La Corrupción K en la “Década Ganada” (Capítulo LV)
CAPÍTULO LV
LA ARGENTINA, PAÍS DE CONSUMO Y ELABORACIÓN DE DROGAS
“La
Argentina era un país de tránsito y ahora es un país de consumo. Y lo
más grave, que también es de elaboración. Agustín Rossi.
1. Admisión de un funcionario del gobierno[1]
Es la primera vez que un alto
funcionario del Gobierno admite que la Argentina no solo es un país de
consumo de drogas, sino que también de elaboración. La Iglesia había
advertido sobre el problema.
Un crudo documento de la Iglesia
alertaba en noviembre pasado sobre el avance del narcotráfico en el
país. En el breve escrito los obispos planteaban “una situación de
desborde”, reclamaba medidas urgentes y criticaban al Gobierno por su
inacción. La advertencia fue relativizada entonces por el kirchnerismo,
pero ahora una de sus voces más fieles, el ministro de Defensa, Agustín
Rossi, reconoció el avance del consumo y la elaboración de
estupefacientes.
“La Argentina era un país de
tránsito y ahora es un país de consumo. Y lo más grave que también es de
elaboración. Me parece que allí hay que poner el esfuerzo de toda la
inteligencia criminal”, aceptó el funcionario en una entrevista con
radio Rivadavia.
La admisión de Rossi, abordando
una materia que no está bajo su esfera (la responsabilidad sobre la
lucha contra el narcotráfico la comparten el Sedronar y el Ministerio de
Seguridad) derivó en la repetición de una vieja estrategia del
kirchnerismo: exponer al territorio santafesino, gobernado desde hace 6
años por el socialismo, como el principal foco de crecimiento del
narcotráfico. “Rosario es una de las ciudades donde el crecimiento del
delito narco ha sido exponencial desde el 2010 hasta estos días”,
puntualizó Rossi.
La ciudad es el principal bastión
del socialismo, que se repite en el poder desde 1989. El ministro
explicó que el problema en Santa Fe –donde el propio Rossi sufrió varios
traspíes electorales– se agrava por la “connivencia entre las fuerzas
de seguridad provincial con la organización narco”. Así, explicó, “el
delito encuentra un campo como para avanzar de manera importante”.
La pelea entre el kirchnerismo y
el socialismo por el avance del narcotráfico en Santa Fe se instaló como
uno de los principales temas de debate luego de la detención del jefe
de policía de la provincia, Hugo Tognoli, quien está imputado por la
supuesta protección de jefes narcos.
Las disputas continuaron incluso
luego de que el gobernador Antonio Bonfatti sufriera un atentado a
balazos contra su vivienda particular, en octubre pasado, un ataque en
el que se sospecha participaron grupos de narcotraficantes con el amparo
de sectores de la Policía.
La problemática, tal como lo
había denunciado la Iglesia, excede el territorio santafesino e inquieta
a muchas administraciones provinciales, incluso alineadas con el
kirchnerismo.
En Buenos Aires se detectó la
actividad de narcos colombianos. Córdoba sufrió también la connivencia
de bandas y policías. En Mendoza crecen pandillas dedicadas a la venta
de drogas. Y la frontera norte es considerada un “colador”, a través de
“bagayeros” o vuelos clandestinos.
El gobernador de Buenos Aires,
Daniel Scioli, llegó a reclamar la intervención de las Fuerzas Armadas. Y
el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, fue uno de los pocos en
respaldar la idea. Rossi volvió ayer a rechazarla. “Lo digo con
muchísimo respeto, pero no creo que la participación de las Fuerzas
Armadas termine mejorando la situación”, opinó. Rossi recordó que por
ley las FF.AA. tienen “vedada su posibilidad de intervenir en cuestiones de seguridad interior, como el tema del narcotráfico”.
Rossi recordó que existen
“fuerzas de seguridad intermedias” como Gendarmería y Prefectura que
pueden intervenir en el tema y destacó que la Argentina “tiene un menú
de agencias de seguridad más completo que en otros países de América
Latina”.
2. Un mensaje que se aproxima a la realidad[2]
Al igual que lo sucedido con el
índice de precios elaborado por el INDEC, el Gobierno empezó a reconocer
la gravedad del problema narco en nuestro país.
