viernes, 31 de marzo de 2017

El puterío argentino. Por Nicolás Márquez


El puterío argentino. 

Por Nicolás Márquez

Hace apenas unos días (el 20 de marzo pasado), el desacreditado intendente porteño Horacio Rodríguez Larreta inauguró el nuevo nombre de la estación de la línea H del Subte “Santa Fe – Carlos Jáuregui”[1], en “honor” no a un héroe de Malvinas o un prócer de similar referencia y envergadura sino a un activista que fundó la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) a comienzos de los 80´y que en 1992 encabezó la primera marcha por el “orgullo gay” en la ciudad de Buenos Aires. Poco después, el susodicho murió de SIDA. ¿No tenía otro referente más atractivo para homenajear el mandamás de la Capital Argentina?
Pero ni siquiera el agasajo revistió un tono discreto o austero: en un lugar constantemente transitado por las familias y menores a toda hora, se decoró la estación con paredones plagados de pinturas con imágenes de dudoso gusto, en apología manifiesta al homo-sadismo, al lesbianismo y a otras tendencias todavía más confusas.
Vale destacar que esta política de Estado no es consecuencia de un simple arrebato demagógico del intendente progresista que padece Buenos Aires, sino que es la consecuencia de un movimiento militante de izquierda que tiene una intensa historia y que hoy impone su agenda desde las usinas estatales no sin la sumisión o complicidad de funcionarios bienpensantes del timorato centrismo local.
Progresismo: En esta imagen en el subte, un niño juega en la rodilla de uno de los miembros de una pareja homosexual mientras un sadomasquista semidesnudo se pasea inmediatamente al lado.
 Hagamos un poco de historia local

Si bien hubo algunos antecedentes menores de agrupaciones argentinas que intentaron sin mayor trascendencia efectuar algún tipo de militancia homosexualista en los años ‘60[2], muchos sostienen que el primer precedente importante se dio en 1971, cuando se conformó el “Frente de Liberación Homosexual” (FHL), integrado por personalidades de izquierda como el dirigente comunista Héctor Anabitarte, el escritor Manuel Puig (quien murió de SIDA en 1990 y fue famoso por su novela homosexualista El beso de la mujer araña), el periodista Blas Matamoro o el reconocido sociólogo de origen marxista Juan José Sebreli.

Probablemente este grupo importara además el primer testimonio de una organización local que entremezclara marxismo y sodomía (colocando discursivamente a los homosexuales en el papel de clase subalterna oprimida por el “hetero-capitalismo” dominante) tal como ellos lo exponían en sus comunicados oficiales: “los homosexuales son oprimidos social, cultural, moral y legalmente. Son ridiculizados y marginados, sufriendo duramente el absurdo impuesto brutalmente de la sociedad heterosexual monogámica”, siendo que “esta opresión proviene de un sistema social que considera a la reproducción como objetivo único del sexo. Su expresión concreta es la existencia de un sistema heterosexual compulsivo de relaciones interhumanas donde el varón juega el papel de jefe autoritario, y la mujer y los homosexuales de ambos sexos son inferiorizados y reprimidos (…) la lucha contra la opresión que sufrimos es inseparable de la lucha contra todas las demás formas de opresión social, política, cultural y económica (…) todos aquellos que son explotados y oprimidos por el sistema que margina a los homosexuales pueden ser nuestros aliados en la lucha por la liberación”[3].

 Muchos consideran que este pequeño frente tendría una tónica tan radicalizada gracias a la influencia de un elemento que a poco de su fundación se integró y virtualmente copó y personalizó la organización. Nos referimos al escritor y sociólogo Néstor Perlongher, homosexual nacido en 1949, de tendencia ultraizquierdista, quien a la distancia fuera visto como el activista más representativo del grupo y por cuyo afán de protagonismo personal no tardó en convertirse en su referente más visible. Según cuenta Sebreli: “Perlongher era un personaje pintoresco, parecía una señora (…) a partir de la entrada de Perlongher el ‘FLH’ creció mucho porque él salió a buscar militantes en la facultad, y las dos carreras en las que consiguió más adeptos fueron psicología y sociología”, a lo que Sebreli añade la insana influencia de este sujeto dado que “Perlongher introduce en el grupo la droga”[4].

Obviamente Perlongher no era un individuo que pudiera preciarse de intrascendente. Mientras se pavoneaba por las calles de Buenos Aires vistiendo unos excéntricos tacos altos y mezclaba trotzkismo visceral con homosexualismo escandalizador, se hacía llamar a sí mismo como “La Rosa”, en honor a Rosa Luxemburgo, la iconográfica agitadora y pionera de lo que fuera el Partido Comunista alemán: “La gran contradicción de la vida de Perlongher era que él predicaba el antiautoritarismo pero él era una persona autoritaria”[5] resume Sebreli con criterio objetivo.

Devoto de la figuración, “La Rosa Perlongher” y su excéntrico grupete decidieron presentarse en dos actos políticos de vital importancia para la época. Primero asistió a la asunción presidencial de Héctor Cámpora en mayo de 1973 y, seguidamente, participó en el histórico acto del regreso al país del ex dictador Juan Perón en junio de ese mismo año en Ezeiza. Fue en estos acontecimientos multitudinarios cuando Perlongher y los suyos pretendieron congraciarse con las masas peronistas acudiendo a los actos con un grotesco cartelón que parafraseaba la marcha partidaria con el lema “para que reine en el pueblo, el amor y la igualdad”. Pero la presencia de él y sus activistas no fue muy bien aceptada por el gentío peronista allí presente, el cual, coherente con las ideas de su líder, miraron con particular repugnancia a los exponentes de esta secta carnavalesca. Señala Sebreli que “la presencia de Perlongher y su grupúsculo en esos actos fue realmente representativo desde el punto de vista de la historia de la homosexualidad en Argentina, porque ahí se mostró muy bien y a las claras, que los peronistas, y en especial los peronistas de izquierda a los que Perlongher quería acercarse, eran homofóbicos. Ellos fueron con carteles y demás, pero la gente se alejaba de ellos para no salir fotografiados. Les crearon un vacío a su alrededor. Huían espantados. Ellos quedaron solos completamente. Para lo único que sirvió fue para que la derecha (sobre todo el coronel Osinde que organizaba esos actos multitudinarios), dijera que los Montoneros eran ‘drogadictos y homosexuales’”[6]. Acusación agraviante que indignó a estos últimos, quienes respondieron el infamante insulto con el histórico cántico: “No somos putos, no somos faloperos, somos soldados de Evita y Montoneros”.

