Como se pide
La
diplomacia vaticana de Francisco y Parolín: funcional a la tiranía
castrocomunista del NOM en Venezuela
En la primera semana de septiembre del
corriente el Profesor Dr. Carlos
Augusto Casanova Guerra (51), católico venezolano exiliado en Chile con
su mujer y cinco hijos, visitó Buenos Aires para participar de un Congreso de
Filosofía del Derecho en la Universidad Católica Argentina. Tiene una fecunda
trayectoria académica en Venezuela, Estados Unidos, Liechtenstein y en Chile.
Ha publicado 8 libros y numerosos
artículos. https://onepeterfive.com/author/cguerra/.
Luego de firmar la carta que 45 teólogos dirigieron al Papa Francisco en línea
con las dubia de cuatro cardenales
sobre el escándalo de los errores de Amoris Laeticia, fue “misericordeado”
perdiendo su cátedra en una universidad chilena.
Tuve el gusto de conocerlo personalmente y de
conversar sobre la dramática y dolorosa
situación de la Venezuela contemporánea. A continuación sigue una
síntesis de su testimonio, análisis y críticas.
Rómulo Betancourt (1908-1981), ex miembro del
partido comunista venezolano, era un político de izquierdas cuando asumió como
Presidente de Venezuela en 1959. Entonces su amigo, el historiador y publicista
Mariano Picón Salas, lo persuadió que un gobierno de orientación marxista era
una locura para Venezuela. La desilución de los revolucionarios comunistas
venezolanos y cubanos fue mayúscula. Por lo cual redoblaron la apuesta y
decidieron desembarcar en Venezuela. Betancourt y el ejército los aplastaron. Fidel Castro y sus aliados comunistas continentales
juraron venganza. El camino elegido fue la estrategia sin tiempo típica del
comunismo: la infiltración de las instituciones de estado.
Entre los años 1960 y finales de los 90 Venezuela
progresó desde un punto de vista económico y social. La falta de renovación
polítca, el desgaste y la corrupción de la partidocracia
liberal-socialdemócrata favorecieron el ascenso de un militar de izquierdas
como Hugo Chávez Frías (su hermano y mentor ideológico era un conocido profesor
comunista). Detrás de una fachada nacionalista de izquierdas, de una retórica antiimperialista
y de un estilo demagógico y populista, la influencia política de Chavez Frías
creció, hasta llegar a la Presidencia de Venezuela. Luego de diversos avatares,
Chávez logró consolidar su “Revolución socialista Bolivariana”, régimen de
progresivo control totalitario, con el respaldo ideológico del Foro de San
Pablo y la ayuda del régimen cubano,
cuyos agentes cooptaron y manejan hasta hoy el aparato del estado venezolano, a
cambio de abundantes petrodólares que van directamente a La Habana a sostener
su misérrima economía, y a financiar la “marea rosa” latinoamericana (Morales,
Correa, Lula, Kirchner, etc). Todo esto con el consentimiento tácito de las
democracias liberales del Nuevo Orden Mundial, el cual como bien se ha dicho,
opera el equilibrio de un sistema global de explotación, usura, alienación
cultural y demográfica de cuño totalitario, cual un ciclista, es decir,
presionando a derechas y a izquierdas en las bandas del sistema.
(Recordemos, a modo de ejemplo de la
naturaleza dialéctica intrínseca del sistema democrático mundialista dominante,
cómo cuando en 1989 cayó el muro de Berlín, liquándose el poder comunista
soviético, en “Occidente” se alimentó con recursos y operaciones encubiertas de
todo orden un nuevo polo dialéctico : el narco-terrorismo en America Latina. En
el Sudoeste Asiático y en Medio Oriente, el fantasma del terrorismo islámico).
Muerto Chávez en La Habana en marzo del 2013,
hoy en Venezuela se asiste al desguase del país con vistas al reparto de sus
inmensas riquezas y reservas de petróleo, oro y otros codiciados minerales, por
parte de los Estados Unidos, China, et al. y la usura internacional, que medran
en el caos).
Venezuela
bajo la tiranía del regimen castro-comunista
que encabeza el agente cubano de origen colombiano Nicolás Maduro está
literalmente devastada: el aparato productivo agroindustrial destruído, el
pueblo con hambre, la deuda externa por las nubes para benefico de la usura
internacional (Goldman Sachs), una gravísima crisis demográfica consecuencia de
las campañas de esterilización ‒conforme las instrucciones del Memorandum 200
de Henry Kissinger‒ y de la fuga de más de tres millones de venezolanos de
clase media ‒los más capacitados profesionalmente‒ exiliados en Colombia,
Estados Unidos , Chile, Brasil, Ecuador, la Argentina etc. Los derechos humanos
pisoteados: según el Profesor Casanova Guerra,
en lo que va del régimen chavista ‒casi
20 años‒ se han producido más de 400.000 asesinatos a manos de las fuerzas
parapoliciales del gobierno y de los “revolucionarios de baja intensidad” (Foucault),
delincuentes comunes liberados y respaldados por el chavismo.
