor, es decir las estructuras de la verdadera Iglesia (…) En realidad no son más que cucúes sin ningún derecho a ocupar ese nido (…) Su falsa doctrina hace falsa su ocupación de ese nido (…) Dondequiera que el remanente de los verdaderos ruiseñores esté visiblemente reunido en cualquier nido provisional, ellos están en la Iglesia, ellos son la verdadera Iglesia visible…
Entonces, los hombres de Iglesia que deberían consagrar Rusia son los Romanos que no han retornado aún al verdadero catolicismo, son los cucúes modernistas que ocupan hoy en día las estructuras de la verdadera Iglesia, pero que no son la verdadera Iglesia visible.
Esa consagración, por lo tanto, sería tan válida como si la hiciera Putin o el patriarca ortodoxo de Moscú.
Si hacemos memoria, allá por el 11 de julio de 2009, en su Comentario Eleison Nº 105, el actual Obispo de Kent escribió:
(…) la expresión “Iglesia Conciliar”, refleja la Iglesia Católica en su aspecto puramente humano e imperfecto, la Iglesia como desfigurada por el hombre moderno, que organizó el Vaticano II para ponerse a sí mismo en el lugar de Dios. Sin embargo, la Iglesia permanece inmaculada bajo todas las desfiguraciones (…) Entonces, ¿la expresión “Iglesia Conciliar” no tiene significado real? Por desgracia, esa locución nombra una muy concreta realidad. Designa a todos los miembros y estructuras de la Iglesia verdadera que están como atrapados en las estrategias de los sutiles errores del Concilio Vaticano II, y como tendiendo todo el tiempo a salir de la verdadera Iglesia por causa de esos errores.
Más de tres años después, residiendo ya en Kent, en su Comentario Eleison Nº 281, del 1º de diciembre de 2012, escribió:
“Iglesia Conciliar” significa la Iglesia Católica centrada en Dios tal como cae y sigue cayendo desde hace 50 años bajo la desviación del Concilio Vaticano Segundo, centrado en el hombre. El Conciliarismo (como se puede llamar el error destilado del Vaticano II) tiene con la verdadera Iglesia de Cristo la misma relación que la podredumbre que afecta a una manzana podrida tiene con la manzana misma que está pudriendo (…) el Conciliarismo centrado en el hombre ocupa de tal manera la Iglesia de Cristo que muy poco de la Iglesia queda sin estar más o menos podrido; sin embargo el Conciliarismo es tan diferente del Catolicismo que uno puede decir verdaderamente que la Iglesia Conciliar ya no es más la Iglesia Católica (…) La única parte de la Iglesia visible que es católica es la que es una, santa, universal y apostólica. Lo demás son variedades de podredumbre visible.
(…) La “Iglesia oficial” es ampliamente Conciliar y no católica, según su conformidad o no con las cuatro Notas (…) Sin embargo, que nadie vaya a decir que no queda nada de las Notas “una, santa, universal o apostólica” permaneciendo en la Iglesia “actual”.
En su Conferencia de Bogotá, el sábado 12 de marzo de 2014, como respuesta a una señora, expresó:
Entonces, un Papa puede ser Papa de la Iglesia sana y de la iglesia mal sana en el mismo tiempo. Porque la iglesia conciliar no es otra que la podredumbre de la Iglesia Católica. Y así como yo puedo tener la manzana buena con la podredumbre en una mano, el Papa puede ser Papa de la podredumbre y de lo todavía es sano. No hay contradicción.
Pero, en su Comentario Eleison Nº 354, del 26 de abril de 2014, escribió:
Así, donde Monseñor Lefebvre vio claramente que la Iglesia Conciliar, perdiendo todos los cuatro caracteres de la Iglesia Católica (una, santa, católica y apostólica), no era la Iglesia Católica, Monseñor Fellay (Superior General desde 1994) y el Padre Nicholas Pfluger (Primer Asistente desde 2006) insisten hoy en día en que solamente puede haber una Iglesia, y así la Iglesia Conciliar es la Iglesia Católica.
Y finalmente, en su Comentario Eleison 395, del 7 de febrero de 2015, sentenció desde su cátedra de Kent:
La Roma de hoy en día ciertamente no es católica.
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Por lo tanto: La Roma de hoy, que no es católica y que encabeza la Iglesia Latina decadente, consagraría Rusia…
Para eso debería poseer el poder para hacer tal consagración…
Ahora bien, una Roma que no es católica, ¿tiene ese poder?
En diciembre de 2014, en su entrevista con E&R, la visión “kentiana” de la Iglesia era que la iglesia conciliar goza de dicho poder. Por lo tanto, en diciembre era la verdadera Iglesia.
Llegados a este punto, casi sería preferible que fuese Putin quien se consagrase a sí mismo, luego consagrase Rusia y finalmente emprendiese la cruzada de reconquista de la Iglesia Latina decadente, a cuya cabeza está la Roma hodierna no católica…
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Pero todo esto nos recuerda algo más…; nos recuerda que el Obispo que no se retracta, tanto antes como después de su salida de la FSSPX, ha expresado necesitar una regularización o reconocimiento por parte de Roma, esa que hoy no es católica…
Comentario Eleison Nº 165, del 12 de septiembre de 2010:
(…) ¿Por qué es que la FSSPX no puede aceptar ahora ser regularizada por Roma, y resolver las diferencias doctrinales después? Aquí tenemos dos preguntas interconectadas, aunque diferentes.