El ministro de Defensa, Agustín
Rossi, expuso ayer el pensamiento oficial que ya es aceptado en la Casa
Rosada: la Argentina no sólo es país de tránsito y consumo de drogas,
sino que aquí también se instaló la elaboración final de la cocaína.
El cambio en la mirada llegó a fuerza de los asesinatos narcos. Las bandas se consolidaron y marcan con balas sus territorios.
El ataque al gobernador
santafecino Antonio Bonfatti −con su casa tiroteada por una mezcla de
traficantes y policías− modificó el enfoque cómodo que tenía la política
sobre las drogas.
Hasta entonces sólo se debatía
sobre despenalizar, o no, la tenencia de estupefacientes para consumo
personal. Como si la Argentina fuese Portugal o Dinamarca, sin el
arraigo de violencia local vinculada con la comercialización de
estupefacientes.
El Gobierno siempre tuvo informes
oficiales que alertaron sobre la instalación del proceso para elaborar
cocaína desde la pasta base, producida si en ese caso en el exterior.
Tal como ocurrió con la inflación, se ignoró el aviso generado en los
despachos de la Sedronar y de las fuerzas de seguridad.
Se optó, durante muchos años, a
darle prioridad al mensaje lanzado por expertos judiciales, dejándose de
lado las notificaciones de aquellos funcionarios y agentes que
analizaron las redes del narcotráfico local.
En 2003, por primera vez la
Sedronar verificaba en sus informes la presencia incipiente de cocinas
de cocaína, nueve ese año, con capacidad reducida de elaboración.
La mayor fábrica artesanal de
drogas descubierta en ese momento tenía una capacidad de producir 150
kilogramos de cocaína al año. Diez años después, en sólo dos
laboratorios descubiertos se estimó la probable producción en más de las
5,6 toneladas de cocaína que las fuerzas federales y la policía
bonaerense secuestraron en todos los procedimientos de 2013.
El mercado de consumo local puede abastecerse hoy sólo con cocaína producida en la Argentina.
No resultó extraña esa capacidad
de producción a los agentes de fuerzas de seguridad, que en 2005 ya
habían señalado en sus informes de inteligencia sobre la presencia de un
ciudadano colombiano, conocido como “El Químico”, cuya misión en varios
países latinoamericanos fue armar la logística para poner en marcha
grandes laboratorios de cocaína.
El entonces jefe de la Sedronar,
José Granero, advirtió sobre la introducción de nuevos peligros en las
redes locales de narcos, que con abastecimiento propio podrían
consolidar el mercado interno y crecer como organizaciones criminales
con propios recursos económicos. Su mensaje no fue escuchado.
El Gobierno ahora, seguramente,
buscará recuperar el territorio perdido por cerrar los ojos durante
muchos años. Lo hará ante un escenario más complicado, con mafias narcos
en plena guerra callejera. Las palabras del ministro Rossi aparecen así
dirigidas a apuntalar las próximas acciones gubernamentales. Un nuevo
plan federal antidrogas será presentado en breve. En principio, el
discurso público se aproxima algo más a la realidad.
3. Opinión de Maximiliano Pullaro[3]
Según un diputado santafesino, en
Argentina “se refina y distribuye la cocaína”. Así lo aseguró el
legislador por la UCR, Maximiliano Pullaro; “Es un país de producción de
la última etapa de la droga”, dijo.
En medio del debate por los
dichos del ministro de Defensa, Agustín Rossi , que admitió que
Argentina es un país productor de cocaína, el diputado santafesino por
la UCR Maximiliano Pullaro indicó que en el país se lleva adelante la
última etapa de la producción de la droga.
“Aquí se recibe la droga, se la
estira, se la refina, se la distribuye y hasta se la exporta. Argentina
es el tercer país exportador de cocaína en el mundo”, en diálogo con el
programa “El primero de la mañana”, según cita el Diario Uno.
Como legislador, Pullaro promovió
varias denuncias sobre el funcionamiento del narcotráfico en el sur de
Santa FE. “Por condiciones climáticas no produce hoja de coca [en
Argentina]. Eso viene de otros países como Bolivia o Colombia. Lo real
es que en Argentina, debido a que no existen los controles necesarios, a
que no tiene una frontera radarizada y a que las rutas no son
custodiadas por gendarmes, es un país de producción de la última etapa
de la cocaína”, indicó el diputado.
