Autor: F. Contreras M.
Nelly Rivas, una
jovencita de 14 años, mantuvo una relación con el presidente argentino Juan
Domingo Perón durante un poco más de un año, hasta que el golpe de 1955 separó
sus destinos.
Salen a la luz
detalles de la historia de la amante adolescente de Perón
Un año después que Eva
Perón falleció, Nélida (Nelly) Rivas visitaba el jardín de la quinta
presidencial. Fue allí, en 1953, a los 14 años cuando conoció al mandatario
argentino Juan Domingo Perón (60), quien la dejó sin palabras y con quien
mantendría una relación de poco más de un año y que en el futuro le acarrearía
una vida trágica.
Esta historia es
conocida, sin embargo los detalles de los recoge Juan Ovidio Zavala (90) en el
libro: Amor y violencia. La verdadera historia de Perón y Nelly Rivas.
Zavala fue el abogado
de los padres de Nelly, quienes fueron acusados de complicidad en el juicio por
estupro contra Perón. De allí basa su documentación y testimonios, para
publicar el texto que arroja luz sobre la relación entre la adolescente y
Perón.
Luego de haberse conocido, y tras semanas de visitas, Nelly se instaló en la casa presidencial a cuidar los perros de Evita.
El autor del libro
apunta a que la influencia de “Nenita” -como la llamaba Perón- fue tal que
durante la inauguración del Festival de Cine de Mar del Plata en 1954, el
mandatario argentino la presentó en público.
“Hice todo lo posible
porque fuera un hombre feliz, porque sintiera que tenía una familia. Nunca
pretendí competir con Evita. (…) Mi tema era él y en realidad conformarlo y
gustarle resultaba mi preocupación”, confiesa Rivas, según relata Zavala en su
libro.
Es más, la muchacha
celebró su fiesta de 15 años en los salones de la residencia y fue tratada por
Perón como primera dama hasta el golpe de Estado de septiembre de 1955, tal
como destaca una publicación de El Nuevo Herald.
El golpe de Estado
obligó a Perón a huir dejando atrás a su “querida nenita”, de quién se despidió
con un beso, el 18 de septiembre de 1955 tal como lo describe Rivas: “Le serví
café que le gustaba y coñac. Cuando él me besó a la salida de la residencia me
dijo: Llévate los perritos, nos vemos pronto, buena suerte. Yo era solo una
mujer muy triste, con mucho miedo. Nadie, nadie podrá comprender todo el
sufrimiento por el que he pasado”.
La adolescente había
recibido de su amante 400.000 pesos argentinos y joyas heredadas de Evita, con
las que se suponía de debía sobrevivir durante y un tiempo, según le decía
Perón en una de sus cartas -enviadas desde Paraguay- que firmaba como “tu papi”
y en las que le prometía que “los dos haremos una vida tranquila”.
Un par de cartas
alcanzaron a intercambiar la pareja de enamorados cuando el gobierno de facto
tomó detenida a Rivas enviándola durante más de 200 días al Asilo de San José, donde se encerraba a
prostitutas menores, además de haber incautado el dinero y las joyas en poder
de la muchacha.
Con Rivas encerrada,
se trama el juicio por estupro contra Perón para obligar al derrocado
mandatario a regresar al país, pero tal como afirma el abogado de la familia y
autor del libro “no lo consiguen, jurídicamente la demanda no tenía sustento,
lo único que hace el gobierno es perseguir a la niña”.
A pesar que Nélida
Rivas logró rehacer su vida, cuando en 1958 se casó y tuvo dos hijos, la que
fuera la amante adolescente de Perón falleció en 2012 en la pobreza tras una
vida “triste y dolorosa”, como relata Zavala.
El diario argentino
Clarín publica extractos del libro Amor y violencia. La verdadera historia de
Perón y Nelly Rivas.
Orígenes de Nelly
“Ir y estar en la UES
(Unión de Estudiantes Secundarios) de Olivos era para mí como estar en el
cielo. Nosotros, mis padres y yo, vivíamos en una portería que solo constaba de
un dormitorio, baño, cocina y lavadero. Mi madre era la portera que fregaba
desde las cinco de la mañana hasta las diez de la noche (…). Mi padre trabajaba
en la fábrica de chocolates Noel. (…) Por eso un día que me tocó sentarme al
lado del Presidente durante el almuerzo, le conté nuestro problema de vivienda
y le pedí una casa de esas que facilitaba la Ayuda Social Eva Perón.”
Chicas de la UES
“Sería una gran
falsedad no reconocer que cada una de nosotras quería ser una segunda Evita.
Con la edad que ya teníamos, él alimentaba nuestro romanticismo y nuestras
agitaciones corporales.”
