jueves, 6 de abril de 2017

EL NUNCIO EN PARÍS RONCALLI AJUSTÓ LA ALIANZA DE LA IGLESIA CON LA MASONERÍA

EL NUNCIO EN PARÍS RONCALLI AJUSTÓ LA ALIANZA DE LA IGLESIA CON LA MASONERÍA

.Araí Daniele
En el último artículo sobre Roncalli nuncio en París, se informó de su amistad con masones, si es que no fue iniciaciado en la masonería local, a quienes visitaba  todos los jueves. De ahí que desde el cargo que tendría después en Roma, llevó a cabo los planes de la infiltración  de esta secta en la Iglesia. Sin embargo, su elección hasta ahora sigue siendo aceptada en la nueva iglesia  “más universal”, de la que fue iniciador y esta “iglesia” lo canonizó para sellar el pacto establecido por medio del Vaticano 2.
Es oportuno entonces profundizar en el plan puesto en marcha en París unos años antes, teniendo en cuenta la orden de los líderes del nuevo orden mundial, cuyo objetivo es una nueva religión ecuménica masonizada.

Hemos visto que el amigo más íntimo  de Roncalli en París era el Baron Yves Marsaudon, nieto de Monseñor Le Cam, colaborador  de Rampolla, nombrado en 1946 ministro de la Orden de Malta en París, hermano masón desde 1926 de la Gran Logia de Francia, y desde 1932 Venerable Maestro del grado 33 de la Logia Republique. Su pertenencia a estas sociedades secretas, era contra la ley de la Iglesia, por lo que lo había consultado con Roncalli, quien le aconsejó seguir perteneciendo a la Masonería!
La tendencia conciliadora modernista en materia religiosa llegaba hasta la política, en contra de las directrices de la Iglesia. Según la Iglesia  también en la política puede haber un aspecto  político doctrinal como el “non éxpedit” de Pío IX y el anticomunismo de los últimos Papas. Pero lo que importaba a Roncalli (preocupado sobretodo por unir y no separar)  como también al arzobispo de París, Suhard, era actualizar la Iglesia,  conciliándola con el progreso de la democracia moderna, proposición número 80 condenada por el Syllabus de Pío IX. De acuerdo con ello,  Roncalli y Suhard apoyaron   plenamente la iniciativa de los sacerdotes obreros que trabajaban  en las fábricas para estar en contacto con los trabajadores y, si fuera  posible, acercarse a ellos con palabras del Evangelio. El problema fue que en lugar de convertirlos a la religión, ellos se convertieron al comunismo.
A la vista de estos resultados Roma reaccionó y mandó intervenir  a Suhard, que en febrero de 1949 hizo una declaración sobre la cosa juzgada insuficiente para el Vaticano. Roncalli, sin embargo, se puso a favor de esta iniciativa ruinosa para la fe, e hizo que se publicase en   “L’Osservatore Romano”, con la ayuda de Montini, el elogio de lo que se estaba haciendo en  París, de acuerdo con su patrón episcopal Suhard. Cuando Pío XII, el 30 de junio de 1949, decretó la excomunión de los comunistas ateos y de quienes de alguna manera favoreciesen el  comunismo, Roncalli dejó París para hacer una larga gira por la provincia, lo cual deja en claro cómo quería no involucrarse en el problema, ausencia que repitió también con motivo de la publicación de la encíclica ” Humani generis” (08/12/1950), lo que explica los errores y condena de la “nueva teología”. Así se entiende que en el Vaticano 2, se promoviesen por Roncalli y sus sucesores las doctrinas, al igual que a sus autores, que habían condenado antes los papas católicos. Algunos nombres: Daniélou, de Lubac, Congar, von Balthasar, Chen,. Es verdad que bajo Juan 23, que firmó el documento preparado por la Curia en 1960 para no escandalizar demasiado, se mantuvo la reprobación de Teilhard de Chardin,  ya fallecido, inspirador de estos teólogos, y verdadero mentor de la revolución del Vaticano.
