domingo, 30 de octubre de 2016

La Otra Cara de Karl Marx (1)

La Otra Cara de Karl Marx (1) (Nacionalismo Católico NGNP)


¿Fue Karl Marx un Satanista?

Escrito por Richard Wurmbrand}


(Primera parte)


 Los Escritos Cristianos de Marx
 
Antes de convertirse en economista y comu­nista de renombre, Marx fue un humanista. Hoy en día la tercera parte del mundo es marxista. El marxismo, en una u otra forma, es también abra­zado por muchos en los países capitalistas. Hay aun hasta cristianos, más aún, hasta clérigos, algunos en altas posiciones, que están seguros de que mientras que Jesús puede haber tenido las respuestas correctas en cuanto a cómo ir al cielo, Marx tenía las respuestas correctas en cuanto a cómo ayudar a los hambrientos, destituidos y opri­midos de la tierra.


Dicen que Marx era muy humano, que lo domi­naba una idea: cómo ayudar a las masas explo­tadas. Lo que las empobrece, mantenía él, es el capitalismo. Una vez que este sistema corrom­pido es derrocado, tras un período de transición de dictadura del proletariado, surgirá una sociedad en la cual todo el mundo trabajará de acuerdo con sus habilidades, en las fábricas y granjas pertenecientes a la colectividad, y serán recompensados de acuerdo con sus necesidades.

No existirá un estado gobernando sobre el indi­viduo, ni existirán guerras, ni revoluciones: sola­mente una hermandad perpetua y universal.
Para que las masas puedan lograr la felicidad, se necesita ir más allá de la derrocación del capita­lismo. Marx escribe: "La abolición de la religión como felicidad ilusoria del hombre es un requi­sito para la verdadera felicidad. El llamado al abandono de sus ilusiones con respecto a su condición es un llamado al abandono de una condición que requiere ilusiones. La crítica de la religión es, por lo tanto, la critica de este valle de lágrimas cuyo halo es la religión".'
Marx fue anti-religioso porque la religión obstruye la realización del ideal comunista, consi­derado por él como la única respuesta a los pro­blemas del mundo.
Así es como los marxistas explican, su posición. Hay clérigos que la explican del mismo modo. El Rdo. Ostereicher (Inglaterra) dijo en un sermón: "El comunismo, en cualquiera de sus variadas formas de expresión presente, tanto buenas como malas, fue en su origen un movimiento en pro de la emancipación de la explotación del hombre por el hombre. Sociológicamente, la Iglesia estuvo y está aun básicamente del lado de los explotadores del mundo. Karl Marx, cuyas teorías apenas encubren una pasión por la justicia y la her­mandad que tiene sus raíces en los profetas hebreos, aborrecía la religión porque ésta era usada como instrumento para perpetuar un status quo en el cual los niños eran esclavos y traba­jaban hasta perecer para enriquecer a otros, aquí en Inglaterra. Hace cien años no era cuestión de broma decir que la religión es el opio de los pueblos. ... Como miembros del Cuerpo de Cristo, tenemos que venir en sencilla penitencia, sabiendo que tenemos una gran deuda con cada comunista." 
El marxismo impresiona debido a su éxito, pero el éxito no prueba nada. Los curanderos a menudo tienen éxito también. El éxito confirma tanto el error como la verdad. Los fracasos son valiosos cuando abren el camino a una verdad más profunda. Se debe hacer un análisis de algunas de las obras de Marx, sin tener en cuenta el éxito que hayan o no tenido.
En su temprana juventud, Karl Marx fue cristiano. La primera obra escrita se titula La Unión de los Fieles con Cristo. En ella leemos estas hermosas palabras: "Por medio del amor de Cristo volvemos nuestros corazones al mismo tiempo hacia nuestros hermanos, quienes están interiormente ligados a nosotros y por quienes El se dio a Sí mismo en sacrificio".
Así que Marx conocía un ¡nodo mediante el cual los hombres pueden convertirse en hermanos queridos los unos de los otros. Es el cristianismo.
Continúa diciendo: "La unión con Cristo proporcionaría una elevación interna, un consuelo en la angustia, una calma confiada y un corazón sensitivo al amor humano, a todo lo noble y grande; no por motivos de ambición y gloria, sino solamente por causa de Cristo."
Aproximadamente por la misma época Marx escribió en su Tesis, Consideraciones de un joven al Escoger su Carrera: " La religión en si nos enseña que el Ideal hacia el cual nos dirigimos se
sacrificó a Sí mismo por la humanidad, y ¿quién se atreverá a contradecir afirmación tal? Si hemos escogido la posición en la cual podemos lograr el máximo para El, entonces las cargas nunca nos abrumarán, porque son sólo sacrificios hechos por el bien de todos."'
No hay conversión ni apostasía que cambie a un hombre cien por ciento. A veces, tras tales inver­siones de pensamiento, las antiguas creencias o descreimientos, se abren paso de nuevo, demos­trando que no estaban del todo borradas de las pá­ginas de la mente sino sólo reprimidas en el subconsciente.
El viejo complejo-de-Cristo aparece en los escritos de Marx mucho después de haberse convertido en luchador militante contra la religión.
Aun en un abstruso libro de economía política como El Capital, en el cual reflexiones sobre la religión son obviamente de poco interés, el maduro y anti-religioso Marx escribió, entera­mente fuera de contexto, "el cristianismo, con su culto del hombre abstracto, especialmente en su desarrollo burgués, (protestantismo, deísmo, etc. ), es la forma de religión más adecuada. 
Recordemos, Marx comenzó como creyente cristiano.
Cuando terminó la enseñanza superior, lo que sigue fue escrito en su certificado de graduación bajo el título "Conocimientos Religiosos": "Su conocimiento de la fe y moral cristianas está bastante claro y bien fundado. También tiene cierto conocimiento de la historia de la Iglesia Cristiana".

(Fin de la primera parte ) NCNGNP