lunes, 5 de octubre de 2015

LOS ATRONADORES SILENCIOS DE FRANCISCO EN EE.UU.


LOS ATRONADORES SILENCIOS DE FRANCISCO EN EE.UU


[Publico en las entradas del blog el comentario siguiente a un reciente post]








  1. Augusto del Río

    LOS ATRONADORES SILENCIOS DE FRANCISCO EN EE.UU.

    Ni una mención a Nuestro Señor en el discurso de la ONU (en esto, reconozcamos, solo hizo lo mismo que el “beato” Paulo VI quien tampoco mencionó a Jesucristo en su discurso en la ONU del 4 de octubre de 1965).

    [Corrección: Paulo VI sí mencionó a “el Cristo” en su discurso de la ONU del 4 de octubre de 1965. Acá va el pasaje completo del final del discurso:
    15. En una palabra: el edificio de la civilización moderna debe levantarse sobre principios espirituales, los únicos capaces no sólo de sostenerlo, sino también de iluminarlo. Y esos indispensables principios de sabiduría superior no pueden descansar —así lo creemos firmemente, como sabéis— más que en la fe de Dios. ¿El Dios desconocido de que hablaba San Pablo a los atenienses en el Areópago? (Hch 17, 23) . ¿Desconocido de aquellos que, sin embargo, sin sospecharlo, le buscaban y le tenían cerca, como ocurre a tantos hombres en nuestro siglo? Para nosotros, en todo caso, y para todos aquellos que aceptan la inefable revelación que el Cristo nos ha hecho de sí mismo, es el Dios vivo, el Padre de todos los hombres
    Los pueblos se vuelven a las Naciones Unidas como hacia la última esperanza de concordia y paz; nos atrevemos a traer aquí, con el nuestro, su tributo de honor y esperanza, y es por eso que este momento es también grandioso para vosotros.
    Hasta acá el discurso.
    Por lo tanto, es cierto que Francisco tiene el triste privilegio de ser el primer papa que no menciona a Cristo ni una sola vez en su discurso en la ONU.]
    Ni una sola mención de la palabra “aborto” ni la palabra “homosexualidad” en el país del aborto industrial, del comercio de embriones (por correo privado) y el putimonio generalizado (ahora con obligatoria aceptación por acordada de Corte Suprema de EE.UU para todos los estados de la Unión).
    Ni una sola palabra de aliento para los provida y los que intentan atajar la ola homosexualista.
    Ni una sola definición clara de lo que es la familia, habiendo tenido varias oportunidades en la Fiesta de la Familia.
    Eso sí, habló varias veces de los abusos sexuales refiriéndose a “”la vergüenza provocada por tantos hermanos que han herido y escandalizado a la Iglesia en sus hijos más indefensos”.
    ¿No es que eran solo “algunos”?
    En el mismo discurso apoyó a las monjas rebeldes a la doctrina.
    Mientras tanto nos empalagó con discursos humanitaristas llenos de lugares comunes, su insoportable “teología” tanguera y berreta, sus gestos de humildad estudiada, sus chupadasdemedias a los judíos y masones, sus acostumbrados errores doctrinales, sus comparancias “castellinianas” fallidas, sus risotadas desmesuradas, y hasta nos dio pena al verlo tratar de subir la escalerilla del avión, tropezándose varias veces ante la mirada entre impávida y sorprendida de quienes lo esperaban arriba del avión y que no hicieron nada para intentar ayudarlo. Y con su infaltable maletín negro en su mano izquierda más propio de un vendedor de peines que del Vicario de Cristo, lo que impidió que pudiera apoyarse más cómodamente con las dos manos y evitar ese penoso espectáculo.
    Todo muy lamentable.
    El mundo anticristiano lo aplaude a rabiar. Por algo será…