En enero de 1976 el régimen peronista encarceló a Perlongher con motivo de sus vínculos con la droga. Este encierro duró tres meses puesto que de inmediato que asumió el gobierno cívico-militar en marzo del ‘76, el activista de marras fue liberado. Perlongher decidió no proseguir su militancia y fue en 1981 cuando resolvió emigrar a Brasil, país en el que se instaló y prosiguió escribiendo y generando histéricos conflictos en el seno de su ambiente. Y así como antes él se quejaba de que los homosexuales eran “marginados”, durante el flamante gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989) también se quejaba pero por lo opuesto, es decir por la creación y existencia formal de la CHA (“Comunidad Homosexual Argentina” fundada en 1984), acusada por Perlongher de ser “conservadora” al tener un discurso no trotskista revolucionario sino integracionista. Al mismo tiempo, desde la ciudad de San Pablo, donde este insatisfecho crónico residía, disparaba también contra la proliferación de boliches homosexuales en Buenos Aires, alegando que éstos eran “un campo de concentración confortable”: a La Rosa Perlongher no había bergamota que le viniera en gracia.

Promiscuo irrecuperable, drogadicto perdido, integrante de la secta afro-espiritista “El santo Daime”[7] y comunista radicalizado, al explotar el SIDA como enfermedad característica de los homosexuales en los años ‘80, Perlongher, en lugar de tomar recaudos estrictos en su desordenada vida personal, descreyó de la existencia de dicho mal y publicó en 1988 —cuando ya habían muerto un sinfín de homosexuales conocidos y desconocidos por dicho mal— un delirante libro titulado El fantasma del Sida, cuya tesis central decía que tal enfermedad no existía y que todo esto no era más que un invento comercial y publicitario del “imperialismo norteamericano” promovido con el fin de “controlar los cuerpos” y “vender medicamentos”. La realidad no tardó mucho en hacerlo cambiar de opinión: al año siguiente, en 1989, él mismo se enteró de que padecía un SIDA fulminante y que sus perspectivas de vida se apagaban dramáticamente: murió en 1992 en San Pablo a los 43 años, víctima de una enfermedad ocasionada no por el “complot capitalista” que él había denunciado un año atrás, sino como consecuencia de sus frenéticas rutinas personales.

 A pesar del propio Perlongher, sus correligionarios catalogan al susodicho como “un notable pensador”, aunque el verdadero “mérito” de este enviciado agitador no haya sido otro que el de ser considerado por sus análogos como el “padre del movimiento homosexual” y hay quienes, además, le atribuyen el “galardón” de ser el primer activista “queer” de origen local.

La reflexión más profunda que se le recuerda rezaba: “La revolución sexual solo será posible cuando los heterosexuales socialicen su culo”[8].
Democracia y Peste RosaEl pionero Néstor Perlongher. Es una rareza que Rodríguez Larreta aun no le haya dedicado un monumento.

En 1984 en la ciudad de Buenos Aires se funda la CHA (Comunidad Homosexual Argentina), capitaneada por Carlos Jáuregui (al que hoy el Estado le canta loas) y secundada por Roberto, su hermano dos años menor, oriundos de La Plata. Todo indica que la de los Jáuregui era una familia atípica: no sólo ambos hermanos eran homosexuales, sino que sus otras dos hermanas eran lesbianas.

Carlos Jáuregui debutó (como activista) en la agitación parisina del mes de mayo pero de 1981, cuando los homosexuales franceses salieron a las calles a celebrar el triunfo socialista de Francois Miterrand: “Ese fue el motor que decidió mi posterior militancia en el movimiento gay”[9], señaló. Desde entonces, él mantuvo a lo largo de los años ‘80 una intensa actividad militante tras fundar la CHA, organización que presidió en 1984 pero a la que luego tuvo que renunciar en 1987 por celos y riñas internas. Su hermano Roberto —en quien Carlos se apoyaba políticamente— también tuvo una participación militante pero no tanto en la CHA sino en otra organización colateral que se conoció como la “Fundación Huesped[10]”, la cual ponía un contradictorio foco en la lucha contra el SIDA: esta organización encomiaba la homosexualidad y a la vez bregaba por curar esa enfermedad, o sea que ensalzaba la causa que lo generaba y después luchaba contra su desdichada consecuencia.

Durante el lapso comprendido entre los años ‘80 y parte de los ‘90, las estrategias de los movimientos homosexualistas se dividían entre quienes querían impulsar la ideología de género de corte neomarxista que hoy estamos padeciendo y los que, en cambio, preferían priorizar las campañas informativas de prevención contra el SIDA, que a la sazón estaba haciendo estragos entre la población homosexual. Y a pesar de la promoción disolvente del gramscismo educativo que desde el Estado imponía el régimen eurocomunista de Raúl Alfonsín, muchos promotores de la homosexualización cultural decidieron por lo pronto desactivar sus esfuerzos en la difusión de sus teorías pansexualistas pero no porque dichas ideas no les causaran simpatía, sino porque advertían que no podían perder tiempo en estos galimatías ideológicos mientras “la Peste Rosa” arrasaba con sus miembros: por ejemplo, los dos hermanos Jáuregui murieron de SIDA. Roberto en 1994 y Carlos dos años después[11].

