4-5 Introducción
4-5 Introducción
Podríamos
definir la ideología, en un sentido peyorativo del término, como un
sistema de ideas que pretende ser una descripción científica y verdadera
de la realidad social, pero que en el fondo no es más que una
construcción conceptual falsa, cuyo propósito es darle una apariencia de
legitimidad a los que detentan el poder o a los que buscan dominar la
conciencia colectiva.
Este tipo de ideología es la que parece
caracterizar a los que promueven el control demográfico, quienes
utilizan para ello una falsa propaganda acerca de la "sobrepoblación"
mundial. Como señala el investigador Anthony C. LoBaido: "Es quizás la
campaña de desinformación más grande de la historia: que el planeta está
excesivamente sobrepoblado y que, a menos que se haga algo para limitar
el crecimiento demográfico, el resultado será la calamidad" (1).
LoBaido prosigue diciendo que los alarmistas de la "sobrepoblación"
insisten en que "la hambruna y el agotamiento de los recursos...son las
razones principales que justifican la limitación de la reproducción
humana" (1).
LoBaido se queja, y con razón, de que, lamentablemente,
"son pocos los que pueden presentar los datos que repudian esta errónea y
acientífica suposición" (1). Nosotros nos atrevemos a decir que quizás
más bien son pocos los que están dispuestos a hacerlo.
Un poco de historia...y de histeria
La
histeria contemporánea en torno a la "sobrepoblación" comenzó en 1968
con la publicación de una obra, luego muy difundida, titulada The
Population Bomb ("La bomba de la población"). Su autor, Paul Ehrlich,
fue mentor de Al Gore, el actual vice-presidente de Estados Unidos, que
comparte ideas similares con los propagandistas del control demográfico y
con sus socios ideológicos: los ambientalistas extremistas.
En su ya
mencionado libro, Ehrlich, quien ni siquiera era demógrafo, predijo que
"nos reproduciremos hasta caer en el olvido" (1), es decir, hasta la
extinción. "Basados en esta suposición, los contribuyentes en Estados
Unidos están gastando miles de millones de dólares en programas de
control demográfico a través del mundo. La mayoría de esos programas se
llevan a cabo en países del tercer mundo, que están poblados por gente
de piel oscura, amarilla, cobriza o negra" (1).
El actual movimiento
en pro del control demográfico hunde sus raíces en las ideas de Thomas
Malthus. "Malthus, de origen británico, es una figura histórica de gran
notoriedad. Su obra más estudiada, An Essay on the Principle of
Population... ("Un ensayo sobre el principio de la población..."), fue
publicado por primera vez en 1798. Este libro proponía la tesis de que
la sobrepoblación destruiría el mundo, a no ser que la guerra y la
enfermedad controlaran el crecimiento de la población humana. Pero se ha
demostrado que dicha tesis estaba completamente equivocada" (1).
"Malthus
pensaba que, como la población aumenta exponencialmente, mientras la
producción de alimentos sólo aumenta aritméticamente, que esta última no
podría de ningún modo mantenerse al mismo nivel que el creciente número
de estómagos vacíos. Irónicamente, Malthus predijo una inanición a gran
escala en la víspera de una de las mayores expansiones agrícolas que la
humanidad ha conocido. En los países libres, el hambre ha sido
eficazmente eliminado" (1).
Implosión demográfica, en vez de "sobrepoblación"
Lo
cierto es que, en vez de estar experimentando una "sobrepoblación", la
humanidad está sufriendo actualmente una peligrosa implosión
demográfica. De hecho, "la población mundial está envejeciendo y
disminuyendo. A medida que las tasas de fertilidad disminuyen y el
aborto, la anticoncepción y la longevidad aumentan, el mundo entrará
pronto en un nuevo paradigma en el cual los ancianos serán más numerosos
que los jóvenes" (1). Considérese lo siguiente: "En 1975, la edad
promedio en el mundo era de 22 años. Para el 2050, ésta será de 38. En
particular, Europa, Korea del Sur y Japón recibirán el impacto más duro
de este fenómeno" (1).
