viernes, 24 de junio de 2016

ARAMBURU Y LOS LADRONES

VUELTO  QUE TOMÉ DE LA REVISTA “RETORNO” Nº4, 1963, FIRMADO POR JORGE LONA, CON EL QUE QUIERO ACENTUAR, COMO SIEMPRE QUE TRANSCRIBO ARTÍCULOS DE DÉCADAS ATRÁS, QUE LA CORRUPCIÓN Y LA ENTREGA COMENZARON LUEGO DE CASEROS, CON LA TOMA DEL PODER POR  LOS LIBERALES; SEAN MILITARES O CIVILES, LO MISMO DA.
Y MIENTRAS NO  NOS SACUDAMOS DE ENCIMA, HASTA LOS ÚLTIMOS VESTIGIOS,   ESTA PESTE LIBERAL SERÁ INÚTIL PENSAR EN  LA RESTAURACIÓN ARGENTINA.
HECHOS ESCANDALOSOS  SUCEDEN CONSTANTEMENTE EN LA HISTORIA ARGENTINA, CON MAYOR RIGOR EN NUESTROS DÍAS,  PORQUE LA CORRUPCIÓN Y LA ENTREGA, CADA VEZ MÁS AGRAVADAS, ESTÁN CONSUSTANCIADAS CON LA DEMOCRACIA LIBERAL
AQUÍ SE DESTACA  LA COMPLACENCIA DEL EJECUTIVO  CON LA ARBITRARIEDAD Y LA DECIDIA DE LOS JUECES SOBORNABLES.
 ARAMBURU EMPLEA  EL CONOCIDO ARGUMENTO QUE DICE: LA CULPA LA TIENE, NO LA JUSTICIA QUE NO SANCIONA, SINO  LA TOTALIDAD DEL PUEBLO… O SE NADIE.
ASÍ ES FÁCIL EXPLICARSE LA ACTUACIÓN DE CIERTOS JUECES EN NUESTROS DÍAS.

ARAMBURU Y LOS LADRONES

“Es interesante apuntar que en todas partes se clama por la condigna sanción  a los ladrones de los dineros públicos, a los cuales el pueblo atribuye gran parte  de sus males. Les hemos respondido que la inmoralidad y la irresponsabilidad es por culpa exclusiva del pueblo, porque mediante su voto encumbra a los sembradores de la miseria”.
(Gral P. E. Aramburu, Clarín, 20/5/63).

      La pintoresca troupe que simula creer  que nuestro Perogrullo Nacional es un estadista, y disfrazado de tal lo exhibe a través de la república, debería esmerarse más en la confección de sus libretos. El párrafo que hoy nos ocupa brinda un doble ejemplo al respecto.
      En primer lugar, pudo haberse recordado que el general tuvo una participación directa y principalísima en la ascensión al poder de los “sembradores de la miseria”. Aunque estaba en mejores condiciones que nadie para apreciar la situación, admitamos su buena fe, y que honestamente no haya advertido la cosecha que iba a resultar de tal siembra. Pero entonces ¿Qué derecho tiene hoy a reprochar el mismo error a los demás?
      Sin embargo, este reparo formal no tiene mayor importancia. La incoherencia es para los políticos argentinos lo que el oxígeno para los demás seres humanos, y no podemos pedirle al general que no respire. Lo verdaderamente memorable de su declaración está en la tesis jurídica que contiene, primer aporte de UDELPA al derecho nacional, y que podría enunciarse: la estafa deja de ser un delito culposo si se comete al amparo de un acto electoral, pues la responsabilidad queda transferida a los votantes.
      La cosa resultaría salada en cualquier parte del mundo, pero aquí tiene más sabor todavía. Porque en la Argentina también las elecciones son estafas, cada vez más desvergonzadas, e invocarlas en disculpa de las otras era algo no intentado todavía. Falta que el general, tras haber individualizado a los votantes como exclusivos culpables y por ser el robo de dineros públicos un delito grave, sostenga que deben ser encarcelados. Sólo quedarían así en libertad los estafadores y este país sería, por fin, el paraíso soñado por Mazar Barnett, realizado a medias por Frondizi y prometido por Aramburu.-


JORGE  LONA.