No obstante, vale resaltar que si bien por entonces las prioridades fueron profilácticas antes que ideológicas, en el seno de la intelectualidad homosexualista surgieron algunas plumas de valor aparente, siendo la más reconocida la del escritor Oscar Villordo, cultor de un género literario al que sus afectos denominaron “homo-erotismo”, cuyos libros son considerados de culto en esos circuitos[12]. Villordo tampoco escapó del SIDA: murió de esa enfermedad en 1993.

No sin fundamentos, la “Peste Rosa” causaba pánico en el ambiente homosexual y numerosos famosos morían en todo el mundo como resultado de ello y, en lo que a la Argentina concierne, por entonces sacudió a la opinión pública la muerte de numerosos artistas homosexuales, tal el caso en 1988 de Federico Moura (cantante del grupo musical “Virus”), el de Miguel Abuelo (cantante de “Los Abuelos de la Nada”) en 1988, o la muerte del bailarín clásico Jorge Donn en 1992 (recordado por su papelón al manosear e incomodar públicamente al cantante de tantos Jorge “Polaco” Goyeneche en el ciclo televisivo “Cordialmente”[13]).

Ante el efecto dominó del SIDA, cualquier lugar o espacio era aprovechado por los miembros de esta comunidad para intentar concientizar a propios y ajenos: el comediante Antonio Gasalla —humorista que habitualmente se trasviste representando personajes femeninos— desde su programa televisivo arengaba a sus correligionarios con una procaz y desesperada exhortación: “¡No seas forro, usá forro!”[14].

El homosexualismo noventista

En tanto, la CHA no se detuvo tras la expulsión de Jáuregui y, aunque siempre fue una organización que pervivió plagada de celos enfermizos entre sus integrantes y dirigentes, su funcionamiento y su frecuente presencia en los medios subsistió hasta nuestros días. Efectivamente, tras la exclusión de Jáuregui la conducción de esta institución fue asumida fugazmente por el activista Alfredo Salazar, quien prontamente se vio obligado a delegar el cargo en el entonces mediático Rafael Freda, un docente de izquierda que solía frecuentar programas televisivos de alto impacto agitando sus banderías, asumiendo la presidencia de la CHA en julio de 1991. Pero apenas cinco meses después, Freda fue derrocado y expulsado de esa entidad, llevándose consigo a una fracción de otros veinticinco seguidores y con ello fundó una organización paralela autodenominada SIGLA (Sociedad de Integración Gay-Lésbica Argentina)[15]. Tan ingobernable se volvió la CHA —a pesar de recibir ingentes apoyo de estructuras internaciones como Naciones Unidas[16] o locales como la del CELS del doble agente Horacio Verbitsky[17]—, que por entonces las camarillas en disputa no pudieron siquiera acordar quién iba a reemplazar la conducción del destituido mandamás. Pero en medio del conventillo interno supo tomar el poder de la secta un triunvirato comandado por la mediocampista Mónica Santino, muy temida por sus potentes zurdazos en el club All Boys, donde destacaba jugando fútbol femenino[18]. Pero allí no termina la camorra. En 1991 se produjo otro cisma en la CHA y se fundó “Gays por los Derechos Civiles” —encabezada por Jáuregui que había sido marginado de la misma organización que él había fundado—, mientras que otros desertores de la CHA decidieron a su vez reagruparse en una suerte de “ateneo científico” dirigido por el psicólogo homosexualista Carlos Barzani[19], cónclave auto-titulado bajo la kilométrica denominación “Grupo de Investigación en Sexualidad e Interacción Social”[20], sintéticamente conocido como “Grupo ISIS” (sigla exactamente igual a la del terrorismo yihadista ISIS[21] pero de accionar menos peligroso).

Finalmente, por el inacabable recelo que se generaba dentro del internismo que también azotó a ISIS, surgió a su vez un enésimo desprendimiento llamado “Grupo de Reflexión Autogestiva Lesbianas” (GRAL) y ahora sí, ante la fatídica partición burocrática de estas infinitas tribus en el seno de la Comunidad Homosexual Argentina, no sería desacertado ni injuriante definir ese escenario del siguiente modo: un verdadero puterío.

A pesar de su trajinada guerra civil,  desde el año 1996 y hasta el momento de escribir estas líneas la CHA sobrevive y es presidida actualmente por César Cigliuti, activista conocido por haberse “casado” con su pareja Marcelo Suntheim[22] en el año 2003[23].

Paralelamente a la CHA y sus desprendimientos, durante los años ´90 fluyeron otras congregaciones complementarias como la “Fundación Buenos Aires SIDA” (dirigida por el ya insufrible Alex Freyre) o la camarilla “Colectivo Eros” (conformada por estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA[24]) quienes no tardaron en pelearse entre sí y disolverse, para luego ingresar en otros espacios con similares usanzas. También fue en la segunda mitad de la década de los ´90 cuando aparece en escena otro arquetipo de homosexual varón autodenominados como “osos”, agrupados en una suerte de club social[25] y caracterizados por una estética signada por el exceso de peso, el hábito de la barba, la ostentación del bello y el atípico empleo de ademanes rústicos o viriles, de uso infrecuente en un ambiente signado por la histeria y el afeminamiento.