Para poder apreciar debidamente el peligro
para la humanidad que constituye la actual implosión demográfica,
invitamos al lector a que preste mucha atención a la información que
sigue.
Europa: Los jóvenes disminuyen y los ancianos se quedan sin pensión
"En
1950, el 32% de la población mundial vivía en los países desarrollados
del occidente, así como en Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. En la
actualidad, ese porcentaje ha disminuído hasta alcanzar el 12%. En 1900,
Europa tenía el 25% de la población mundial. Para el 2050, Europa
tendrá solamente el 7%" (1).
España es uno de los casos más
paradigmáticos. "El aborto está muy difundido en esa nación...[la cual]
se encuentra en un declive moral...Las mujeres españolas tienen un
promedio de 1,07 hijos, mucho menos del 2,1 que se necesita para
mantener la población. Hoy España tiene 39,4 millones de habitantes, una
cifra que comenzará a disminuir en las próximas décadas" (1).
Pero
hay más todavía. El Presidente de la Comisión Europea advirtió
recientemente a los gobiernos, que para el 2005 cerca de la tercera
parte de la población de ese continente estará cobrando sus pensiones.
Romano Prodi, de Italia, también advirtió que el gobierno será quien
pague casi todas las pensiones, es decir, los contribuyentes europeos
cargarán con los gastos. La advertencia de Prodi se suma a una serie de
predicciones desoladoras en relación con los resultados del control
demográfico (2).
Luego de décadas de propaganda alarmista acerca de
la "sobrepoblación" y de programas, apoyados por los gobiernos, para el
"crecimiento cero de la población", la mayoría de los países europeos ya
no se están reemplazando a sí mismos demográficamente. La Organización
de Naciones Unidas (ONU) informa que 61 países, y toda Europa, están
sufriendo una "fertilidad por debajo del nivel de reemplazo", es decir,
por debajo del 2,1 ya mencionado. Los expertos predicen que esta cifra
aumentará a unos 80 países para el año próximo del 2001 (2).
Los
expertos también predicen que, para el 2050, la población de Italia
disminuirá en un 28%, o sea, 41 millones de habitantes menos. También
predicen que la Unión Europea en su totalidad sufrirá una implosión de
18 millones de personas más que la que sufrirá Estados Unidos, cuya
población todavía continúa creciendo gracias a la inmigración (2).
Pero
los problemas demográficos no sólo están afectando a Europa occidental.
Los países ex- comunistas de Europa oriental tienen problemas
demográficos aún peores. En un informe emitido recientemente por la
Comisión Económica de la ONU para Europa, se predice que, para el 2050,
los niveles de la población disminuirán en un 33% en los países
ex-comunistas. El informe declara que los países de Europa oriental
tienen las tasas de fertilidad más bajas del mundo. Las últimas cifras,
de 1998, revelan que las mujeres tienen un promedio de 1,3 hijos en
Europa oriental, comparado con el de 1,6 de Europa occidental (2).
El
resultado inmediato de la "fertilidad por debajo del reemplazo" es una
población envejeciente. A medida que la población anciana llega a la
edad de retiro, tiene que depender de un seguro social y de sistemas de
salud de rápida expansión. Este problema se duplica porque un
disminuyente número de trabajadores más jóvenes y productivos no puede
suplir las crecientes necesidades de la población de mayor edad (2).
El
problema de Europa se exacerba aún más debido a que las leyes permiten
la jubilación a una edad demasiado temprana para ello. Italia permite a
sus trabajadores restirarse a los 50 años. Aunque la edad legal para el
retiro, en la mayor parte de Europa, es a los 65 años, la sanción
económica para la jubilación temprana es tan pequeña que muchos optan
por dicha jubilación de todas maneras. Según un informe publicado en el
Herald Tribune, la edad promedio de retiro para los hombres es de 61
años y para las mujeres, de 58. Un informe reciente de la ONU demostró
la necesidad de un aumento dramático de la inmigración para suplir la
carestía en la fuerza laboral europea. Ello parece ser políticamente
infactible, ya que desafortunadamente han surgido sentimientos
anti-inmigrantes ante el número relativamente pequeño de trabajadores
extranjeros en Europa. De hecho, han surgido partidos políticos que se
oponen vehementemente a la inmigración (2).
