Pascendi Dominici gregis es una carta encíclica papal promulgado por San Pío X el 8 de septiembre de 1907.
El papa condenó el Modernismo teológico, y toda una serie de principios relativos a la evolución dogmática católica. Pío X instituyó comisiones para limpiar el clero de doctrinas contrarias a la fe católica, evitar la propagación del modernismo entre teólogos y que tuviera consecuencias litúrgicas.
Fue obligatorio el hacer un juramento antimodernista por parte de todos los obispos católicos, sacerdotes y maestros para obligarlos a llegar a términos claros con la fe que ellos profesaban. Este juramento se mantuvo en vigor hasta que fue abolido por Pablo VI en 1967. Después de su abolición sólo hicieron este juramento los cuatro obispos de la Fraternidad San Pío X y los dos prelados de la Administración Apostólica Personal de San Juan María Vianney.
Los católicos tradicionalistas se apoyan en este documento papal como prueba de que antes del Concilio Vaticano II, los papas se preocuparon profundamente sobre los peligros doctrinales y los enemigos de la ortodoxia que se infiltraban en la Iglesia Católica.
El papa condenó el Modernismo teológico, y toda una serie de principios relativos a la evolución dogmática católica. Pío X instituyó comisiones para limpiar el clero de doctrinas contrarias a la fe católica, evitar la propagación del modernismo entre teólogos y que tuviera consecuencias litúrgicas.
Fue obligatorio el hacer un juramento antimodernista por parte de todos los obispos católicos, sacerdotes y maestros para obligarlos a llegar a términos claros con la fe que ellos profesaban. Este juramento se mantuvo en vigor hasta que fue abolido por Pablo VI en 1967. Después de su abolición sólo hicieron este juramento los cuatro obispos de la Fraternidad San Pío X y los dos prelados de la Administración Apostólica Personal de San Juan María Vianney.
Los católicos tradicionalistas se apoyan en este documento papal como prueba de que antes del Concilio Vaticano II, los papas se preocuparon profundamente sobre los peligros doctrinales y los enemigos de la ortodoxia que se infiltraban en la Iglesia Católica.