Pero fue en estos tiempos de libertad en los albores del menemismo cuando se hizo más visible en esta militancia la presencia femenina (por decirlo de algún modo), como por ejemplo la organización lesbo-marxista “Las Lunas y las Otras”[26]; el grupo pseudoreligioso de abortistas autodenominado “Católicas por el derecho a decidir”[27]; la organización “Las Fulanas”[28] fundada por la conocida trotskista María Rachid, muchacha de tamaño físico intimidante que años después, en el 2011, arremetió a las trompadas contra el cómico kirchnerista y drogadicto confeso Claudio Morgado por denuncias mutuas de corrupción cuando ambos dirigían el INADI[29] —ante el incidente físico Morgado se aterró y pidió socorro a la policía[30]—. Finalmente, nos encontramos en esos años con la aparición de la revista “Cuadernos de Existencia Lesbiana”[31], publicación que circuló a partir de 1987 y cuyos fascículos fueron actualmente digitalizados en un curioso portal de Internet de gastronómica denominación: “Potencia Tortillera”[32].
 
Claudio Morgado habría padecido “violencia de género” a manos de María Rachid. 


Pero a estas alturas, el lobby homosexual se había ensanchado tanto y tornado tan complejo que hasta contaba con religión propia: fue también en los años ´90 y bajo la fachada de “Iglesia de la Comunidad Metropolitana”, cuando se instaló en Buenos Aires una suerte de “espiritualidad homosexual”, dirigida por un tal Roberto González, un predicador que vistiendo una estridente sotana multicolor fungía de “sacerdote” y parodiaba la Liturgia Católica mientras “casaba” a sus fieles entre sí.

Pero como si al complejo mapa sociológico de las tribus sodomíticas le faltasen referentes, éramos pocos y aparecieron en escena los travestis, pero no sólo para hacer notar sus disfraces sino para exhibir pretensiones políticas y gremiales: en mayo de 1991 surgió una logia denominada “Transexuales por el Derecho a la Vida y la Identidad” (Transdevi), grupo capitaneado por un sujeto que afirmaba llamarse “Karina Urbina” y dos años después, en mayo de 1993 nació la orden “Travestis Unidas” (TU) de la mano de un tal “Kenny de Michelis”. Pero fue al mes siguiente (junio de ese mismo año) cuando hizo su debut el cónclave más vistoso, nos referimos a la “Asociación de Travestis Argentinas” (ATA), conducida por un muchacho oriundo de Luján (Provincia de Buenos Aires) quien bajo el pseudónimo “Belén Correa” saltó a la fama.

            En un principio, quizás por su connotación estética tan chocante y burlesca, la aparición de los travestis en escena generó aversión no sólo en el grueso de la opinión pública, sino incluso entre aquellos que actuaban intelectualmente en los ambientes más recalcitrantes de la izquierda local: “Los travestis nunca, pero nunca, van a lograr ser lo que se desviven por parecer: mujeres (…) No son nada, ni hombres ni mujeres, viven en un mundo de apariencia y no en el del ser (…) su cacareada trasgresión no es más que un exabrupto, ruido que solo jode a las amas de casa, lumpenaje triste, autodestrucción sin grandeza, hecatombe que se instala en las páginas amarillistas de Crónica y no en los laberintos grandiosos de La genealogía de la moral, de Nietzsche”[33] anotó en los años 90 para asombro de propios y extraños el difusor José Pablo Feinmann. Pero andando los años, este “lumpenaje triste” del travestismo fue siendo “naturalizado” y aceptado con lisonjas, y su exponente más famoso supo ser un “vedette” llamado Gerardo Vírguez que se popularizó con el seudónimo de “Cris Miró”, publicitado además por su relación personal con el ex futbolista Diego Maradona[34] y por haber llegado a encabezar elencos en teatros de revistas: murió de SIDA en 1999 a la temprana edad de 33 años. Pero su ausencia “artística” fue rápidamente reemplazada por otro travesti en ascenso, un opulento morocho llamado Roberto Carlos Trinidad (conocido como “Florencia de la V”), que en sus comienzos contó con el auspicio mediático del pornocómico Gerardo Sofovich. Finalmente, el régimen de Cristina Kirchner le otorgó al Sr. Trinidad la posibilidad de cambiar su nombre en el Documento Nacional de Identidad y hacerse pasar formalmente por mujer.


El travesti “Florencia de la V” con su credencial estatal que “determina” su condición de mujer.
Renglones menores merecen algunos travestis “de inferior calidad”, puesto que aunque con alguna fama mediática, estos nunca alcanzaron un lugar “top” en la farándula a pesar de haber coqueteado fugazmente en ella. Nos referimos a ciertos lúmpenes que fueron utilizados por la industria del entretenimiento para la mofa y el ridículo, tal el caso de Miguel “Cacho” Dekleve, más conocido como “Zulma Lobato” —enajenado personaje caracterizado por un marcado estrabismo y sus incompletas piezas dentales — o este otro que se hace llamar “Naty Menstrual”[35], sodomita periférico que funge de literato y se dio el lujo de publicar un bizarro libro de “porno-poesía”, oportunamente difundido por el diario psicobolche Página 12 en su “sección cultural”.

Indudablemente, los años ‘90 fueron de esplendor y consolidación para estas corrientes, y las mismas se hacían mediáticamente visibles disputando espacio físico con sus respectivos estandartes en las “Marchas del Orgullo Gay”, colorinche peregrinación anual de corte trasnacional que en la Argentina comenzó a implementarse a partir del año 1992[36] y que desde entonces se moviliza y organiza siempre el mes de noviembre, con reclamos sucesivamente más audaces y procaces, siendo que todo ese enrarecido ambiente se encuentra abarrotado de grupos y subgrupos que se odian entre sí, pero que de todos modos pujan exitosamente por obsesiones comunes.