A los expertos Pro vida
también les preocupa que la situación europea de poblaciones que
envejecen rápidamente y que causan que los servicios sociales se estiren
excesivamente será un caldo de cultivo para el aumento de la falsa y
criminal "solución" de la eutanasia. Ya esta infame práctica se está
llevando a cabo en Holanda (2).
En peligro las niñas asiáticas
El
gobierno chino tiene una horrible política de un solo hijo por familia.
"Pero ahora el gobierno chino está comenzando a cuestionar dicha
política. Como la mayoría de los chinos quieren hijos varones, abortan a
las niñas a gran escala. No es fuera de lo común que una familia china
mate a su hija de dos o tres años, si la madre se embaraza de nuevo con
un hijo. Dentro de 100 años, China tendrá mucho más niños que niñas"
(1).
"Corea del Sur tiene un problema similar. Debido a los abortos
de niñas, hoy en día la población infantil de los centros para
pre-escolares de Seúl está constituída aproximadamente por un 60% de
varoncitos" (2).
Una población numerosa no es la causa de la pobreza
"Las
principales ciudades de Asia, Bangkok, Seúl, Singapur, Tokío y Hong
Kong, están sobrepobladas, sin embargo, son prósperas. Por ejemplo, Hong
Kong, Singapur, y Taiwán...son unas de las naciones más ricas de Asia,
si no del mundo. Taiwán tiene una densidad demográfica de 1.460
habitantes por milla cuadrada [= 912.5 habitantes por kilómetro
cuadrado]; mientras que China tiene una densidad demográfica de 360
habitantes por milla cuadrada [= 225 habitantes por km2]. Sin embargo,
según el World Fact Book 1999, el producto interno bruto per cápita de
Taiwán era de $16.500; mientras que el de China era de $3.600" (2).
Por
otro lado, las densidades demográficas de África y América Latina,
continentes por lo general pobres, son de solamente 80 y 55 habitantes
por km2, respectivamente. Sin embargo, la de Europa, continente por lo
general desarrollado económicamente, todavía es de 213 --casi 3 veces la
de África y casi 4 veces la de América Latina (3).
De hecho, la
población mundial actual, de aproximadamente 6 mil millones de personas,
sólo ocupa el 1% de la superficie firme del planeta y, matemáticamente
hablando, cabe cómodamente, según el típico hogar estadounidense, en el
Estado de Téjas, ¡dejando al resto del mundo completamente vacío! (4).
Verdaderamente LoBaido tenía razón al decir que el mito de la
"sobrepoblación" es "quizás la campaña de desinformación más grande de
la historia".
La causa de la pobreza no es la "sobrepoblación". De
hecho, se necesita un cierto nivel elevado de población para que la
economía pueda funcionar con eficiencia. Los obreros y los labriegos,
por ejemplo, tienen que ser abundantes y estar cerca unos de otros para
poder fabricar máquinas, construir carreteras o cultivar la tierra con
eficiencia. Las causas de la pobreza hay que situarlas en la mala
administración, en la corrupción gubernamental, en la centralización
estatal de la economía, en la injusticia social, en el capitalismo sin
regulación alguna por parte del Estado, en las guerras y en las
catástrofes naturales; no en una elevada población como tal.
