04/06/18 12:03 am
‘Yo fui parte del problema‘, papa Francisco a las víctimas de abuso de Chile.
Su Santidad,
No. Usted no es parte del problema… usted es el
problema. Usted nombró y elevó al protector de un depredador. Usted lo
protegió incondicionalmente durante tres años, a pesar de la enorme
evidencia en favor de su remoción del obispado y del ministerio
sacerdotal.
Usted reprimió e ignoró el tsunami de pedidos, súplicas y evidencias
sobre la complicidad del obispo Juan Barros y su involucramiento con el
sacerdote depredador, el P. Fernando Karadima. En 2011, Karadima fue
removido de sus deberes sacerdotales y desterrado a una vida de
penitencia tras ser encontrado culpable por la Congregación para la
Doctrina de la Fe del Vaticano.
Usted se burló de su propia “política de tolerancia cero.”
Su arrogancia y clericalismo le impidieron ver las súplicas evidentes
y prolongadas de las víctimas de abuso de Karadima y Barros.
Como astuto Papa dictador, usted despreció desdeñosamente las
protestas de Chile. Usted creyó que amenazar y ridiculizar a las
víctimas haría que se callen. Después de todo, sus tácticas
intimidatorias dieron resultado a lo largo de sus años como obispo y
cardenal en Buenos Aires. Tal como le dijo a su amigo, el rabino Skorka,
en el libro Sobre el Cielo y la Tierra, “En mi diócesis jamás ocurrió (acusaciones de abuso sexual eclesiástico).”
Allí no sucedía, dice Bergoglio.
Sin embargo, los medios de comunicación de Argentina estaban repletos
de docenas de casos de abuso sexual eclesiástico durante los años en
que Bergoglio fue obispo y cardenal en Buenos Aires.
Así que utilizó sus tácticas de encubrimiento, utilizando sus clásicas desmentidas e insultos para el escándalo de Barros.
Y casi se sale con las suyas.
Excepto por una fotografía…
Usted juzgó equivocadamente a las víctimas de Karadima/Barros. Las
víctimas de abuso sexual eclesiástico son de las más quebradas y
traumatizadas víctimas de abuso sexual. Rara vez poseen la perseverancia
y la fuerza para desafiar la burocracia de la Iglesia, especialmente la
jerarquía Vaticana, y el mismo Papa.
Usted pensó arrogantemente que si los atacaba verbalmente, los
llamaba ‘calumniadores’, e ignoraba sus protestas, ellos desaparecerían,
como la mayoría de las víctimas de abuso sexual eclesiástico. En el
pasado le funcionó, cuando era cardenal en Buenos Aires. Mejor aún,
ahora es usted el poderoso Papa, el Vicario de Cristo.
Y sin embargo juzgó erróneamente a estos sobrevivientes de Karadima.
Estos hombres están dañados, pero de pie. No fueron intimidados por su
infame mal carácter y desatinadas burlas. Estos hombres han sobrevivido
el peor abuso imaginable y no iban a ser silenciados por sus repetidas
amenazas vacías y viciosos ataques verbales.
Jamás esperó que las víctimas de Karadima/Barros lo superaran. A
pesar del vicioso abuso que sufrieron, estos hombres son inteligentes,
persistentes. Tienen poder; se llama Verdad.
Ellos sabían que necesitaban pruebas demostrables de que usted, papa
Francisco, estaba al tanto de los alegatos específicos del horrendo
abuso del padre Karadima mientras el obispo Barros miraba y no hacía
nada. Imagine el enojo y el estupor de estas víctimas frente al
sacerdote que miraba el abuso y no hacía nada. Nada. ¿Imagine su furia cuando se enteraron que usted honraba y elevaba a Barros como obispo de Osorno?
Usted fue arrinconado cuando el mundo vio la fotografía con el sobre
de Juan Carlos Cruz, que detallaba su sufrimiento por el abuso del padre
Karadima. Con la evidencia fotográfica y la documentación entregada al
cardenal Sean O’Malley de manos de Marie Collins en abril 2015 ¡lo
atraparon!
