sábado, 18 de marzo de 2017

¿MUERTE POR SER POBRE?





¿MUERTE POR SER POBRE?

Insólito: Bolivia quiere legalizar el aborto “por pobreza”

El gobierno de Evo Morales impulsa una llamativa “eugenesia social”
El conocido Presidente del pueblo boliviano y amigo de Bergoglio, ha salido con una nueva idea propia de su mente retorcida  afianzada en el comunismo, pero que hasta en cierta manera, entra en contradicción con esta tendencia mas bien capitalista. Todo esto es solo un proyecto, aclaramos,  seguramente el pueblo boliviano por sus principios católicos, no  lo aceptará y  en cambio lo repudiará fuertemente…
Hay polémica en Bolivia por el proyecto de legalización del aborto que el gobierno promueve en el marco de una reforma del Código Penal, y que despenaliza esa práctica en “las primeras ocho semanas de gravidez, por única vez”, cuando la mujer “se encuentre en situación de calle o pobreza extrema; no cuente con recursos suficientes para la manutención propia o de su familia; sea madre de tres o más hijos o hijas y no cuente con recursos suficientes para su manutención o sea estudiante”.




El proyecto despenaliza además el aborto en “cualquier etapa de la gestación” en los casos en que haya riesgo para la vida o para “la salud integral” de la embarazada, “malformaciones fetales incompatibles con la vida”, si el embarazo fuese fruto de una violación o en caso de ser la madre adolescente.

Una concepción malthusiana digna del más salvaje capitalismo

Es sorprendente que sea el gobierno de izquierda de Evo Morales el que vea en el aborto una solución a la pobreza. Lo que los nazis hacían por racismo, ahora es promovido por razones de clase. Una concepción malthusiana digna del más salvaje capitalismo es sin embargo defendida en nombre del socialismo del siglo XXI.



Por su parte los obispos denunciaron que el proyecto “introduce una colonización ideológica extranjera que descarta a niños y niñas por nacer vulnerables y acepta la triste violencia del aborto como un supuesto camino para solucionar problemas sociales y económicos”.

La CEB (Conferencia Episcopal de Bolivia) también denunció que “la propuesta distorsiona el sistema penal introduciendo la pobreza como razón de impunidad”.

De hecho, pareciera que, para los promotores del proyecto, el aborto del hijo de un pobre es más aceptable.



Más allá de los argumentos religiosos,  impacta la ruptura con la tradición de una izquierda boliviana, indigenista y nacionalista, y una rendición a los criterios economicistas para diseñar políticas sociales.


Es llamativo que las promuevan dirigentes que se dicen de tradición marxista, como si Marx no hubiese llamado proletarios a los obreros justamente porque la única riqueza del que nada posee son los hijos y por eso los pobres tienen una numerosa prole.

En los 60 y 70, la izquierda denunciaba el control de la natalidad  como imperialista

Hace tiempo que los gobiernos de países avanzados promueven, por lo general a través de ONGs internacionales y organismos supranacionales, el control de la natalidad  como solución a la pobreza. Esas políticas no han resuelto el problema del hambre en el mundo, como es evidente.



La diferencia es que antes, en los años 60 y 70, la izquierda latinoamericana denunciaba estas políticas como imperialistas. Ahora las promueve sin el menor pudor, olvidando al parecer aquello de la redistribución de la riqueza para alcanzar la justicia social.

Para más datos, fue justamente en Bolivia donde se filmó una película emblemática –La Sangre del Cóndor-, protagonizada por indígenas y hablada en quechua, y que denunciaba los programas de control de natalidad promovidos por ONGs extranjeras.

El film, estrenado en 1969, denunciaba que un grupo de médicos de un “Cuerpo del Progreso” (en alusión al Peace Corps) estaba esterilizando a las mujeres indígenas, sin su autorización y bajo la excusa de darles asistencia médica. Los hombres y mujeres del pequeño pueblo donde ocurren los hechos empiezan a notar  que nadie está gestando niños.

La película está inspirada en un hecho real y causó tanto impacto que poco después, en 1971, el Cuerpo de Paz fue expulsado de Bolivia por el gobierno de Juan José Torres.

La Sangre del Cóndor “denuncia el genocidio de las razas inferiores”, dice Stephen M. Hart en el libro A companion to Latin American Film. Otro cineasta boliviano, Alfonso Gumucio Dagron, dijo que “Yawar Mallku (La Sangre del Cóndor) es una parábola del Imperialismo: el control de la natalidad extranjero fue un hecho real, (…) la mutilación médica es vista como símbolo de la intervención en Bolivia y en América Latina (…) y la esterilización también sirve como poderosa metáfora del silenciamiento de la cultura regional”.



Hoy ya no hace falta intervención extranjera: un gobierno que se ufana de representar al fin a las mayorías étnicas históricamente postergadas en Bolivia considera bueno promover que los pobres no tengan hijos.


Solo excusas…excusas para legalizar el asesinato bajo cualquier argumento…

No olvidemos la gravedad que conlleva este crimen tan terrible, que clama venganza al Cielo, aparte del derecho a la vida natural, el aborto trunca el derecho del hombre a la vida sobrenatural a la que es llamado (y de la cual resulta excluido si,  como ocurre por norma, el feto abortado no es bautizado).

Por tanto…¿hay alguna excusa para esto?

Fuente:

 Extractos de la noticia que se encuentra completa en el siguiente enlace: http://www.infobae.com/america/america-latina/2017/03/17/insolito-bolivia-quiere-legalizar-el-aborto-por-pobreza/