Se anuncia con anterioridad la elección de Roncalli al trono papal
La revolución para cambiar el cristianismo venía de lejos y no sólo recoge las ideas y los planes de algunos personajes conocidos. En ella, todo fue llevado en secreto; se ponían en acción las  ideas de Steiner y sus antroposofía. Rudolf Steiner, ya en 1910, en la época de San Pío X, preanunciaba: “Necesitamos un Concilio y un Papa que lo convoque” ( véase “Athanasius”, del  Arzobispo R. Graber, editado por Civiltà, Brescia, p. 43). El plan que tenemos es que haya  un futuro Concilio  convocado por un Papa (según nuestras intenciones): “El Concilio del (nuevo) Vaticano, siguiendo el ejemplo de  Cristo al revelar a sus hermanos una nueva enseñanza, no deberá  conducir a la Cristiandad, ni al mundo, en la plenitud de otras direcciones que las seguidas por los pueblos bajo la inspiración  secreta  del Espíritu, confirmándolos simplemente en el modo de la vida moderna, cuyos principios evangélicos, ideas y obras esencialmente cristianos, se vuelven sin ni siquiera saberlo, hacia los principios, las ideas y las obras de las naciones regeneradas antes de que Roma pensase en  anunciarlos. El Pontífice deberá contentarse con confirmar y glorificar la obra del Espíritu de Cristo en la mente del público, y gracias al privilegio de su infalibilidad papal, declarar – urbi et orbi – que esta civilización es la hija legítima del Santo Evangelio y de la redención social (Glorieux Centenaire , p.111) “.
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El frances ean-Gaston Bardet, que después se sabría que era un conocido masón, autor de libros con tendencia ” esotérica cristiana”, escribió en agosto de 1954 a Roncalli, y después  lo visitó en Venecia, para avisarle que iba a ser el próximo papa. No sólo eso, sino que le previene  que su pontificado estará jalonado por grandes reformas. También le dice que tomará el nombre de Juan. Al haberse hecho  todo eso  realidad y habiendo indicios de que Roncalli ya sabía que iba a ser elegido papa, se puede deducir que los poderes ocultos ya  lo tenían designado como candidato papal para el próximo cónclave, y por eso le habían avisado  a tiempo . ¿Acaso esta elección no puede ponerse en relación con su curriculum de clérigo siempre en perfecto acuerdo con las necesidades de la masonería? Y la convocatoria de un Concilio inmediatamente  después de su elección, podría ser ajena a la decisión de los mismos poderes extraños a la Iglesia?
Otro episodio extraño se menciona en el programa ‘Enigmas’ de la RAI 3 (2003). Se trata de lo relatado en 1954, en el  informe del embajador Francesco Giorgio Mameli al ministro de la República italiana, Piccioni, donde se señala a Roncalli como el candidato que hay que promover al papado; Sería el Juan Bautista precursor de Montini, pactado con un pacto de hierro, como también lo fue la convocatoria de un Concilio para cambiar la Iglesia según la voluntad de las logias. Estas ya dominaban en  el Vaticano y decidirían  las cosas por medio del Papa Roncalli, como lo testimonia Franco Bellegrandi (Nichitaroncalli, p. 62).
Así se entiende que la labor ecunénica de Roncalli en el Medio Oriente le hubiese abierto tantas  puertas, y después fuese nuncio en París, y Patriarca en Venecia,  y candidato a la Santa Sede, el “Papa bueno” de la nueva libertad de conciencia, según los designios de la masonería. Por fin Roncalli regresó a Italia, no sin haber propuesto a Monseñor Feltin, presidente de Pax Christi (pacifismo cristiano), para sucesor del cardenal Suhard en París.