Lo arrinconaron cuando el cardenal O’Malley dijo a las víctimas que
la carta de Juan Carlos Cruz había sido entregada al papa Francisco.
Pasarían casi tres años hasta que la fotografía se hiciera pública
para que el mundo viera que usted recibió la evidencia, la sórdida
evidencia de la incompatibilidad de Barros para cualquier rol clerical.
Debajo está la línea de tiempo con su encubrimiento.
Establece incontrovertidamente que usted tenía el conocimiento sobre la
conducta reprensible e inadecuada de Juan Barros. Usted condujo una
campaña mediática personal y pública para destruir toda crítica contra
el obispo Barros. Usted defendió personalmente a Barros y vituperó a las
víctimas de Barros. Su propia Congregación para la Doctrina de la Fe
(CDF) investigó que este caso tenía toneladas de archivos y documentos
sobre Karadima y el obispo Barros. Usted se negó a escuchar a todo aquel
que tuviera los datos y la verdad.
El Caso Contra Francisco
Este es el caso contra el papa Francisco por ignorar y no adherirse a su propia política de tolerancia cero:
31 de ene., 2015 Carta de la Conferencia Episcopal de Chile al Vaticano protestando por el nombramiento del obispo Barros- Ignorada y Ocultada
Feb. 2015 Un
mes después, más de 1300 católicos de Osorno, junto con unos 30
sacerdotes diocesanos y varios miembros del parlamento chileno enviaron
una carta al papa Francisco suplicando que cancele el
nombramiento del obispo Barros planeado para el 21 de marzo de 2015. La
carta fue entregada al papa Francisco, sin embargo el nombramiento no
fue cancelado por Francisco. Como más tarde aprendieron los católicos de
Osorno, la política interna de la Iglesia triunfa sobre la voluntad del
pueblo.
Ignorados y Reprimidos.
3 de feb., 2015- Juan Carlos Cruz entregó una carta al embajador del Vaticano objetando el nombramiento del obispo Barros, detallando la protección de Barros al padre Karadima. Ignorada y ocultada.
21 de mar., 2015- Protesta en la misa de asunción de Barros- los medios de comunicación mundiales cubrieron la masiva protesta de los católicos chilenos por el nombramiento de Barros. Ignorada y reprimida.
31 de mar., 2015– El Vaticano de Francisco defiende públicamente
al obispo Barros, diciendo que “examinaron cuidadosamente la
candidatura del prelado y no encontraron razones objetivas para impedir
el nombramiento.” Ignorados y Reprimidos.
Abril 2015- Miembros de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores relata que en abril 2015,
enviaron una delegación a Roma para entregar personalmente al Papa una
carta sobre Barros. Marie Collins entregó la carta al cardenal O’Malley,
se le tomó una foto, y O’Malley admitió haberle dado la carta a
Francisco. Ocultada e ignorada.
Mayo 2015 Surge un video de los chilenos en la plaza de San Pedro
suplicando personalmente al papa Francisco que anule el nombramiento de
Barros: en el video, el papa Francisco se enoja y los llama
‘estúpidos.’ Reprimidos e ignorados.
Mayo 2015– La Corte Suprema de Chile envía una citación al Vaticano por información sobre el obispo Barros. Reprimida e ignorada.
Enero 2018– Viaje papal a Chile. El papa Francisco defiende nuevamente el nombramiento de Barros en la conferencia de prensa en el avión.
El papa Francisco dijo que “El día que me traigan una prueba
contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en
contra. Todo es calumnia ¿Está claro?” También dijo: “No han
venido, no se han presentado, no han ofrecido la evidencia en un juicio.
Ha quedado todo en el aire.” “El caso del obispo Barros lo hice
estudiar, investigar, lo hice trabajar mucho. No hay evidencias de
culpabilidad y, al parecer, no se van a encontrar.” Suprimidas e ignoradas.