 El travesti “Zulma Lobato” en manifestación trotzkista.
Pero al parecer en este microclima no sólo hay peleas por matices ideológicos y personalismos políticos sino que, además, son frecuentes las pujas entre los distintos “arquetipos” visuales de homosexuales y que justamente por pertenecer a diferentes clanes estéticos se desprecian entre sí, tal como nos lo explica el sociólogo homosexualista Ernesto Meccia: “Las clásicas figuras de ‘loca’, cuya función ha sido la de dar notas cómicas en varias películas y programas de televisión, y el gay-macho, fetiche (con frecuencia militar o policial) presente a partir de los años ‘80 en toda una iconografía principalmente estadounidense y principalmente pornográfica, son los nítidos prototipos (tipos ideales, según la clásica conceptualización de Max Weber) imaginarios o tenidos como reales de homosexualidad masculina feminizada (HFM) y de la homosexualidad masculina monosexualizada (HMM)”, pero este último ejemplar de homosexual virilizado, según Meccia, no deja de contar con una alta dosis de impostura: “En este sentido, dejar ver en la biblioteca un libro de Borges no leído cumpliría la misma función de reaseguro ascendente que deja ver cuán poco afeminado se es y, concomitantemente, cuánto de igual con respecto a los heterosexuales son algunos homosexuales a pesar de ser homosexuales, reconfortante punto de llegada de una eficiente estrategia simbólica”[37]. En el fondo, esta sobreactuación de invertidos musculosos no hace más que confirmar aquella despiadada confesión del cabecilla homosexual francés Guy Hocquenghem: “uno siempre siente un poco de vergüenza por sentirse orgulloso de ser homosexual”[38].

Respecto de “las locas” a las que refiere Meccia, estos se caracterizan por su obsesión por alcanzar la delgadez extrema propia de las modelos, y si bien el 95% de la población que padece patologías alimentarias del tipo de la anorexia o bulimia son mujeres, del 5%[39] restante que afecta a varones, la abrumadora mayoría de ellos son sodomitas: la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Columbia confirmó que los homosexuales tienen triple riesgo de padecer anorexia respecto de los heterosexuales[40].

En lo referido al segundo arquetipo señalado, el del homosexual que sobreactúa de “macho”, en la Argentina de los últimos años probablemente el exponente más emblemático haya sido el figurón televisivo Ricardo Fort, vistoso personaje cuyo cuerpo esculturalmente operado y anabolizado junto a las rentadas novias ficcionarias que él presentaba mediáticamente para simular su homosexualidad, terminaron desmoronándose al conocerse no sólo su vínculo con los “taxi boys”[41] sino su fama en los saunas y pubs “gay friendly” de Miami. Pero Fort pudo hacerse “el macho” poco tiempo. Murió a los 42 años intoxicado por las obsesivas e infinitas operaciones estéticas a que se sometía para aparentar musculatura y virilidad, las cuales fueron progresivamente deteriorando su salud. Fue un gigante de cartón.

Ricardo Fort: mantuvo fugazmente una fama autofinanciada.       

  La estatización de la homosexualidad

Acercándonos a la actualidad, lo cierto es que en los últimos años —fundamentalmente durante el largo período de corrupción e inmoralidad kirchnerista—, el movimiento homosexual supo hacerse cada vez más presente en los medios televisivos hasta alcanzar una agobiante cotidianeidad. En este lapso, el grueso de estas organizaciones y sus agentes gozaron del deliberado respaldo y financiamiento estatal habiendo sido sus dirigentes y estructuras cooptadas al servicio militante del oficialismo entonces vigente.

Fue en este lapso cuando se sancionó la ley del “matrimonio igualitario”: en el año 2010[42], tras encendidas sesiones parlamentarias en las cuales fue la primera y única vez en las que el diputado Néstor Kirchner —siendo al unísono esposo de la Presidente de la Nación— acudió a trabajar al Congreso para votar en favor del proyecto de ley, lo cual confirmaba una vez más los compromisos de la izquierda política en congraciarse con las pretensiones lobistas interesadas en esa legislación.

Pero durante el kirchnerismo la homosexualidad llegó a su auge no sólo por sus victorias políticas sino fundamentalmente por la constante presencia mediática de sus referentes, sean éstos activistas explícitos o elementos de la farándula, quienes proclamaron sus intimidades a plena luz del día desde los medios televisivos hasta alcanzar una imprudente aparición en programas aptos para todo público no sin el aplauso festivo de sus contertulios y panelistas de circunstancia.

Uno de los casos más emblemáticos por su tono escandalizador fue el del cómico Fernando Peña, locuaz pendenciero que solía presentarse en televisión disfrazado de andrógino mientras se ufanaba con petulancia de su adicción a las drogas, su predilección por los “Taxy Boys” y su jactanciosa portación de VIH [43]: murió en el año 2009 a los 46 años. De manera contemporánea, el conductor televisivo Juan Castro también publicitaba su tendencia y promovía la ideología homosexual desde su ciclo televisivo “Kaos en la ciudad”, el cual se vio interrumpido en el año 2004 cuando el propio locutor, atormentado por su inmanejable adicción a las drogas y alterado por el resultado de su último análisis de VIH[44], se tiró desde el primer piso del balcón de su departamento quedando gravemente herido y muriendo a los pocos días en el hospital.

 Fernando Peña: se esforzó muchísimo para morir joven.
También fue en el nuevo milenio y al calor del kirchnerismo cuando los cultores de la ideologia de género consiguieron ingentes recursos estatales —además de los mencionados derechos al “casamiento” y la adopción de niños—, premiando a muchos de sus referentes con cargos públicos bien rentados en la burocracia gubernamental —principalmente en el “INADI”[45] y en la “Secretaría de Derechos Humanos”—, siendo por entonces el emisario más vistoso y bullicioso Alex Freyre, histriónico agitador en cuya cuenta de Twitter se define como “peronista y activista gay”, insalvable contradicción asimilable a considerarse a sí mismo como “sionista y nazi”. Al parecer, el desiforado Freyre desconoce que durante la histórica dictadura de Juan Perón (1946-55) a los homosexuales no sólo se les prohibió el derecho al sufragio en 1947[46] sino que mediante un sinfín de edictos policiales se les impidió reunirse en sus casas y en bares, así como exhibirse públicamente con sus sobrinos, ni mucho menos ingresar al Colegio Militar y, según resume el historiador homosexualista Osvaldo Bazán en interesante libro suyo sobre el asunto: “No tenían voz, voto, opinión ni visibilidad” y “todos los que la Policía tenía detectados como ’trolos’ fueron encarcelados”[47].