En cuanto a los dichos del
secretario de Seguridad, Sergio Berni, que contradijo a Rossi y negó que
la Argentina fuera productora de droga, Pullaro dijo: “El mismo Berni
vino a estigmatizar a la provincia de Santa Fe en el caso de (Delfín)
Zacarías y dijo que aquí se descubrió la mayor cocina de cocaína de la
Argentina”.
4. Opinión de Elisa Carrió[4]
“La política dejó penetrar a los
narcos y el responsable es Aníbal F”. Elisa Carrió volvió a vincular a
Aníbal Fernández con el ingreso del narcotráfico a la Argentina,
asegurando que “no hizo nada” cuando fue advertido sobre el ingreso de
los carteles mexicanos de la droga al país. También apuntó contra Jorge
Milton Capitanich. “Pregunten de dónde sacan dinero los políticos del
norte y van a tener la respuesta”, desafió.
Furioso Aníbal Fernández con
Carrió, pero más aún con el silencio de Cabandié, volvió a tildar de
“desquiciada” a la diputada por vincularlo con el narcotráfico
“El eje de la política fue dejar
penetrar a los narcos. Y este eje de la política tiene como responsable
número uno a Aníbal Fernández”, lanzó este viernes (7/3) Elisa Carrió
,en diálogo con el periodista Marcelo Longobardi en radio Mitre.
Según acusó la diputada Carrió,
cuando Fernández fue ministro del Interior, de Justicia y jefe de
Gabinete en distintos períodos durante los gobierno de Néstor Kirchner y
Cristina Fernández, fue advertido sobre el ingreso de los carteles
mexicanos de la droga al país y “no hizo nada”.
“El negocio de la efedrina que se
exportaba a México era de tres personas ligadas al Gobierno, entre
ellos Aníbal Fernández. Una persona de su intimidad es la que mataron en
General Rodríguez”, señaló la integrante de Unen.
Esta no es la primera polémica
entre Carrió y Fernández, quienes incluso llegaron a enfrentarse en
tribunales por sus declaraciones públicas. El senador kirchnerista llegó
decir en una radio que la legisladora “no tiene los patitos en fila”
(ver notas relacionadas).
Carrió reveló que los
narcotraficantes que ingresan a la Argentina lo hacen a través de la
solicitud de asilo político. Sospechados en sus países, deciden probar
suerte en el sur del continente, donde sus expedientes son cajoneados y
nunca resueltos. Así tienen libertad para transitar la Argentina como
cualquier otro ciudadano.
Además, recordó que la ruta
nacional 34, conocida como “la ruta blanca”, es la que transitan
habitualmente las mafias que transportan drogas desde el norte del país.
Denunció que en las cercanías de esta vía se están formando “pequeñas
comunidades de colombianos” que están vinculados con el negocio narco.
También apuntó contra el jefe de
Gabinete, Jorge Capitanich, a quien cuestionó que “mire para otro lado” y
no hable de las pistas clandestinas que existen en su provincia, Chaco.
“Pregunten de dónde sacan dinero los políticos del norte y van a tener
la respuesta”, desafió Carrió.
La diputada aseguró que Rosario
es una ciudad “tomada por la droga” y que las muertes por las guerras
entre distintas bandas se trasladarán en un futuro a la Ciudad de Buenos
Aires y al Conurbano. Muestra de ello es el crimen de esta semana en
Palermo, donde asesinaron a balazos a un supuesto jefe de una banda de
sicarios.
“Nuestra Nación se convirtió en
productora, no en gran escala, exportadora de efedrina, que es un
elemento necesario para producir la coca, productora de productores
químicos como el éxtasis, que mata, y gran consumidora, segunda en
proporción después de los Estados Unidos. Esto no se hace sin la
complicidad de un Gobierno”, completó.
[1] Fuente de información: Clarín, 15/2/14, “Rossi: ‘La Argentina ya es un país de consumo y elaboración de drogas”, http://www.clarin.com.
[2] Fuente de información: La Nación, 15/2/14, “Un mensaje que se aproxima a la realidad”, http://www.lanacion.com.ar.
[3]
Fuente de información: La Nación, 18/2/14, “Según un diputado
santafesino, en Argentina se refina y se distribuye la cocaína”, http://www.lanacion.com.ar.
[4] Fuente de información: Urgente 24, 7/3/14, “La política dejó penetrar a los narcos y el responsable es Aníbal F.”, http://www.urgente24.com.