miércoles, 25 de marzo de 2015

PROCESO


PROCESO


"La experiencia política desarrollada en la Argentina , que se denominó Proceso de Reorganización Nacional, constituyó el punto de partida de un "procedimiento" , que culminó con el sometimiento de la República al sistema globalizador denominado Nuevo Orden Internacional. Ese "procedimiento" tuvo tres etapas, minuciosamente diagramadas, donde se jugaron todos los valores humanos, desde las emociones de algunos, el amor a la Patria de otros, y la tenacidad en el cumplimiento de sus deberes de los últimos. Este programa logró instalar ideas radicales, con su consiguiente etapa de violencia, a partir de las emociones de quienes creyeron que estaban luchando por el fin superior de las sociedades. Fue fácil, pues el contexto internacional presentaba un panorama más que propicio. Hubo milicianos que mataban en nombre de la libertad, paradójicamente, durante el ejercicio de gobiernos constitucionales. El caos y la anarquía se instalaron. Este nefasto plan incorporó, a continuación, los ataques directos a miembros de las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad y Policiales. Se asesinaron a militares, familiares, en actividad y retirados; se atentó sobre sedes institucionales y de recreación, etcétera. Todo valía. Esa parte del programa tuvo como objetivo principal, el de involucrar a las Fuerzas en el conflicto, para que, dadas las particularidades de sus operatorias, culminen su intervención asumiendo el control del Estado. Y eso fue lo que efectivamente ocurrió. Las FFAA intervinieron, primero dentro del orden Constitucional, y por fin, la toma del Estado.
Ese punto fue el deseado por los gestores de esta cruel novela. Los militares se hicieron cargo del gobierno de la Argentina. Mientras algunos intentaban restablecer el orden, al caos generado por la maniobra subversiva, los otros, los que estaban esperando el momento, accedieron al control de los bienes de la Nación.
Minuciosamente fueron progresando en el control de las Finanzas: se obtenían créditos imponentes, sin razones categóricas que lo demandaran. A eso le siguieron el despilfarro, el empleo turbio de esos fondos, hasta llegar a trasladar a la responsabilidad del Estado ( y el de los habitantes del país) toda la secuela de corruptos manejos y la suma casi total de una deuda privada dudosa.
Así, mientras algunos gritaban ¡Victoria! sobre el enemigo marxista, dejando jirones de sus carnes y de la honra de sus uniformes, los otros, los profesionales del saqueo de los Pueblos, también gritaron su victoria, por los logros obtenidos en el traspasamiento de los patrimonios de toda una Nación, a los poderosos del orden financiero mundial, encubiertos en ese pomposo título del Nuevo Orden. Cuando el objetivo se hubo cumplido, los directores del "sistema" decidieron acabar con los gobiernos militares. Pero debía de ser total, hasta el último vestigio de ética militar debía desaparecer. Ya los habían usado y ahora debían desaparecer. Siguió el paso "Malvinas"; ahora correspondía atacar a aquella clase de militares Profesionales, Patriotas y con Ética elevada. Para eso fue necesario que estos Militares fueran derrotados en su propia materia, la Guerra.
Los engaños y las traiciones se agudizaron, militares y civiles gestaron este episodio hasta en los menores detalles: desembarco triunfal, humillación y derrota ignominiosa. De esta manera, ningún Militar tendría, ahora, cabida en la Argentina del Nuevo Orden, ni los soberbios (generalato), ni los Éticos. El Plan se había cumplido cabalmente.
Lo que siguió fue más de lo mismo. Los sucesivos gobiernos constitucionales aseguraron esta dependencia hasta el extremo en el que hoy vivimos, de que sus ministros y gerentes son nombrados por el FMI.
En síntesis, el "PROCESO DE REOGANIZACIÓN NACIONAL" fue la mayor maniobra, la más cruel y mentirosa estafa, que permitió doblegar el Espíritu Nacional, humillarlo, enfrentar a su Pueblo, crear la desconfianza y sembrar la miseria".
< Coronel Mohamed Alí Seineldín;