La Masonería pretendía que hubiera un ‘Papa bueno”, astuto y relativista
Sí, porque la Iglesia debía abandonar su camino y pedir perdón por sus “pecados”, cometidos a lo largo de los siglos y en diferentes direcciones. Nótese que la excusa de interpretar el Vaticano 2 la luz de la Tradición es un truco para encubrir su éxito en hacer las cosas en un sentido opuesto, es decir, los conciliares interpretando la tradición como el nuevo Pentecostés de la nueva doctrina. De esta manera, la nueva clase conciliar quería desacreditar la tradición de la Iglesia; en última instancia, la autenticidad del Evangelio del mismo  Jesucristo, elanorado por la piedad de los primeros cristianos, todo para favorecer la comprensión de la actual pastoral y de sus ‘buenos’ pastores. Por eso  Roncalli invitaba a su mesa a todos, a  protestantes, musulmanes, judios, sin distinción, lo que chocaba  a muchos venecianos, porque era la implementación de una indiferencia sin fronteras. Si de queran conversiones, éstas eran hacia su creencia modernista y ecumenista!
En cuanto al  honor debido a la Madre de Dios habría que administrarlo con cuidado! La operación ecumenista va en todas las direcciones excepto en la de la  Virgen Maria, porque en el fondo todo el mundo era  “cristiano anónimo”, incluso involuntariamente y no había que ofender a nadie.
Entre los masones, Fisher primado de la Iglesia Anglicana y el Patriarca Atenágoras de la Iglesia ortodoxa, sólo faltaba Roncalli, quien inició el diálogo ecuménico en un clima de entendimiento fraterno.
El Gran Maestre  Giuliano Di Bernardo revela en su libro “Filosofía de la Masonería” (Marsilio Ed. P.146) que el patriarca ortodoxo de Constantinopla Atenagoras, (masón) comparó a Juan 23 con Juan el Bautista, precursor del Mesías, porque preparó el paso de los católicos a una nueva religión, la de Teilhard de Chardin, cuyo Mesías seria su amigo: JB Montini, futuro Pablo 6! Esto se puede deducir de las conversaciones que tenían sobre los  ‘nuevos caminos’  … en las muchas ocasiones en que se encontraron. La novedad de elegir el nombre de Juan XXIII, un anti-papa, sorprendido. Pero su lógica secreta era conocida por los planificadores del tiempo que debía preparar al siguiente [paoa] : Juan Bautista  Montini; por los que planearon el ‘ aggiornamento ‘ de la tradición y en particular los últimos pontificados de Pío IX a Pío XII, para imponer a los católicos la subversión religiosa  torticeramente  perseguida  y confiada a dicho sucesor, Montini, Pablo 6.
No hay duda de que Roncalli dio mucha importancia a los símbolos. Es posible comprender, a través de ellos, algo de lo que este clérigo tenía en el ánimo que mandó sacar del escudo de la portada de la delegación apostólica en Turquía la palabra ” Filioque “, símbolo de la fe católica, pero que en su cruz pastoral tenía el ojo en el triángulo, utilizado por la masonería. Después veremos otros símbolos, verdaderas “señales subliminales”. Estas no prueban su afiliación a la secta secreta, pero demuestran sus asociaciones mentales reveladas en las opciones iconográficas. Como se ha visto,  para el pensamiento masónico, todas las creencias y la ideología se pueden aceptar a la luz de la fraternidad universal. Eso es lo que manifiestó  Roncalli en Turquía en Pentecostés de 1944: “Jesús vino a derribar las barreras [entre creyentes y no creyentes de toda las religiones]; a  la Luz do Evangelho … Él murió para proclamar la fraternidad universal »… ¿Sí, la fraternidad de la ONU, fundada en los principios masónicos afines a   ‘Nostra Aetate’ y a la nueva alianza conciliar con el judaísmo ?
La Fraternidad del Vaticano 2 tiene como objetivo el nuevo orden que ignora a Dios Padre! Esa fraternidad sin padre, es propia de los masones, por eso, el masón Pier Carpi, nada inventó cuando escribió sobre la iniciación Rosa cruzar Roncalli  y su inscripción en la masonería. ( “Le profezie di Papa Giovanni”).