Enero 2018 Vuelo papal del regreso al
Vaticano…confrontado por un reportero de AP, el Papa dijo: “Yo nunca oí a
una víctima de Barros. No vinieron, no dieron la evidencia.” Suprimidos e ignorados.
Este autor ha investigado muchos casos de abuso sexual eclesiástico.
Fui testigo de mentiras, amenazas, y tácticas de encubrimiento
episcopal. No es nada nuevo ni particularmente complejo. Las tácticas de
intimidación del papa Francisco demuestran los clásicos encubrimientos
insidiosos de un obispo….el obispo de Roma.
Francisco fue forzado a rendirse y aceptar la derrota por la foto con
el sobre, llena de sórdidos y violentos alegatos sobre un infame
depredador que cazaba menores. El papa Francisco recibió “la evidencia y
la prueba” de manos de su propio cardenal, el jefe de la Comisión para
la Protección de Menores. Al papa Francisco le entregaron “la evidencia y
la prueba” en abril 2015.
Cuando apareció la foto en febrero de 2018, se terminó el juego del encubrimiento papal.
Francisco ya no podía evadirlo.
Pensó que podía negar, reprimir, e ignorar las súplicas de las víctimas heridas, como había hecho tantas veces en Argentina.
Francisco, y solo Francisco, es personalmente y autoritariamente responsable por este encubrimiento despreciable.
Francisco negó repetidamente los alegatos, utilizando el poder y el
prestigio del Santo Oficio papal, cubriendo la evidencia. Y cuando lo
atrapan en su red de mentiras, ¿qué hace?
Ahora Francisco acusa y utiliza como chivo expiatorio a los 34
obispos chilenos de la Conferencia Episcopal Chilena, quienes
originalmente habían protestado contra el nombramiento de Juan Barros.
La tolerancia cero es un tropo vacío, a menos que el papa Francisco
renuncie avergonzado y pase el resto de sus años en penitencia por su
fracaso en proteger a los niños chilenos y responder a las súplicas de
los fieles católicos chilenos, las víctimas de abuso del clero, e
incontables sacerdotes chilenos.
¿Qué más podían haber hecho las víctimas y los católicos chilenos
para llamar la atención del Papa sobre este asunto? Utilizaron todos los
medios humanamente posibles para detener este peligroso nombramiento.
Como respuesta, Francisco se burló de ellos, los ridiculizó y los
insultó repetidas veces. Qué Santo Padre.
Hasta aquí llegó la misericordia del Papa.
El Colegio Cardenalicio debiera reunirse inmediatamente y remover a
Francisco, el obispo de Roma, por su grosera y grave negligencia y
complicidad, desobedeciendo sistemáticamente y abusando de su propia
política de tolerancia cero, provocando un escándalo de proporciones
épicas en la Iglesia Católica global y en la Iglesia Católica chilena.
En los lineamientos del nuevo Motu Proprio de Francisco sobre la Remoción de un Obispo, el
estándar para la remoción “En el caso de abuso de menores o adultos
vulnerables, es suficiente que la falta de diligencia sea grave.” § 3.
Tres años de evasivas papales y encubrimiento es la definición de grave.
La línea de tiempo del encubrimiento de Francisco fácilmente
demuestra la evidencia arrolladora del incumplimiento pernicioso y
excesivo del deber eclesiástico de asegurar la protección de los niños y
la integridad moral del episcopado. Finalmente, ¿protegerán los
príncipes de la Iglesia a los niños? ¿O continuarán temblando en sus
mitras frente al Papa dictador?
Próximo capítulo: Continúa el encubrimiento…
Elizabeth Yore*
*Elizabeth Yore es una abogada internacional por la defensa del niño, quien investigó casos de abuso sexual eclesiástico.
Traducido por Marilina Manteiga. (Artículo original)