martes, 26 de abril de 2016

INTERESANTE REFLEXIÓN ¿Qué es el antinorteamericanismo? por Roger Garaudy

 

INTERESANTE REFLEXIÓN

¿Qué es el antinorteamericanismo?

por Roger Garaudy

El antinorteamericanismo no es una expresión de nacionalismo ni de racismo, ni propugna la exclusión de sus semejantes, o de un pueblo. Es la lucha contra un sistema, contra una concepción del hombre y de un modo de vida. Históricamente, este sistema, nació en el continente que hoy en día trata de imponerlo a todo el mundo, valiéndose del poder de las oligarquías políticas, financieras y militares, que dirigen Estados Unidos. Pueden hacerlo, puesto que cuentan con la complicidad y el servilismo de los dirigentes de muchos países.
 
Para ser más claros -sobre todo para aquellos que quieren confundir antinorteamericanismo y xenofobia- y para quitarle a la palabra “norteamericano”, que designa un modo de vida y una concepción del mundo, todo lazo geográfico o étnico con aquellos que nacieron o emigraron a América del Norte desde 1620 en el “Mayflower”, creando un sistema colonial y racial (según sus orígenes), dominante y mercantilista (según su historia), designó como “norteamericano”, a todos aquellos que en el mundo quieren imponer este modelo. La principal característica de éste es la sumisión de la sociedad a las exigencias de la economía de mercado y no la economía y el mercado al servicio de la sociedad.
Margaret Thatcher y Tony Blair, Chirac y Jospin (con el “desvanecimiento del estado ante el mercado”), Schröder, Solana y tantos otros del mismo “gang”, son tan “norteamericanos” como Clinton o Madeleine Albright, Kissinger o Brezinzski.
Este es el fundamento de nuestro “antinorteamericanismo”: “está dirigido contra un sistema y sus dirigentes, y luchar para liberar al pueblo norteamericano, que en su gran mayoría es como nosotros, víctima del mismo sistema”.
Tenemos que combatir la ideología norteamericana en todas partes. A veces hasta en nosotros mismos, puesto que este sistema, como lo demostraremos, si finalmente triunfara, nos conduciría al suicidio planetario, al fin del hombre, es decir, al fin de la incesante búsqueda del sentido humano y divino de la vida y de nuestra historia común.
La ideología norteamericana no lleva este nombre en razón de una supuesta tara propia de un pueblo o de una nación, sino porque es en ese país donde se encuentra el complejo militaro-industrial que dirige la política estadounidense y posee hoy en día, gracias a las dos guerras mundiales, la máxima riqueza y poderío. Nuestro análisis tendrá como objeto retrasar su génesis, las etapas de su desarrollo, el período actual, las convulsiones de este mundo enfermo que nos conduciría al precipicio, si no tuviéramos los medios para hacerle frente.

Fuente: AAARGH