Roncalli no sólo mostró su simpatía masónica con los símbolos y con sus amistades, sino que la confirmó por la ligazón existente entre la influencia habida en la elección del ‘Papa’ con el logro de un  «Concilio» objetivo de las Logias. Hay informes de un oficial francés, agregado al servicio de protección del nuncio, que cuenta que el nuncio asistía todos los jueves a una Logia. Expuse lo mismo al cardenal Oddi, cuando nos visitó y que había sido vicario del nuncio en Francia. No lo comentó. Pero la historia no se escribe con admisiones mudas ni con asentimientos afirmativos de la cabeza. ¿Que mayor prueba que el trabajo claramente modernista y masónico de Roncalli en el Vaticano?. ¿Es que Igualmente no confirman sus visitas masónicas, los datos sobre el origen de la demolición efectuada por él? El 20 de diciembre de 1994, “Il Giornale”, p. 13, dio una breve noticia sorprendente acerca de un libro que se acababa  de publicar. En presencia del importante cardenal Silvio Oddi, Franco Bellegrandi presentó su libro “Nichitaroncalli” en “el Centro Rusia Ecuménica“. En este libro, al igual que en muchos otros en los últimos años, se asoció abiertamente el nombre de “Papa bueno” a las jerarquías masónicas del “Priorato de Sión”, donde  parecen haber sido formados los futuros sacerdotes de la Europa unida. (Rolando Pratt)
Varios Grande Maestres masones, franceses  e italianos, confirmaron abiertamente las aperturas que haría el futuro Juan 23. En 1989, la revista de los francmasones  ‘ Humanismo ‘ (# 186), habla de la reunión del nuncio Roncalli con Alexandre Chevalier, quien hizo propuestas sobre el derecho canónico y algo más! Esta reunión secreta entre el futuro Juan 23 y quien sería invitado a la coronación de Roncalli y llegó a ser  en 1965 Gran Maestre, es una referencia fuerte de la posibilidad de que la Logia  “L’Etoile Polaire» (l’Atelier), “estuviese en el origen del Vaticano II “(Jacques Ploncard d’Assac,” presente”, París 20 de julio 1989,16).
¿Roncalli fue masón ? ¿Que se puede responder a esta pregunta?
Hemos visto que hay muchos indicios que confirman esto, pero no conducen a la evidencia material definitiva. Lo que cuenta, sin embargo, es que lo que parece difícil de demostrar en este nivel, es evidente por los frutos de su “operación pontifical ‘ infalible espejo evangélico y espiritual. En este nivel, el católico debe investigar todo a  la luz de la fe. Ahora bien, a la nueva “luz” post-conciliar,  todas las religiones están más o menos bien y la conversión ya no sería necesaria, tampoco para los judios, que están justificados por la Antigua Alianza. Antes bien, en vista del futuro de la fe, su posición sería ‘similar’ a la del  ‘catolicismo conciliar “, a la espera de la llegada (o el retorno) del Mesías! (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 840). Es la ‘analogía’, equívoca, la reversión de la fe cristiana, para revolucionar las conciencias. Es famoso el caso del gran rabino de la sinagoga de Roma, Israel Zolli, honesto estudiante de la Escritura que se convirtió al catolicismo y fue bautizado, y  tomó, en agradecimiento el nombre de Eugenio, del Papa Pio XII. En la conversión de Gran Rabino de Roma, véanse sus muy interesantes escritos autobiográficos: E. Zolli, “Before Down,  Sheed and Ward, Nueva York, 1954; E. Zolli, Christus. ¿La Iglesia debería haber evitado el hecho de esta clamorosa conversión para seguir la nueva política?
