lunes, 23 de noviembre de 2015

SEMANA FANTÁSTICA EN EL SÍNODO: REBAJAS Y MULTIPRECIO


SEMANA FANTÁSTICA EN EL SÍNODO: REBAJAS Y MULTIPRECIO 

SEMANA FANTÁSTICA EN EL SÍNODO: REBAJAS Y MULTIPRECIO


Conforme avanza este Sínodo, tan calculadamente preparado desde hace meses ante la opinión pública, y tan eficazmente organizado en la tramoya de los planes de la empresa Destruccciones y Derribos, Ltd., se va viendo con más claridad lo que ha sido, lo que es y lo que se sospecha que será. Yo le llamo el Sínodo de las Rebajas, y así se está manifestando en esta última semana. Ya van saliendo poco a poco los temas que se buscaron voluntariamente en la famosa encuesta de hace meses. Ya van surcando el espacio de tiempo que les queda, antes de acabar con todo lo que es la belleza y la seriedad sobrenatural del matrimonio cristiano, que por algo es un sacramento. En la calle ya se da todo por hecho. Y en el Aula Sinodal, sospecho que también.





Como si se tratara de unos Grandes Almacenes, la Iglesia de hoy también propone sus temporadas de rebajas fantásticas, de ofertas a precios increíbles y de viajes inimaginables para jubilados. Claro que en este caso no se trata de viajes o de productos de variado pelaje. La Iglesia, bajo la tutela de Francisco-Kasper, ha decidido hacer su particular Semana Fantástica de Rebajas en el Matrimonio, a la vista de lo difícil que es vivirlo en la actualidad. Vamos, que los cristianos de las épocas que precedieron a este siglo XXI fueron unos tarambanas y zascandiles al aceptar, con la cabeza gacha, todo lo que la Iglesia les imponía.

Ahora nos dicen que hemos superado esos tiempos, porque han cambiado muchas SEMANA FANTÁSTICA EN EL SÍNODO: REBAJAS Y MULTIPRECIOestructuras, costumbres y culturas de nuestra sociedad moderna. Sin embargo, yo veo que lo que aceptamos es lo que el Mundo nos impone. Que el Mundo impone el matrimonio homosexual, pues hay que revisar si no será una opción a tener en cuenta para que los pobres no sufran; que el Mundo nos impone el divorcio las veces que haga falta, pues tendremos que acompañar a los sujetos que han sufrido esta crisis, para que no se les vaya a paseo su auto-confianza; que el Mundo impone las uniones civiles, pues hay que comprender, que en ellas encontramos muchas veces más amor que en las sacramentales. Jesús dijo: Vosotros no sois del Mundo. Pero bueno, eso fue antes.

Total, que se establece un Plan de Rebajas adecuado a los pecados que componen todo este espectro que acabo de citar, y los acogemos, los comprendemos, los acompañamos, (esta palabra decía el Sucesor (¿) de San Ignacio: desde luego si yo fuera un esposo y me dijera el P. Nicolás que quería acompañarme, salgo corriendo), les sonreimos, les damos la mano… y les dejamos que sigan en su pecado porque no hay que herir (cuánto ha herido la Iglesia en el pasado), no hay que agobiar, no hay que desanimar y hay que insistir en lo positivo. Porque hemos de saber, que hay muchos que insisten en lo negativo y desaniman a los que se han decidido a pecar y permanecer en esta situación.

Me imagino que cambiarán el texto del Evangelio y veremos al Señor diciendo a la mujer adúltera:

-¿Dónde están los que te acusaban?

-Son los de la Iglesia anterior al Vaticano II, Señor. Pero se han ido al Sínodo. Y se están sometiendo a un curso de reeducación kasperiana.

-¿Ninguno de ellos te condena?

-Ninguno, Señor.

-Pues ea, tampoco yo te condeno. Busca al aldúltero con el que estabas y veniros esta tarde a que os dé la comunión a los dos. Seguramente habéis sufrido mucho con esta situación. Quiero insistir en la parte positiva, así que venid que os acoja. Sé que en el fondo teneis un amor mucho mayor, más perfecto y más cristiano que los tontucios de las Bodas que tuve el otro día en Caná. Fíjate si eran tontos, que se casaron en Mi Presencia. Creo que fue nulo ese matrimonio, porque estaban pensando en el vino, y en eso se les fue la ceremonia.

Así son las rebajas. Lo que antes te costaba 40, ahora te lo llevas por 20 y encima tres prendas más. Y si no te gusta, lo puedes devolver en tres meses. Y los Tribunales Matrimoniales hay que multiplicarlos para que expidan nulidades al mayor ritmo posible. Parece que algunos se han quejado de que esto va muy lento.

Puede parecer que exagero y que mi vena frailuna está delirando en estos días de Octubre, pero si ven enteretito este video (si no les pone nerviosos la vocecita atiplada del narrador, que se encuentra feliz de lo que relata), verán que me quedo corto. Los cinco puntos clave son cinco bombas al Matrimonio de siempre y a la Iglesia de siempre.

No les cito las frases por escrito para que las puedan saborear en el video. Huelen a oveja. Saben a misericordina. Reflejan comprensión… pero huelen también a Obispos Traidores (si se me permite la expresión, porque yo también quiero expresarme libremente, en una Iglesia libre).

Eso sí. Todos felices de haberse conocido. Por fin se abren las puertas a la libertad. Una Iglesia pobre y libre, en la que se habla con libertad, en un Sínodo libre… que se celebra a puerta cerrada. Debe ser para que no veamos que a los Obispos que no piensan como Francisco Kasper, les dan palmetazos y les obligan a repetir cincuenta veces: ¡¡Kasper hace teología de rodillas!!, mientras están de cara a la pared.

Lo malo es que no parece que haya ningún Prelado que se oponga; da la impresión de que no hay oposición, o es tan timidita… que ni se oye. Me parece que ha llegado la hora de que un buen grupo de cardenales, pongan sus birretes encima de la mesa y le canten las cuarenta a todos estos adúlteros de la Palabra de Dios. Y luego los acompañen, pero al confesonario. Porque como no lo hagan, veo a todos los Obispos del Sínodo desfilando en el día del Orgullo de lo que sea, tan contentos y tan felices. Por algo el cardenal Dolan ha dicho ya que participará en el desfile de San Patricio, al que también van los gays de turno. Estos cardenales tienen un olfato exquisito para algunas cosas. Olor a oveja gay.

De momento, ya tienen una monja transexual, a la que hay que acompañar, ayudar y querer. Ya lo dice ella: Dios no me odia. Pues yo tampoco, pero no la quisiera ver rondando mi confesonario, a menos que venga bien arrepentida/o/e/@. Y lo primero es pedirle que se vaya a su casita y ponerle una penitencia gorda a las superioras/es/@s que la han acogido. Este tipo de acompañamientos me dan miedo. A lo mejor la invitan los Padres Sinodales a que cuente sus experiencias…y luego la aplauden.

¡Señor ten piedad!


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