A pesar de estos antecedentes históricos no muy favorables a la causa de Freyre y sus séquitos, este sujeto no sólo se proclamó peronista sino que fue un solícito burócrata kirchnerista que lucraba con su prédica igualitaria obteniendo jugosos sueldos del erario público por “trabajar” en asuntos relacionados con “la diversidad sexual”. El peronismo siempre dio para todo: un argumento recurrente entre los homosexualistas rentados del kirchnerismo para justificar sus alardes eróticos con su adhesión partidaria era que “este espacio” reivindicaba al “ala izquierdista del movimiento”, es decir aquella que se consideraba heredera no tanto del miitar Juan Perón sino del camporismo montonero. Argumento curioso: el terrorismo montonero no vaciló en desterrar todo vestigio homosexual entre sus filas llegando a fusilar a sus militantes cuando estos eran sospechados de tal cosa. Los guerrilleros vieron en cada maricón a un soplón[48] y según sarcástica expresión de Sebreli: “El amor entre los gays peronistas de izquierda y los montoneros fue un amor no correspondido”[49].

Lo cierto es que Alex Freyre se paseó durante los últimos años por todos los medios de comunicación posibles disfrazado con una suerte de capa colorada (distintiva de su agrupación) junto con un álter ego llamado José María Di Bello, un homosexual portador de VIH que parodiaba ser la pareja de Freyre. Ambos promovieron el “matrimonio igualitario” utilizando todo tipo de trampas tendientes a estafar a la opinión pública: “Freyre se cansó de avergonzarnos a todos. Y alguien lo tenía que decir (…) Al principio había sido por una causa justa pero Freyre acabó transformándose en el show mediático de una persona ambiciosa, que se creyó el personaje y lo usó para sacar rédito (…) Y ya superó todos los límites”[50], destacó el periodista y activista homosexual Bruno Bimbi, quien dio a conocer los detalles de esta farsa en la que recalcó que no existía vínculo afectivo alguno entre Freyre y Di Bello, sino que toda fue una parodia militante con la finalidad de instalar “el matrimonio igualitario” y con ello la ideología de género. Dicha acusación fue un escándalo pero cuya veracidad fue luego reconocida por el propio José Di Bello, es decir por el activista que simulaba de “marido” de Freyre.
 

 Alex Freire y su falso “marido” a los besos con el barrabrava kirchnerista Luis D´elía
Pero a Freyre mal no le fue en este lapso: cobró ingentes ingresos por obrar de “asesor de la diversidad” en el Senado de la Nación[51], ocupando y ganando honorarios por cargos inservibles o inventados, pero que le permitieron al personaje beneficiarse a costa de los impuestos que pagamos entre todos, para encima tener que soportar declaraciones suyas en los medios y redes sociales tales como vaticinarle y desearle la muerte por SIDA al bailarín homosexual Aníbal Pachano[52] —denostado por Freyre por no adherir al gobierno de Cristina Kirchner— o reírse públicamente del asesinato del fiscal Alberto Nisman[53], funcionario que denunció penalmente a Cristina Kirchner por su complicidad para con el terrorismo internacional y apareció muerto, horas después con un balazo en la cabeza.

Como por desgracia es habitual entre los de su clan, Alex Freyre padece SIDA además de Hepatitis C, enfermedades venéreas que este individuo se habría contagiado en sus malandanzas, pero que afortunadamente ha podido controlar llevando una vida relativamente convencional y controlada gracias a los tratamientos y avances médicos proveídos por el sistema occidental y capitalista (que Freyre detesta y vitupera públicamente), los cuales obtuvieron auspiciosos resultados a fin de evitar la evolución de una enfermedad tan delicada como arraigada en esta porción poblacional.

Finalmente llegamos a la “Estación Jáuregui” (el último triunfo político de quienes glorifican estas tendencias) y nosotros nos preguntamos:

En esta pared de espacio público de la “Estación Jáuregui”, vemos de izquierda a derecha la imagen “artística” de una feminista radical, dos lesbianas a los besos y un homosexual desnudo haciendo piruetas.
¿Tiene derecho una persona a ser homosexual? Absolutamente sí y la vida en el plano de la intimidad sólo debe estar reservada a Dios y exenta de la autoridad de los Magistrados.

¿El respeto a la intimidad que debe garantizar el Estado lo habilita a imponer la publicidad y apología de la procacidad ? Creemos que no y lo alarmante no es que un demagogo como Rodríguez Larreta haya ordenado instaurar este sórdido espectáculo subterráneo, sino que lo alarmante es que ningún político (ni del oficialismo ni de la oposición) se haya animado a objetar nada al respecto.

En resumidas cuentas: el derecho al puterío no es un asunto que deba promoverse ni financiarse con el erario público.

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[1] Cómo es la renovada estación de subte Santa Fe – Carlos Jáuregui de la Línea H

http://www.lanacion.com.ar/1996235-como-es-la-renovada-estacion-de-subte-santa-fe-carlos-jauregui-de-la-linea-h

[2] Tal el caso de “Nuestro Mundo”, la fugaz agrupación dirigida por el comunista Héctor Anabitarte.

[3] Bazán O. Historia de la Homosexualidad en la Argentina. De la conquista de América al Siglo XXI. Buenos Aires, Marea Editorial, 2010.,  p. 342.

[4] Néstor Perlongher [documental] emitido en Soy lo que Soy, programa de TV conducido por Sandra Mihánovich en la señal de TV por cable TN. Ver filme completo en el siguiente link:

[5] Ídem.

[6] Ídem.

