Entre cacharros e internet
Por Mariquita
Pérez- de sus Labores.
A
Marinoff le leí ( en uno de sus libros de autoayuda para sus detractores,
y de orientación filosófica para sus simpatizantes); que cuando expreses
una opinión cuenta con que a la mitad de la gente la va a parecer mal...
¿Significa esto que a la otra mitad le parecerá bien? Pues no, porque hay
un alto porcentaje que "no sabe, no contesta", y ni ganas que tiene
de saber.Pero hay algunos que sí tenemos
ganas de saber y por eso buscamos. ¿Y dónde se puede encontrar ahora de todo en
el menor tiempo posible? Pues en el internete. Y aquí vamos a parar en donde
buscando una cosa sale otra y luego otra y ahí vas de acá para allá.
Seguramente el primer sitio en
que me inscribí para comentar fue “Hazte Oir”; estos que "la han liao
parda" con lo de los autobuses naranja -diciendo que las hojas son
verdes- para qué te voy a contar... Y ahí me fui soltando con más o
menos acierto. Recuerdo con mucha satisfacción globosférica, el aplauso de uno
de los ateos o agnósticos que entraban por allí en defensa de otro autobús, que
se hizo famoso por aquellos días. Ese que decía que probablemente no hay Dios,
disfruta de la vida. Como dije que a mí no me molestaba el autobús, y que en
caso de que mi hijo se topara con él le explicaría que: algunos no creen en
Dios y por eso dicen esas cosas, pero que nosotros sabemos que sí existe, me
dedicaron un "plas, plas" muy simpático.
Pero no
todo han sido aplausos, qué va, todo lo contrario, ha habido más improperios
que otra cosa. Después me metí en un par de blogs y foros de política
y ahí, disparo que viene disparo que va; que si el PP es más corrupto que el
Psoe; que no que es al revés. Que si la memoria histórica; que la Ley Aido de
aborto libre... Que los catalanes fueron invadidos y sojuzgados por
los malvados españoles; que a los navarros también los machacamos igual
que a los sufridos vascos... Que la p... España que va a conquistar a los
pacíficos pueblos indígenas, a quitarles el oro y convertirlos a la
fuerza a la religión católica, que es la culpable de todos los males del mundo
mundial... Bueno, gracias a las aportaciones de los comentaristas me fui
interesando por temas poco conocidos por poco estudiados. Así que estuvo bien
después de todo.
Y cosa
curiosa es que yo en esos sitios, quedaba como beata o meapilas cuando en
realidad no iba a misa y llevaba alejada un montón de años de todo lo católico.
No sabía nada de lo que hubiera dicho o hecho ningún papa, pero lo defendía, me
tiraba a tumba abierta segura de que el Magisterio nunca podría fallar. Y
en estas que me convertí. Y renuncia Benedicto y viene un papa que habla
español, qué bien.
Y me
hago voluntaria de Radio María y me entero de que la misma Radio María de
Italia despide a dos periodistas por criticar al papa. Y más tarde al profesor
Roberto de Mattei, por tres cuartos de lo mismo. Y me mosqueo, y me pongo a
buscar y encontré vídeos y blogs donde hablaban de Bergoglio y de la doctrina;
de que si Roma sí o Roma no; que si los tradicionalistas y los sedevacantistas
y los neocones y.... ¡¿Y dónde me he metido?!
Antes de mi conversión, pero ya
en fase de preparación para la misma -aunque yo no lo supiera- viajamos a
Murcia mi marido y yo, el día de Pascua. Queríamos ver la Virgen de la
Arrixaca, el Museo Salzillo y la procesión de la mañana. Entrando en la Iglesia
donde está la Virgen y antes de encontrarla comenzó la Misa. Nos hubierámos
salido a la calle porque no nos gusta andar deambulando en la celebración, pero
cuando mi marido me indicó la salida le dije que se quedara. Se extrañó, pero
ahí se quedó a mi lado. El sacerdote era un hombre de avanzada edad, murciano
delataba su acento, y tan llano y sencillo que me cautivó: "No hagáis caso
más que a El; no escuchéis a nadie más que a El; no sigáis a nadie más que a
El." Eso es lo que quiero hacer, pero en estos tiempos confusos no es nada
fácil. Nunca lo habrá sido, tampoco es cuestión de lamentarse por el momento
presente porque la vida de la Iglesia no es un camino de rosas. Y el Señor nos
dará pastores. Pero no tardes Señor; date prisa en socorrernos.