La última de las “grandes alienaciones  ” históricas conciernen al rechazo de la Palabra divina. Ahora se suma la tercera  a las dis primeras alienaciones, la caída original y la judaica- la alienación de la gran y última apostasía “teológica”. Debemos saber que ésta comprende las otras dos, Ignorando en cuanto puede hacerlo , la alienacion del pecado original y Ia del judaísmo, que mira como a sus grandes maestros, a los rabinos Elia Benamozegh y Joshua Jéhouda, que por medio de la acción del prof. Jules Isaac, junto a Juan 23, pretenden la nueva religión mundial, masónica  y “Noáquida’, que es la apostasía de la fe en el Redentor divino. Pero la peor fue la apostasía interna de la Iglesia. Fraternidad implica un Padre común y que el Hijo vino a salvar a los hombres hermanados  en la Palabra divina. ¿Podría la Iglesia cambiar la verdad en las conciencia para evitar las acusaciones de antisemitismo? Puede estar en silencio sobre la necesidad de la conversión de los judíos a Cristo? Según lo escrito por Léon de Poncins en “El judaísmo y el Vaticano”: “En 1949 [Jules Isaac] tenía contactos con el clero [Modernista] de Roma, y por medio de él pudo llegar a una audiencia privada con Pío XII, a quien se quejó en favor del Judaísmo, pidiendole que hiciera examinar los Díez puntos de ‘Seelisberg”. [Por tanto, lo que fue llevados cano por Roncalli fue un programa de mutación de la Iglesia diseñado hacía mucho tiempo y quieto en el semáforo a la espera de la luz verde …] porque en la Iglesia  la religión católica tiene raíces más profundas, especialmente en Roma, donde se encuentra el centro la unidad católica y la Sede del Pastor y Maestro de la Iglesia universal “(15.X.1890). El Modernismo social y religioso invadió la Iglesia y se extendió por todo el mundo con el nombre de progresismo católico. Es la reunión de todas las herejías: la idea de que la conciencia humana es “capaz de Dios” y que la redención fue la revelación de esta dignidad humana suprema. Esto significaría la liquidación de la razón de la fe inmutable y de la Iglesia. ¿Qué sentido tendría entonces las conversiones, las misiones, la oración y el sacrificio? Pero en este caso, ¿qué sentido tendría el Papado? ¿E incluso el Vaticano 2 y la montaña de papel que sus prelados producen? Nosotros vamis a recordar aquí el objetivo último de la “revolución semántica” de dicho aparato: hacer que los términos equivalentes de “libertad de las conciencias”, aquélla creada por Dios y para cuya formación se estableció la verdad universal de la Iglesia, y la tan cacareada “libertad de conciencia” , cómo quieren los iluministas y las logias. Libertad para formar, según las profundas elucubraciones ideológicas de los políticos, triunfantes por la fuerza, el mismo “Nuevo Orden”.
Ya hemos ìhablado de la “nueva teología” atacada por Pío XII en la “Humani generis” (08/12/1950), que explica sus errores y condena a sus autores, que son ahora como un enjambre de avispas a  las puertas. Con el Vaticano 2, las doctrinas que los papas católicos condenaron, desde Blondel y compañía, iban a ser promovidas  por Roncalli y sus sucesores como los Danielou, De Lubac, Von Balthasar, Chenu, Congar y otros “nuevos teólogos”, inspirados en las ficciones a lo Teilhard de Chardin, el jesuita masón. La clave de todo lo que quería la revolución universal, para el hombre emancipado de Dios estaba en la “libertad de conciencia”. Esto llevaría a la “libertad religiosa” (Dignitatis humanae) del Vaticano 2, y de esta libertad capital, a todas las demás ‘liberaciones’ de las ‘ verdades subalternas “, como son las políticas y las morales . Esto es lo que de encargó a Roncalli: el “golpe” de una revolución rastrera  en Roma.