[7] Santo Daime es un culto sincrético brasileño que reúne cierta tradición espiritista con supercherías indígenas y africanas, a lo que se le suma el “ritual” de consumir una droga llamada ayahuasca, la cual produce una peligrosa alteración de la conciencia.

[8] Bazán, O. Ob. Cit., p. 342.

[9] Bellucci, M.  “El orgullo continúa. Una marcha en el origen”. [Artículo] publicado en Página/ 12, 5 de Mayo de 2010. Ver nota completa en el siguiente enlace: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-1702-2010-11-06.html

[10] http://www.huesped.org.ar/

[11] Bellucci, M. “El camino de un luchador”. [Artículo] Publicado en diario La Nación, 12 de Abril de 2010. Ver nota completa en: http://www.lanacion.com.ar/1330654-el-camino-de-un-luchador

[12] Las novelas La brasa en la mano (1983), La otra mejilla (1986) y El ahijado (1990), constituyen una verdadera trilogía de la visibilidad homoerótica, a través de la vida y las costumbres de los personajes, varones homosexuales porteños, de las década del cincuenta al ochenta del siglo XX. La primera biblioteca sodomítica de Argentina (fundada por Pietro Salemme) lleva el nombre del escritor.

[13] https://www.youtube.com/watch?v=jkBm-kNQWEA

[14] “Forro” es el modo coloquial o vulgar con el que en la Argentina se denomina al profiláctico peneano.

[15] “A batallar. La Sociedad de Integración Gay Lésbica Argentina fue creada por Rafael Freda en 1992”. [Artículo] publicado en diario Página/12, 28 de junio de 2009. Ver nota completa en el siguiente link: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/subnotas/831-44-2009-06-26.html

[16] El CELS (Centro de Estudios legales y Sociales) es una Ong de extrema izquierda con fachada “humanista” presidida por el ex agente de inteligencia montonero y propagandista rentado del kirchnerismo Horacio Verbitsky. Este oscuro personaje también fue numerosas veces sindicado de “doble agente”, puesto que durante la guerra antisubversiva en los años 70´, a pesar de revestir condición de Montonero, trabajaba paradojalmente para la Fuerza Aérea.

[17] Estos apoyos son expresamente reconocidos en la página oficial de la CHA: http://www.cha.org.ar/nosotros/

[18] “Mónica Santino, ex jugadora y pionera en dirigir fútbol femenino en el país”. [Artículo] publicado en  diario La Capital de Rosario. 28 de Mayo de 2014. Ver nota completa en el siguiente link:

 http://www.lacapital.com.ar/ovacion/Monica-Santino-ex-jugadora-y-pionera-en-dirigir-futbol-femenino-en-el-pais-20140528-0002.html

[19] Carlos Barzani promueve sus ideas favorables a la sodomía y al consumo de drogas escribiendo en el diario Página/12 (¿dónde si no?) y revistas afines, pero fundamentalmente a través de su sitio personal de internet: http://www.carlosbarzani.com.ar/

[20] Si bien su sitio web no se actualiza desde el año 2006, el mismo está vigente: http://isisweb.com.ar/index.htm#Principio

[21] Isis es la sigla en inglés con la que se denomina a la organización que dice representar al Estado Islámico, conformada por  un grupo terrorista  yihadista wahabita, y asentada en un amplio territorio de Irak y Siria.

[22]Se unieron dos hombres en el registro civil porteño”. [Artículo] publicado en diario La Nación  el 18 de Julio de 2003.  Ver nota completa en: http://www.lanacion.com.ar/512379-se-unieron-dos-hombres-en-el-registro-civil-porteno

[23] A la sazón el vínculo revistió la forma de “Unión Civil” obrante sólo en la Ciudad de Buenos Aires.

[24] Universidad de Buenos Aires

[25] http://www.ososbue.com/

[26] En internet existe un ilustrativo video con la historia del grupo, elaborado por quienes fueron sus integrantes y protagonistas, el cual puede verse en estos tres capítulos/enlaces:

Las Lunas y Las Otras (Parte 1): https://www.youtube.com/watch?v=pqMjGwrL9j8

Las Lunas y Las Otras (Parte 2): https://www.youtube.com/watch?v=FUptLz3w26s

Las Lunas y Las Otras (Parte 3): https://www.youtube.com/watch?v=X1fg_4k3qhQ

[27] http://www.catolicas.com.ar/portal/

[28] http://www.lafulana.org.ar/

[29] “Cómo se desató la violenta pelea entre Morgado y Rachid en el INADI”. [Artículo] publicado en Diario Perfil,  09 de Junio de 2011. Ver nota completa en el siguiente enlace: http://www.perfil.com/politica/Como-se-desato-la-violenta-pelea-entre-Morgado-y-Rachid-en-el-INADI-20110609-0028.html

[30] Iturralde, Cristián Rodrigo. El libro negro del INADI o la policía del pensamiento. Buenos Aires, Unión Editorial, 2015, pp. 286-291.

[31] Los Cuaderno de Existencia Lesbiana aparecen en 1987 y las iniciadoras fueron Ilse Fusková y Adriana Carrasco. En 1992 se incorpora en el staff  Claudina Marek. Se publicaron en total 17 números.

[32] http://potenciatortillera.blogspot.com.ar/

[33] Feinmann, J. P. [Artículo] en Página/12, 15 de Junio de 1998, citado en:  Bazán, O. Ob. Cit., p. 437.

[34] Sebreli, J. J.  Comediantes y Mártires, Ensayo contra los Mitos. Buenos Aires, Editorial Debate, 2008, p. 189.

[35] http://natymenstrual.blogspot.com.ar/

[36] El 28 de junio de 1969, un bar homosexual llamado Stonewall Inn, del barrio Greenwich Village en la ciudad de Nueva York fue allanado por la policía. En esa oportunidad los asistentes decidieron resistirse contra la autoridad e incluso la gresca se prolongó por tres días y se popularizó la consigna “Estoy orgulloso de ser gay”.