En este contexto, el pueblo desarmado ha
resistido manifestándose valientemente en las calles y poniendo
en evidencia la ilegitimidad del régimen, a pesar de la infiltración chavista
de la oposición: los Borges y Caprile, por ejemplo, son traidores funcionales a
la tiranía de Maduro y Diosdado Cabello. No así los encarcelados Leopoldo López
(41) y Antonio Ledesma, alcalde de Caracas.
Sin embargo, en momentos en que el régimen
tambalea, los demócratas globalistas salen al rescate de régimen con “mesas de
diálogo”. Y la diplomacia vaticana de
Francisco y su Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolín ‒bomberos
al servicio del Nuevo Orden Mundial‒, está desempeñando un papel vergonzoso. El
Cardenal Parolín dijo recientemente en una entrevista publicada por Vatican Insider el 3 de agosto
del 2017, que la diplomacia de la Santa Sede es una diplomacia de “paz”,
sin “intereses de poder, político, económico o ideológico”. Es “proactiva,
no tanto reactiva”. En relación con Venezuela, agregó que lo importante es
tener en cuenta “las condiciones de la población y el bien común, que
deben antemponerse a cualquier otra cosa”. Parolín, carente de todo realismo, obligaba
a la oposición a negociar e ir a elecciones. Y ahora a aceptar una Asamblea
Constituyente del todo ilegítima.
Ya en el 2014, mientras los obispos
venezolanos, solidarizándose con el pueblo oprimido, denunciaban que régimen de
Nicolás Maduro llevaba el país al totalitarismo, el Nuncio Apostólico de la
Santa Sede, Monseñor Aldo Giordano, afirmó que el gobierno estaba buscando “el
bien común” , que “cualquier uso de la fuerza es ilegítimo y que el diálogo es
siempre un deber moral”.
Entonces, el Dr. Carlos Casanova Guerra se
pregunta con realismo:
“¿No saben
Francisco, Parolín y el Nuncio que “un movimiento totalitario como el comunismo
no busca el bien común, que los totalitarismos no negocian, excepto cuando se
sienten débiles y sólo con la esperanza de ganar tiempo para hacerse fuertes y
suprimir al oponente, que para ellos es siempre un enemigo?. ¿No saben que la
compañía Smartmatic, responsable del control del sistema electrónico del
escrutinio, reconoció fraude?” Y agrega: “Si el Vaticano no quiere inmiscuirse en
derrocar una tiranía totalitaria, ¿no debería al menos mantenerse al margen y
simplemente hacer lo posible por proteger de la manera más efectiva posible los derechos de todos y especialmente
de los cristianos?” “ No es
acaso el régimen chavista el único que viola los derechos humanos y que está
llevando adelante un verdadero genocidio?” “Cómo puede equipara a un pueblo
oprimido, desesperado y desarmado manifestándose en las calles con un régimen
opresor y represor armado hasta los dientes?”
Mirando un poco más allá, en Colombia, el
profesor Casanova Guerra vuelve a preguntar: “¿cómo puede el Papa Francisco salir a garantizar acuerdos de paz con las
FARC, una organización narco-terrorista comunista activa abastecida por Venezuela,
Cuba, diversos traficantes y aún colaboradores de la CIA,* cuando el pueblo
colombiano los rechazó mediante un referendum cuya validez fue
ratificada el 5 de agosto de 2017 por el Consejo de Estado de Colombia?”
Finalmente, católico fiel defraudado por la
errada política vaticana, Casanova Guerra dice casi clamando transido de dolor por
el estado de su patria:
“No deseo ver a futuros historiadores
sostener que un papa ayudó a que el régimen totalitario chavista consumara un
genocidio. El Papa Francisco y su Secretario
de Estado Parolín deben rectificar urgentemente el curso de la diplomacia
vaticana en Venezuela y en Colombia so pena de ser coresponsables del
latrocinio y los crímenes de lesa humanidad de un régimen negador de la paz y
el bien común del pueblo católico venezolano”.
Luis Alvarez Primo
Bella Vista, 16 de
septiembre de 2017
Festividad de San
Cornelio y San Cipriano
*(El Tiempo, 25/01/2004, Germán Castro
Caycedo http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1541567)