(…) ¿No podría la FSSPX, para obtener de Roma la preciada regularización que solamente Roma tiene la autoridad de otorgar, aceptar un acuerdo práctico a través del cual ninguna parte de la doctrina Católica sería negada, pero a través de la cual las diferencias doctrinales entre Roma y la FSSPX se pondrían entre paréntesis por el momento?
(…) El mismo Monseñor Fellay contestó a esa pregunta brevemente en una entrevista que dio a Brian Mershon en Mayo de este año, publicado en el diario “Remnant”. Aquí sus palabras: “Es muy claro que cualquier solución práctica que se diera sin un sano fundamento doctrinal conduciría directamente al desastre … Nosotros tenemos todos estos ejemplos ante nuestros ojos –la Fraternidad de San Pedro, el Instituto de Cristo Rey y todos los demás están totalmente bloqueados a nivel de la doctrina porque primero aceptaron el acuerdo práctico.”
Pero ¿tiene que ser así? Interesante pregunta
Comentario Eleison Nº 307, del 1º de junio de 2013:
Cuando en 1970 el Arzobispo Lefebvre escribió la carta constitucional de acuerdo con la cual la futura FSPX se fundaría y funcionaría, a saber sus Estatutos, fue para él de gran importancia obtener la aprobación oficial para ellos por el obispo de la diócesis católica en la cual la casa original de la FSPX estaba situada. En cuanto a él le tocaba, obtener o no obtener esa aprobación significaba toda la diferencia entre fundar una Congregación de la Iglesia Católica y lanzar una asociación privada por su propia cuenta. Él tenía todo el interés en fundar una Congregación católica, mucho menos interés en lanzar una institución privada.
(…) La FSPX es con seguridad la última en la línea de las Congregaciones clásicas a poder ser fundada, al menos hasta después del Castigo.
Conferencia en Post Falls, Idaho, USA:
Si…, si…, si… por algún milagro, el Papa Francisco me llamase la semana próxima y me dijese:
— Excelencia, usted y yo hemos tenido nuestras divergencias, pero en este momento lo autorizo a fundar una sociedad. Siga usted adelante por el bien de la Iglesia.
— Santo Padre, ¿puede, usted, poner esto por escrito? ¿Le molestaría que vaya a Roma a buscar el documento con su firma?
— Pero, por supuesto.
— Muy bien, entonces yo estaría en el próximo avión hacia Roma. ¡Yo estaría en el próximo avión hacia Roma!
Pero sin eso, “es como remar contra la corriente sin remos”. Y no es una solución.
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Tratemos de pasar en limpio todo esto para ver si podemos entender.
Según el Obispo de Kent, la Iglesia, la Iglesia de Cristo, es la Iglesia Católica, y es una sola.
Pero…, existe la iglesia conciliar, que es la iglesia actual, y que no es la Iglesia Católica.
Pero, sin embargo, que nadie vaya a decir que no queda nada de las Notas “una, santa, universal o apostólica” permaneciendo en la Iglesia “actual”.
Entonces, esa iglesia actual, que es la iglesia oficial, que es la iglesia conciliar… también es la Iglesia de Cristo, la Iglesia Católica, la Iglesia Latina decadente, a cuya cabeza está la Roma de hoy, que no es católica… y que Putin renovará, creando un nuevo Catolicismo…
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Al llegar aquí, los lectores podrían preguntarse: para el Obispo de Kent, la iglesia conciliar, que también es la oficial y es la iglesia actual, ¿es o no es la Iglesia Católica?
Respuesta: ES, pero NO ES.
¿Todavía no lo ha entendido, usted?
Y, sin embargo, es tan sencillo: Los cucúes modernistas SON ruiseñores católicos, pero los cucúes modernistas NO son ruiseñores católicos.
Lamentablemente, Putin sabe discernir bien entre un cucú y un ruiseñor…, pues él es un halcón… y utiliza los cucúes para terminar con los posibles ruiseñores que queden…
Si le parece increíble, pregunte a los ucranianos…, que sufren, hoy, la opresión del halcón hodierno; y se sienten abandonados por el cucú de turno (que se asoma desde Santa Marta para condenar una “guerra entre cristianos”), como ayer fueron traicionados por la Ostpolitik de Pablo VI y Agostino Casaroli.
Vladimir Putin ya felicitó públicamente a Decimejorge con ocasión de la guerra en Siria. Ahora lo hace el patriarca ortodoxo Kirill, que tiene jurisdicción también sobre los ortodoxos de Ucrania.
Halcóncazador
A hueco resuenan las palabras del Obispo de Kent:
Creo que lo que ahora está sucediendo en Rusia es un serio motivo de esperanza. La consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María debió haberse realizado; y, si el Papa la hubiera hecho, habría detenido la propagación del comunismo.
Ahora estamos más allá de esa etapa.
Ahora estamos en la etapa donde el Presidente de Rusia se comporta en público como un jefe de Estado cristiano. Dios sabe si esto también es verdad en privado, lo que mucha gente duda, pero en público el Presidente Putin se asemeja a un gigante entre los enanos de Occidente, esas ridículas, criminales y malvadas marionetas que son nuestros políticos.
Padre Juan Carlos Ceriani