El control demográfico y el poder ideológico
Los
principales promotores del control demográfico mundial son el
Departamento de Estado de Estados Unidos y la Organización de Naciones
Unidas (ONU). Las medidas que estas dos entidades toman para este
propósito reciben gran parte de sus fondos de fundaciones en Estados
Unidos, como la Ford y la Rockefeller. Ted Turner, el fundador de la
CNN, también es uno de los que más contribuye a la ONU para el control
demográfico. Cuando ciertos congresistas de Estados Unidos amenazaron
con no pagar la cuota estadounidense a la ONU, si dicha cuota iba a ser
usada para establecer clínicas de abortos en el extranjero, Turner donó
cientos de millones de dólares a la ONU. Bill Gates, el dueño de la
gigantesca empresa de computadoras Microsoft, también ha donado muchos
millones de dólares al control demográfico y al aborto. No cabe duda de
que el aborto y el control demográfico son unas de las prioridades más
importantes de las potencias y de las élites dominantes de occidente (2)
y (7).
Se podría especular mucho sobre cuáles son los motivos de los
que promueven el control demográfico mundial. Nos parece que el
discernimiento espiritual cristiano tiene la respuesta. Durante mucho
tiempo la reflexión cristiana ha llegado a la conclusión de que los tres
grandes enemigos de la persona, en su dimensión ética, son el amor al
dinero, al placer y al poder.
No cabe duda de que el dinero, o mejor
dicho, la seguridad de continuar ostentando el poder económico, es uno
de los motivos por los cuales las naciones poderosas controlan las
poblaciones de los países en desarrollo. Ya en otra publicación hemos
abundado sobre este punto (5). Aquí nos limitamos a decir que, a
principios de los 70, el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió
un documento, El Informe Kissinger, en el cual se afirmaba que los
intereses económicos de ese país exigían el control demográfico de los
países menos desarrollados. El temor a un agotamiento de las materias
primas en esos países, a causa de un crecimiento demográfico
"descontrolado", era una de las razones aducidas (5).
En cuanto al
placer, tampoco cabe duda de que tanto el aborto como la anticoncepción
prometen (aunque no siempre lo cumplen) a sus usuarios (y más aún, a los
"compañeros varones" de sus usuarias), una vida de promiscuidad o de
libertinaje sexual sin límites.
¿Y el poder? ¿Dónde entra el ansia de
poder en todo esto? En el Informe Kissinger, ya mencionado, se afirmaba
también que un crecimiento demográfico "desmedido" de la población en
los países en desarrollo podría consituirse en una tentación a la
rebeldía contra los países ricos (5).
Pero nos parece que el ansia de
poder en relación con la promoción del control demográfico tiene otra
variante. Se trata del ansia de poder ideológico por el puro placer del
poder. El poder desmedido es una adicción. Alguien ha dicho que "el
poder absoluto corrompe absolutamente". No estamos hablando simplemente
de un poder económico o político, sino de un poder ideológico, es decir,
de ejercer poder, o mejor dicho, de dominar y determinar la
ideosincracia de los pueblos. Un dictador podrá dominar política y
económicamente a un pueblo, pero no podrá dominar la mentalidad de todos
sus habitantes. Siempre habrá disidentes. Pero lo que parecen pretender
los que promueven la escondida y sutil guerra contra la población pobre
del mundo es engañarla (seducirla es la palabra más exacta, pues se
trata de la explotación de la dimensión más íntima y vulnerable de la
persona humana: su sexualidad) --y engañarla de tal forma, que los
mismos miembros de esa población crean ingenuamente que se les está
haciendo un bien. De ese modo, ellos mismos cooperarán alegremente con
su propia extinción.
A los nazis y demás asesinos en masa del siglo
pasado, se les ha llegado a reconocer como lo que fueron: genocidas
perversos. Tanto su poderío militar y su manera infame de comportarse,
por un lado, como el desvastado aspecto de sus inocentes víctimas, por
el otro, no dan lugar para las dudas, ya no engañan a casi nadie. Pero,
¿qué decir de los que con exquisitos ademanes, atractivas frases
eufemísticas y elegantes vestidos trabajan en impecables oficinas o
participan en prestigiosos foros internacionales, donde se decide la
suerte de millones de víctimas inoncentes, cuyo número anual supera al
de todas las guerras y masacres juntas del pasado? A estos últimos,
pocos los reconocen por lo que son. Y, ¿por qué?
