domingo, 12 de agosto de 2018

2.2. La violencia doméstica: Nueva estrategia para promover la cultura de la muerte

2.2. La violencia doméstica: Nueva estrategia para promover la cultura de la muerte


"La muerte entra por la envidia del diablo y por el pecado de los primeros padres. Y entra de un modo violento, a través de la muerte de Abel causada por su hermano Caín”. Evangelium Vitae. Juan Pablo II

Las organizaciones y fundaciones antivida han encontrado una nueva manera de promover la cultura de la muerte en Latinoamérica.
En su boletín de Internet (enero 12, 2000) la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe señala entre las "formas de violencia" que "afectan a mujeres y niñas por su condición de género", la "maternidad forzada" y la "negativa de proveer servicios de salud sexual y reproductiva a adolescentes, mujeres solteras o lesbianas". Añade dicha organización que estos son "actos de violencia y discriminación contra mujeres y niñas" que violan "los derechos sexuales y reproductivos", los cuales son según ellas, "derechos humanos" de las mujeres.
Otras organizaciones anti natalistas también se han interesado ahora en denunciar la violencia doméstica. El John Hopkins Center for Communications Program en su "Population Reports" (edición de Internet, 1/24/2000), describe el "embarazo no deseado" como un "riesgo"y recomienda la "anticoncepción de emergencia". Este término no es más que un eufemismo para tratar de justificar el aborto en las primeras etapas del embarazo (antes de la implantación), mediante la "píldora de la mañana siguiente" o el DIU (dispositivo intrauterino).


Añade el informe ya mencionado, que "los que promueven la planificación familiar y otros trabajadores en el campo de la salud de la reproducción tiene una responsabilidad especial de ayudar" a estas mujeres porque este "abuso" tiene "un impacto grande en la salud reproductiva y el bienestar sexual de las mujeres". El informe también expresa la preocupación de que "las mujeres nunca escaparán a la violencia mientras tengan que depender económicamente del hombre y deriven su valor en la sociedad exclusivamente de su papel de esposa y madre". Esta última afirmación no es cierta porque EE.UU. tiene el porcentaje más alto de mujeres que trabajan fuera del hogar y sin embargo la violencia doméstica ha aumentado en los últimos años a proporciones alarmantes.
UNIFEM, entidad de las Naciones Unidas que otorga fondos a grupos feministas en Latinoamérica, incluye el término "embarazo forzozo" ("forced pregnancy" o "maternidad forzada"), en la definición de violencia doméstica que tiene en su sitio web. (Información obtenida 2-28-2001.)
Por supuesto, la IPPF - Federación Internacional de Planificación de la Familia por sus siglas en inglés- no se ha quedado atrás en lo que concierne a sacarle ventaja a esta nueva estrategia. En 1998 recibió de una sola fundación - la William H. Gates Foundation- más de 3 millones de dólares en un solo año para cuatro proyectos, uno de los cuales era para "combatir la violencia basada en el género en Latinoamérica". La Comisión Europea contribuyó con $1.67 millones. (IPPF/WHR, 1998 Annual Report)
PLAFAM- la afiliada de la IPPF en Venezuela- "unió sus fuerzas con las ONGs feministas para lograr la aprobación de una ley en contra de la violencia de género, la cual entró en vigor en 1999." Después "restructuraron sus servicios para incluir la identificación de las víctimas y servicios de consejería psicológica" en los cuales por supuesto incluyen los de "salud reproductiva" (anticonceptivos y abortivos). (Revista "Forum" de la IPPF, diciembre de 1999.) La IPPF tiene proyectos similares en la República Dominicana y el Perú. BEMFAM- afiliada de la IPPF en el Brazil- planea un proyecto igual con una donación muy generosa de la Alfred Jurzykowski Foundation. (Revista "Forum" de la IPPF, diciembre de 1999.)
Las Naciones Unidas dio un paso para incluir los derechos sexuales y reproductivos que incluyen el aborto, entre los derechos humanos reconocidos por el derecho internacional. Existe un tratado llamado "CEDAW" (Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer) que ha sido ratificado por una gran cantidad de países (incluyendo algunos en Latinoamérica), el cual obliga específicamente a los Estados que lo ratificaron a tomar las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra las mujeres hecha por cualquier persona, organización o empresa. Lamentablemente, entre esas "violaciones basadas en el género" se incluye ‘la negación de las elecciones reproductivas". (Noticias de la ONU, Gacetilla No. 289, 17 de enero de 2000.) Es fácil deducir que puesto que alegan que el negarle el derecho a los anticonceptivos, los abortivos y el aborto a una mujer constituye violencia doméstica y viola sus derechos humanos fundamentales, todos los Estados que ratifiquen la Convención (CEDAW) se verán obligados a revisar y cambiar sus leyes.
Es importante que el movimiento pro vida ayude a las mujeres que sufren debido a la violencia doméstica, no solo porque todo lo que dañe a los seres humanos debe ser una preocupación de dicho movimiento, sino también para evitar que el movimiento antivida utilice el abuso de las mujeres para entrar hasta en nuestras propias iglesias a promover la cultura de la muerte.