En la residencia
“Así, procurándolo,
deseándolo, esperándolo, llegó aquel día en que debí llevar a Monito y a
Tinolita a la residencia de Agüero. (….)
No me sacaron nunca
más. Una de las habitaciones que no tenía destino, que nadie usaba y que había
sido dormitorio de Evita, terminó siendo donde me acomodaron.”
Dormir con Perón
“Dormí sola varias
noches, mientras mi imaginación volaba a alturas tan inaccesibles como
profundas eran mis pasiones. (…) A la cuarta noche me animé a proponerle al
general que viéramos televisión juntos. Después de esa primera noche yo me
instalaba en el dormitorio del general a ver televisión, aunque él no hubiera
llegado. Más de una semana, que me pareció un siglo, hicimos esto después de lo
cual yo volvía a mi dormitorio.”
Luna de miel
“Zavala, yo no lo digo
mucho, pero usted se imagina que hacía ya tiempo que me sentía su mujer. Él me
trataba como tal ¿y usted piensa que yo no asumía esa condición? Alguna persona
mala dijo, y otras muchas lo repitieron con el afán de hacerle daño al general,
que el Festival de Mar del Plata había sido nuestra luna de miel. A usted le
parece que si hubiera sido así, ¿eso estaba mal?”
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Su abogado revela con
documentación, testimonios inéditos de la adolescente y detalles de la
relación.
Nelly Rivas, la joven
sindicada como la “amante” del expresidente Juan Domingo Perón cuando tan sólo
tenía 14 años, falleció hace dos años en la Argentina. Al morir, muchos podrían
pensar que se llevó con ella un silencio de cincuenta años y los secretos y
pesares que vivió junto al general. Pero ahora su abogado, Juan Ovidio Zavala,
publicó un libro en el que revela con documentación y testimonios inéditos de
la adolescente detalles de la relación y el sufrimiento por el que pasó la
joven tras el derrocamiento de Perón en el año 1955.
A sus 90 años Zavala
acaba de publicar Amor y violencia, la verdadera historia de Perón y Nelly
Rivas en el que rememoró su romance y cribó su ideología política. El letrado,
que actualmente vive en el barrio porteño de Recoleta, fue militante
antiperonista, condición que lo llevó a ser encarcelado y torturado durante el
primer mandato de Perón. Asimismo, fue un duro opositor de la Revolución Libertadora
que derrocó al general.
Nelly y Juan Domingo
Perón se conocieron en el año 1953 durante la visita a la residencia oficial
del general de unas jóvenes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), entre
las cuales estaba Rivas. Luego de ese primer encuentro, a la joven se le
encargó el cuidado de los perros de la residencia oficial, por ello se le
adjudicó un dormitorio que había sido utilizado por Evita. La aproximación
entre ambos fue haciéndose de a poco más estrecha hasta que la adolescente de 14
años sucumbió a los encantos de Perón. La relación se truncó por el golpe
militar de septiembre de 1955.
Antes de exiliarse,
Perón le entregó algunas joyas y 400.000 pesos. "Nenita, quedate
tranquila. Con lo que te dejé podrás vivir un tiempo. En cuanto llegue te
mandaré a buscar y así los dos haremos una vida tranquila donde sea", le
prometió el general desde su refugio. Pero los antiperonistas allanaron la casa
de Rivas y se llevaron todo, cuando la joven trató de escapar a Paraguay las
nuevas autoridades militares la detuvieron en la frontera y la internaron en un
asilo para prostitutas menores. "Ahí perdí el tren de la historia",
le reveló Nelly a Zavala.
Luego, los militares
impulsaron un juicio contra Perón por estupro, por lo que perseguían retirarle
a los padres de Nelly la patria potestad. Fue entonces cuando Zavala apareció
en la vida de la joven, se encargó primero de la defensa de sus padres acusados
de complicidad en el estupro, y después representó a la chica cuando ésta
reclamó los bienes robados durante el golpe. "El libro pretende
reivindicar la figura de Nelly y denunciar por primera vez con pruebas
documentadas la monstruosidad jurídica que se cometió contra esta mujer",
contó Zavala al diario español El Mundo.
Ambos volvieron a
encontrarse al regreso de Perón del exilio en Madrid el año 1973. Nelly en
aquel entonces ya se había casado y tenía dos hijos. El testimonio inédito de
la amante-niña de Perón sacó a la luz la trágica historia por la que vivió la
joven que confesó sus pesares a su abogado: "Cuando él me besó a la salida
de la residencia y me dijo: 'Llevate los perritos, nos vemos pronto, buena
suerte', yo sólo era una mujer muy triste, con mucho miedo. Nadie, nadie, podrá
comprender todo el sufrimiento por el que he pasado".
Redacción de
Perfil.com
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