Los tontos útiles
Decíamos
al comienzo de este artículo que el investigador LoBaido se quejaba de
que "son pocos los que pueden presentar los datos que repudian esta
errónea y acientífica suposición", es decir, de la falsa
"sobrepoblación". ¿Por qué? Se nos antoja pensar que ello se debe a dos
posibilidades: 1- a que la mayoría de los que tienen en su poder los
datos correctos trabajan a favor del establishment, es decir, mienten y
tergiversan los datos por conveniencia o 2- que los que no tienen los
datos correctos, pero están en posición de tenerlos (intelectuales,
estudiosos, miembros del academia, miembros de la prensa, gobernantes y
el público en general) o son cómplices de los primeros o son tontos
útiles que se tragan a boca llena lo que dicen Naciones Unidas, Al Gore o
los Paul Ehrlich de la actualidad.
Todos los años el gobierno de
Estados Unidos suministra millones de dólares de los contribuyentes a
organizaciones que promueven los anticonceptivos abortivos y el aborto
(todos ellos dañinos y a veces fatales también para las mujeres). Entre
esas organizaciones se encuentran la Federación Internacional de
Planificación de la Familia (IPPF, por sus siglas en inglés) y el Fondo
de Población de la ONU (FNUAP o UNFPA, por sus siglas en inglés) (6),
que ha colaborado con el infame programa del gobierno chino de un solo
hijo por familia, que incluye abortos y esterilizaciones forzosas e
infanticidios de niñas. El propio Fondo para la Infancia de la ONU
(UNICEF) también está involucrado de cierta forma en este genocidio, por
cuanto su red de contactos a través del mundo es útil a la IPPF y al
FNUAP (6). ¿Y por qué sigue la gente cooperando tontamente con estas
organizaciones o permitiendo sin protestar que sus impuestos sean
utilizados para matar inocentes criaturas no nacidas y para destruir
familias alrededor del mundo? La única respuesta posible es la
ignorancia, fruto de la complicidad cobarde e irresponsable de los
medios de comunicación y, al mismo tiempo, la falta de sinceridad y
esfuerzo en la búsqueda de la verdad por parte de dichos medios y
también por parte del público en general.
Una cosa es cierta,
nosotros los cristianos, que nos gloriamos de conocer al que es "el
Camino, la Verdad y la Vida" (Juan 14:6), tenemos que dejar de ser
tontos útiles en manos de los que promueven el genocidio más grande la
historia de la humanidad. No podemos seguir como avestruces ignorando
que cada año el aborto quirúrgico mata a más de 50 millones de criaturas
no nacidas, que el aborto causado por los principales anticonceptivos
mata a más de 140 millones en el mismo período de tiempo y que todos los
años son decenas de miles los ancianos y los enfermos que mueren
víctimas de la eutanasia. Y no hablemos de los millones de mujeres
lesionadas física y psicológicamente (por no decir muertas) por el
aborto legal o ilegal, ni de los millones de niños y jóvenes cuya
integridad psicológica y moral ha sido perturbada seriamente por los
programas de la mal llamada "educación" sexual --por no decir víctimas
del SIDA y de muchas otras enfermedades venéreas, ante las cuales el
preservativo vale lo que el casco de un soldado fuera de su trinchera
ante una lluvia de balas.
Conclusión
El
conocimiento verdadero, unido al amor, da poder; pero no el poder para
dominar, sino para servir a nuestros semejantes. ¡Dejemos de ser tontos
útiles e informémonos! Vida Humana Internacional está aquí para
ayudarlos en esta tarea tan importante. Únase a Vida Humana
Internacional para juntos luchar contra esta "cultura" de la muerte y
para construir la cultura de la vida y la civilización del amor.