viernes, 24 de marzo de 2017

Entre cacharros e internet

Entre cacharros e internet


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Por Mariquita Pérez- de sus Labores.



 A  Marinoff le leí ( en uno de sus libros de autoayuda para sus detractores, y de orientación filosófica para sus simpatizantes);  que cuando expreses una opinión cuenta con que a la mitad de la gente la va a parecer mal...  ¿Significa esto que a la otra mitad le parecerá bien? Pues no, porque hay un alto porcentaje que "no sabe, no contesta", y ni ganas que tiene de saber.Pero hay algunos que sí tenemos ganas de saber y por eso buscamos. ¿Y dónde se puede encontrar ahora de todo en el menor tiempo posible? Pues en el internete. Y aquí vamos a parar en donde buscando una cosa sale otra y luego otra y ahí vas de acá para allá.


Seguramente el primer sitio en que me inscribí para comentar fue “Hazte Oir”; estos que "la han liao parda" con lo de los autobuses naranja -diciendo que las hojas son verdes- para qué te voy a contar... Y ahí me fui soltando con más o menos acierto. Recuerdo con mucha satisfacción globosférica, el aplauso de uno de los ateos o agnósticos que entraban por allí en defensa de otro autobús, que se hizo famoso por aquellos días. Ese que decía que probablemente no hay Dios, disfruta de la vida. Como dije que a mí no me molestaba el autobús, y que en caso de que mi hijo se topara con él le explicaría que: algunos no creen en Dios y por eso dicen esas cosas, pero que nosotros sabemos que sí existe, me dedicaron  un "plas, plas" muy simpático.

Pero no todo han sido aplausos, qué va, todo lo contrario, ha habido más improperios que otra cosa. Después me metí en un par de  blogs  y foros de política y ahí, disparo que viene disparo que va; que si el PP es más corrupto que el Psoe; que no que es al revés. Que si la memoria histórica; que la Ley Aido de aborto libre...  Que los catalanes fueron  invadidos y sojuzgados por los malvados españoles;  que a los navarros también los machacamos igual que a los sufridos vascos... Que la p... España que va a conquistar a los pacíficos pueblos indígenas, a quitarles el oro  y convertirlos a la fuerza a la religión católica, que es la culpable de todos los males del mundo mundial... Bueno, gracias a las aportaciones de los comentaristas me fui interesando por temas poco conocidos por poco estudiados. Así que estuvo bien después de todo.

Y cosa curiosa es que yo en esos sitios, quedaba como beata o meapilas cuando en realidad no iba a misa y llevaba alejada un montón de años de todo lo católico. No sabía nada de lo que hubiera dicho o hecho ningún papa, pero lo defendía, me tiraba a tumba abierta segura de que el Magisterio nunca podría fallar.  Y en estas que me convertí. Y renuncia Benedicto y viene un papa que habla español, qué bien. 

Y me hago voluntaria de Radio María y me entero de que la misma Radio María de Italia despide a dos periodistas por criticar al papa. Y más tarde al profesor Roberto de Mattei, por tres cuartos de lo mismo. Y me mosqueo, y me pongo a buscar y encontré vídeos y blogs donde hablaban de Bergoglio y de la doctrina; de que si Roma sí o Roma no; que si los tradicionalistas y los sedevacantistas y los neocones y.... ¡¿Y dónde me he metido?! 

Antes de mi conversión, pero ya en fase de preparación para la misma -aunque yo no lo supiera- viajamos a Murcia mi marido y yo, el día de Pascua. Queríamos ver la Virgen de la Arrixaca, el Museo Salzillo y la procesión de la mañana. Entrando en la Iglesia donde está la Virgen y antes de encontrarla comenzó la Misa. Nos hubierámos salido a la calle porque no nos gusta andar deambulando en la celebración, pero cuando mi marido me indicó la salida le dije que se quedara. Se extrañó, pero ahí se quedó a mi lado. El sacerdote era un hombre de avanzada edad, murciano delataba su acento, y tan llano y sencillo que me cautivó: "No hagáis caso más que a El; no escuchéis a nadie más que a El; no sigáis a nadie más que a El." Eso es lo que quiero hacer, pero en estos tiempos confusos no es nada fácil. Nunca lo habrá sido, tampoco es cuestión de lamentarse por el momento presente porque la vida de la Iglesia no es un camino de rosas. Y el Señor nos dará pastores. Pero no tardes Señor; date prisa en socorrernos.