 El Papa León XIII dijo: “El plan de las sectas que se manifiesta hoy en Italia, sobre todo cuando se trata de la Iglesia y la religión católica, tiene el objetivo final y notorio de reducirla , si fuera posible, a la nada … Actualmente esta guerra es más feroz en Italia que en otros lugares, (Editorial AVE, Roma, 1945); véase también el excelente artículo de P. Dezza SJ, Eugenio Zolli: “Desde el Gran Rabbino testimone di Cristo” (1881-1956), “La Civiltà Cattolica” , 21 de Febrero., 1981
La última palabra de esto viene de la democracia-ecumenista-conciliar, similar al dominante americanismo, del cual participan los modernistas del concilio con la  “nueva conciencia” de una nueva iglesia, que tiene por objeto un  “nuevo orden mundial” con la reunión mundial de las ideologías y religiones! El espíritu conciliar y el aggiornamento  antropocéntrico que le sigue demuestran las contradicciones en los términos no actualizables. Algunos pueden serlo, pero ¿como puede haber una puesta al día en lo que se expresa en los principios, los valores, la jerarquía, la autoridad, el orden, la justicia, la eternidad?
Os Princípios são por sua natureza imutáveis. Não menos os valores conexos com a natureza do ser humano, que são matéria própria da Religião e da sua autoridade. Todavia, sobre estes se operou uma «revolução semântica», não só para aggiornare significados, mas para alterar a relação hierárquica entre eles. Há quatro décadas se mostra que as causas da crise universal presente, que atinge os princípios da ordem, da autoridade, da justiça, e da Religião, são atinentes à metamorfose eclesial operada pelas ambíguas inversões do Vaticano 2. 
Louis Pauwels, mação convertido ao cristianismo, declarou: “Há um complô mundial de forças anticristãs que miram a desvitalizar (se possível a dissolver num humanismo de belas palavras) a fé dos católicos…” (Vittorio Messori, Inchiesta sul Cristianesimo, SEI, Turim 1987, p. 152).
Um complô político-religioso realizado: Em 1958 morre Pio XII, o “Papa de Fátima”. A presença de poderes estranhos infiltrados no interior da Igreja já mostrou a sua dimensão por ocasião da sua morte, quando o mundo ouviu em direto pelo rádio os estertores do Papa agonizante, um abuso jornalístico quase a significar o fim de uma época. Os católicos sabendo que devem seguir o verdadeiro Papa, primeiro guardião que assinala e repele os inimigos da Fé, devem saber também que isto implica vigiar quando a cidadela da Fé é invadida pelos seus inimigos e o Papado silenciado porque «eliminado» por um tempo, conforme a visão do Terceiro Segredo de Fátima, mais clara em 1960, quando Roncalli, João 23, estava ocupando a sede do Vaticano.
Los principios son, por su naturaleza inmutables.  Y no lo son menos los  valores relacionados con la naturaleza de los seres humanos, que son materia propia de la religión y su autoridad. Sin embargo, en éstos se operó una “revolución semántica” no sólo a aggiornare los significados, sino para cambiar la relación jerárquica entre ellos. Dede hace cuatro décadas se ha demostrado que las causas de esta crisis universal, que afecta a los principios delorden, la autoridad, la justicia y la religión, están relacionados con esta metamorfosis eclesial operada por las inversiones ambiguas del Vaticano 2.
Louis Pauwels, masón convertido al cristianismo, declaró: “Hay una conspiración mundial de las fuerzas anticristianas que pretendedn desvitalizar (si fuera posible disolverla en un humanismo de hermosas palabras) la fe de los católicos …” (Vittorio Messori, Inchiesta sur Cristianesimo, SEI , Turín 1987, p. 152). 
Una conspiración político-religyiosa llevada a cabo : En 1958 Pío XII muere, el “Papa de Fátima”. La presencia de poderes extraños infiltrados dentro de la Iglesia mostró su tamaño en el momento de su muerte, cuando el mundo escucha en directo en la radio los estertores del Papa agonizante, abuso periodística que en la práctica significa el fin de una era. Los católicos saben que deben seguir al verdadero Papa, primer guardián que guarda la Fe y rechaza los enemigos de ella, pero también deben saber que esto implica mirar cuando la ciudadela de la Fe es invadida por sus enemigos y el blog Papado silenciado porque “eliminado” por un tiempo, como el Tercer secreto de Fátima dice, wue sería más coaro en 1960, cuando Roncalli, Juan 23, ocupaba la sede del Vaticano.