La partidocracia según Castellani -
Leonardo Castellani
El sufragio
universal individualista y atómico, presunto medio de selección de los mejores,
desvirtuado por el fraude de un lado; y del otro hecho caldo y campo de la más
cruda demagogia. El “sistema de partidos” ha llegado rápidamente al término de
su evolución natural, que es la de engendrar dos hermanos siameses perfectamente
mellizos en su fisonomía moral, formados por dos oligarquías (que son una sola)
de profesionales de la política, entendiendo por política, no tanto
el arte de gobernar, como el arte de llegar al poder, y en el caso, el arte de
ganar elecciones. La intervención secreta de las grandes fuerzas inhumanas y
ciegas de la economía internacional. La selección al revés, que arroja casi
automáticamente en la Sociedad los elementos virtuosos y nobles fuera de la
actividad política convertida ya en asunto sucio y especialidad de
inescrupulosos y audaces, sino bribones. La concusión, el peculado, el
negociado, el coimeo, la gravísima corrupción civil que consiste en la compra y
venta de las funciones de servicio público. Un régimen en su conjunto suntuario
y apariencial, discontinuo, inicuo en sus exacciones, injusto y pródigo en sus
erogaciones, lastrado de agobiante burocracia, ineficaz y farolero, haciendo
iluminaciones y museos de arte decorativo mientras desfallecen las grandes
funciones vitales de la justicia legal, de la justicia social y la moral
pública. Y para coronar el cuadro, la visión del horizonte próximo cerrada, sin
verse camino de remedio radical fuera de una revolución violenta que comporta
los más agudos riesgos.
Leonardo Castellani: “La
reforma de la enseñanza”, Bs. As., Ediciones Vórtice, 1993, pag. 218
Enviado por Santiago
Mondino
Nacionalismo
Católico San Juan Bautista