martes, 22 de agosto de 2017

LA ARGENTINA DERROTADA





LA ARGENTINA DERROTADA

En las elecciones "primarias" del 13 de Agosto la Argentina fue derrotada por el fraude y la mentira. El fraude, no sólo en los cómputos, sino por el engaño de promesas incumplidas y el ocultamiento de los daños morales, políticos y económicos causados por el gobierno. Y la mentira de supuestos logros inexistentes, proclamada mediante abundante propaganda macrista pagada con fondos del Tesoro nacional.
Por otra parte, Macri ha demostrado en varios gestos políticos su simpatía por el peronismo y aunque se presenta como el libertador del poder peronista para ganar los votos de quienes aborrecen esa lacra nacional, cualquier persona con un poco de memoria recordará que su partido, cuando decidió pasar de la presidencia de Boca Juniors a la política, fue fundado con la indispensable ayuda de Miguel Angel Toma, jefe del peronismo de la Capital Federal, y que no hace mucho Macri declaró: "cada día soy más peronista", y está rodeado de funcionarios peronistas.


Además, a pesar de haber jurado en su campaña presidencial que acabaría con la corrupción y con "el curro" de los derechos humanos, no hizo ninguna de las dos cosas. Los corruptos del kirchnerismo se ríen de las acusaciones, empezando por la primera de ellos, la ex-usurpadora presidencial actúa con total libertad, con guardia personal y numerosos automóviles pagados con fondos del Estado y hasta se dio el lujo de presentarse como candidata a Senadora por la Provincia de Buenos Aires.

Mientras tanto, los secuestrados políticos siguen presos y son alrededor de 2.000, otros 420 han muerto víctimas de sendos homicidios de Estado, más de 50 desde que Macri asumió la presidencia, y continúa la persecución contra ellos y otros que van siendo agregados a la lista de las víctimas de ese infame "curro", declarado por Lorenzetti, Presidente de la Corte, como una "política de Estado", o sea, una "política" en la cual actúan asociados los tres poderes, en abierto prevaricato de los jueces, que son los mismos del kirchnerismo.

El gobierno festeja el resultado electoral como un triunfo oficialista. Y es verdad, pero no es un triunfo obtenido con el apoyo de una mayoría de votantes. Es el éxito de la delincuencia política más descarada del peronismo y la gran derrotada es la Argentina.

En efecto, si se leen los resultados publicados el 14 de Agosto, puede verse que los cuatro partidos con mayor porcentaje de votos (no se sabe ni se sabrá nunca, gracias a los eficientes servicios de INDRA, cuánta gente votó realmente: yo sospecho que hubo una enorme abstención, más del 50%), son todos peronistas, incluyendo al PRO, la Kirchner, Massa y Randazzo. Ellos tuvieron un total del 89,7% de los votos y la izquierda extrema, un 5,45%, de manera que, en total, es un 95,15% del electorado el que habría sufragado por partidos peronistas (que es un marxismo nacional) o por partidos abiertamente marxistas.    

Todos ellos apoyan el encarcelamiento y el homicidio por abandono de persona de los secuestrados políticos, víctimas de una saga de prevaricatos descarados de los mismos jueces que continúan en sus cargos y siguen haciendo lo mismo contra nuevas víctimas de sus odios, de su cobardía o de su venalidad. Mientras muestran la mayor benevolencia con los ladrones del kirchnerismo.

Todos los partidos que se dice han recibido el 95,15% de los votos, son partidarios del aborto y defienden la homosexualidad. Uno de los puntales del PRO, el archi caradura Rodriguez Larreta, inicia ahora el festival denominado "Buenos Aires Diversa", "el más importante del colectivo LGBT (o sea, lesbianas, gays, bisexuales y trans-no-sé-qué) de Latinoamérica...El objetivo es consolidar a la Ciudad como destino turístico gay friendly." Y como parte de ese infame festejo, Larreta mandó pintar con los colores de la bandera homosexual la senda peatonal de Corrientes y Uruguay ("Clarín", 16/8/2017, pag. 38).

Todos los partidos apañan la corrupción y la cometen con la más absoluta impunidad. Inclusive el tan amado PRO, ídolo de las "clases cultas" que a sabiendas de todo eso, lo apoyan y lo votan despreciando toda lógica, toda moral y hasta la decencia más elemental.

Entre las más festejadas por la tontera nacional, está la inmoral María Eugenia Vidal, autora de la obscena página oficial de la Intendencia de Buenos Aires, "chau tabú". ¿Cómo pueden "tragarse" el cuento de que esa "mosquita muerta", totalmente desconocida por las masas del Gran Buenos Aires, pudo haber ganado la elección del 2015 y la gobernación de la Provincia de Buenos Aires? Dicen los émulos de Polinchinela que ello se debió al repudio que causaba su oponente, Aníbal Fernandez, conocido peronista, deshonesto, prepotente, mal hablado, etc.

¡Qué terrible estupidez! ¿No saben que todos los candidatos peronistas son más o menos así y que la masa proletaria los vota sin importarle nada de eso o precisamente porque se sienten afines a ellos? Además, ¿cómo supo esa masa que existía la Vidal, una especie de nenita de un Colegio de señoritas de Buenos Aires (aunque no de la conducta que se espera de esas señoritas) cuando alegó que su campaña consistió apenas en "tocar timbres" en algunas zonas del Gran Buenos Aires? El electorado de la Provincia es de 12.000.000 de personas. ¿Cuántos timbres tuvo que tocar  para conseguir los 6.100.000 votos necesarios para ganar la elección? ¿Y quién asegura que cada timbrazo le agregaba un voto y no un portazo?

Desde 2015 no salgo de mi asombro de que se crea en semejante idiotez... Sin embargo, los idiotas útiles lo creen y ahora creen el cuento de que ha sido el prestigio de ella lo que le dio la victoria al PRO el Domingo pasado. Confieso que me hace mal a la salud tener que leer u oír semejantes estupideces.

Lo cierto es que el peronismo ganó una vez más, bajo diversos nombres, incluyendo el PRO. Y la izquierda extrema, su punta de lanza, lo acompañó en la victoria por un total (oficial y mentiroso, pero dominante) de un 95,15% de los supuestos votos. Es mentira, pero es una mentira victoriosa, que es lo mismo que una victoria.

Luego, la Argentina, que de ninguna manera está representada por esa caterva de maleantes, ha sido derrotada. Y lo será siempre de aquí en adelante, porque no hay ni la menor señal de que los "buenos patriotas" se decidan a luchar por la Patria en forma organizada y decidida. No puedo hacer nada para cambiar esa situación. Siendo así, ¡ojalá pudiera resignarme sin amargura a ser un extranjero sin libertad en mi propio país! ¡Que Dios se apiade de nosotros!

Cosme Beccar Varela     e-mail: correo@labotellaalmar.com