Un año después, en 1970, en conmemoración por lo sucedido una importante concentración de homosexuales se concentraron en la calle Christopher frente a las puertas de Stonewall Inn y desde allí marcharon espontáneamente por la Quinta Avenida hasta el Central Park. Esa fue considerada la primera “Marcha del Orgullo  Gay” de la historia. En Argentina, el 28 de junio de 1992 unos 200 homosexuales por su parte realizaron la primera Marcha del Orgullo Gay en Buenos Aires. Los asistentes se concentraron frente a la Catedral de Buenos Aires y en su mayoría cubrieron rostros utilizando caretas.

[37] Meccia, E. La cuestión gay. Un enfoque sociológico. Buenos Aires, Gran Aldea Editores, 2006., p. 145.

[38] Hocquenghem, G: El deseo homosexual. España, Melusina, 2000., p. 123.

[39] Prevención de la Anorexia y la Bulimia. Ver informe completo en el siguiente enlace:

https://www.prevencion.adeslas.es/es/trastornoalimenticio/masprevencion/Paginas/cifras-anorexia-bulimia.aspx

[40] “Los homosexuales tienen triple riesgo de padecer anorexia o bulimia; las lesbianas no”: La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Columbia ha publicado un estudio en el International Journal of Eating Disorders (número de abril 2007), en el que se afirma que un 15% de los hombres homosexuales o bisexuales desarrollan desórdenes de la alimentación, mientras que sólo un 5% de los hombres heterosexuales muestran este desorden. Ver informe completo en el siguiente link:


[41] Se denomina Taxi Boy  a una forma de prostitución que se refiere a varones que prestan servicios sexuales a personas del mismo sexo.

[42] La República Argentina aprobó los “matrimonios” entre personas del mismo sexo desde el 15 de julio de 2010. De esta forma, el país se convirtió en el primero de América Latina en sancionar tal cosa y fue el décimo país en legalizar este tipo de uniones a nivel mundial. Hacia julio del 2015, es decir casi 5 años después de la sanción de dicha ley, se habían “casado” 9423 según informó el matutino La Nación. “A 5 años de la ley de matrimonio igualitario, casi 10.000 parejas se casaron: ¿Qué cambió en la familia argentina?” Verónica Dema, 15 de julio, 2015. Ver nota completa en el siguiente enlace:

http://www.lanacion.com.ar/1810125-a-5-anos-de-la-ley-de-matrimonio-igualitario-casi-10000-parejas-se-casaron-que-cambio-en-la-familia-argentina

[43] Peña, F: “Dejé  de  tomar  el  cóctel contra  el  SIDA, sé  que  puedo  morir… ¿Y?” .  [Entrevista] publicada en  Revista Gente. 15 de marzo de 2004 . Ver nota completa en el siguiente enlace: http://www.gente.com.ar/actualidad/deje-de-tomar-el-coctel-contra-el-sida-se-que-puedo-morir-y/6807.html

[44] Gorodischer, J. “Pecados que se pagan así de caros”. Se habló de trasplante de órganos, de muerte cerebral, de una orden de Kirchner para desconectar a Castro, de vida promiscua, se leyeron presuntas cartas íntimas. Bajo el disfraz de la información, algunos medios dieron cátedra sobre cómo impartir moral desde la desgracia ajena. [Artículo] publicado en Diario Página/12 el 7 de marzo 2004. Ver nota completa en el siguiente enlace:

http://www.pagina12.com.ar/diario/espectaculos/6-32342-2004-03-07.html

[45] El “Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo” (INADI) es un organismo vergonzoso creado durante el menemismo y repotenciado durante la delincuencia kirchnerista, y ese órgano nunca tuvo mayores funciones que perseguir a ciudadanos por sus opiniones y darle “trabajo” a un sinfín de burócratas que allí vegetan sin producir nada excepto persecuciones y censuras a disidentes.

[46] Mediante ley bonaerense número 5109 se les prohibió a los invertidos todo acceso y derecho al sufragio.

[47] Bazán, O. Ob. Cit., p.253:276.

[48] Bazán, O. Ob. Cit., p.360.

[49] Citado en Gorbato, V. Ob. Cit., p.301

[50] “Revelan que el matrimonio de Alex Freyre y José Di Bello fue por militancia”. [Artículo periodístico] publicado en Diario La Nación, 27 de Febrero de 2015. Ver nota completa en el siguiente enlace: http://www.lanacion.com.ar/1771984-revelan-que-el-matrimonio-de-alex-freyre-y-jose-di-bello-fue-por-militancia

[51] “Alex Freyre cobra más de $20 mil por un contrato en el Senado.” [Artículo periodístico] publicado en Infobae,  16 de Octubre de 2014. Ver nota completa en el siguiente link:

http://www.infobae.com/2014/10/16/1602098-alex-freyre-cobra-mas-20-mil-un-contrato-el-senado

[52] “Alex Freyre vaticinó la muerte de Pachano si apoya a Massa”. El funcionario K y militante por los derechos de la comunidad homosexual advirtió que si el tigrense gana no ingresarán más medicamentos. [Artículo Periodístico] Publicado en Diario Perfil, 14 de Octubre de 2014. Ver nota completa en el siguiente enlace: http://www.perfil.com/politica/Audio–Alex-Freyre-vaticino-la-muerte-de-Pachano-si-apoya-a-Massa-20141014-0010.html
[53] “Bronca en Twitter por los dichos de Alex Freyre tras la muerte de Nisman”. [Artículo periodístico] publicado en Diario Clarín, 20 de Enero de 2015. Ver nota completa en el siguiente enlace: http://www.clarin.com/politica/Bronca-Twitter-tuits-Alex-Freyre_0_1288671431.htm