LA ARGENTINA DERROTADA
En las elecciones "primarias" del 13 de Agosto la Argentina fue
derrotada por el fraude y la mentira. El fraude, no sólo en los
cómputos, sino por el engaño de promesas incumplidas y el ocultamiento
de los daños morales, políticos y económicos causados por el gobierno. Y
la mentira de supuestos logros inexistentes, proclamada mediante
abundante propaganda macrista pagada con fondos del Tesoro nacional.
Por otra parte, Macri ha demostrado en varios gestos políticos su
simpatía por el peronismo y aunque se presenta como el libertador del
poder peronista para ganar los votos de quienes aborrecen esa lacra
nacional, cualquier persona con un poco de memoria recordará que su
partido, cuando decidió pasar de la presidencia de Boca Juniors a la
política, fue fundado con la indispensable ayuda de Miguel Angel Toma,
jefe del peronismo de la Capital Federal, y que no hace mucho Macri
declaró: "cada día soy más peronista", y está rodeado de funcionarios
peronistas.
Además, a pesar de haber jurado en su campaña presidencial que
acabaría con la corrupción y con "el curro" de los derechos humanos, no
hizo ninguna de las dos cosas. Los corruptos del kirchnerismo se ríen de
las acusaciones, empezando por la primera de ellos, la ex-usurpadora
presidencial actúa con total libertad, con guardia personal y numerosos
automóviles pagados con fondos del Estado y hasta se dio el lujo de
presentarse como candidata a Senadora por la Provincia de Buenos Aires.
Mientras tanto, los secuestrados políticos siguen presos y son
alrededor de 2.000, otros 420 han muerto víctimas de sendos homicidios
de Estado, más de 50 desde que Macri asumió la presidencia, y continúa
la persecución contra ellos y otros que van siendo agregados a la lista
de las víctimas de ese infame "curro", declarado por Lorenzetti,
Presidente de la Corte, como una "política de Estado", o sea, una
"política" en la cual actúan asociados los tres poderes, en abierto
prevaricato de los jueces, que son los mismos del kirchnerismo.
El gobierno festeja el resultado electoral como un triunfo
oficialista. Y es verdad, pero no es un triunfo obtenido con el apoyo de
una mayoría de votantes. Es el éxito de la delincuencia política más
descarada del peronismo y la gran derrotada es la Argentina.
En efecto, si se leen los resultados publicados el 14 de Agosto,
puede verse que los cuatro partidos con mayor porcentaje de votos (no se
sabe ni se sabrá nunca, gracias a los eficientes servicios de INDRA,
cuánta gente votó realmente: yo sospecho que hubo una enorme abstención,
más del 50%), son todos peronistas, incluyendo al PRO, la Kirchner,
Massa y Randazzo. Ellos tuvieron un total del 89,7% de los votos y la
izquierda extrema, un 5,45%, de manera que, en total, es un 95,15% del
electorado el que habría sufragado por partidos peronistas (que es un
marxismo nacional) o por partidos abiertamente marxistas.
Todos ellos apoyan el encarcelamiento y el homicidio por abandono de
persona de los secuestrados políticos, víctimas de una saga de
prevaricatos descarados de los mismos jueces que continúan en sus cargos
y siguen haciendo lo mismo contra nuevas víctimas de sus odios, de su
cobardía o de su venalidad. Mientras muestran la mayor benevolencia con
los ladrones del kirchnerismo.
Todos los partidos que se dice han recibido el 95,15% de los votos,
son partidarios del aborto y defienden la homosexualidad. Uno de los
puntales del PRO, el archi caradura Rodriguez Larreta, inicia ahora el
festival denominado "Buenos Aires Diversa", "el más importante del
colectivo LGBT (o sea, lesbianas, gays, bisexuales y trans-no-sé-qué) de
Latinoamérica...El objetivo es consolidar a la Ciudad como destino
turístico gay friendly." Y como parte de ese infame festejo, Larreta
mandó pintar con los colores de la bandera homosexual la senda peatonal
de Corrientes y Uruguay ("Clarín", 16/8/2017, pag. 38).
Todos los partidos apañan la corrupción y la cometen con la más
absoluta impunidad. Inclusive el tan amado PRO, ídolo de las "clases
cultas" que a sabiendas de todo eso, lo apoyan y lo votan despreciando
toda lógica, toda moral y hasta la decencia más elemental.
Entre las más festejadas por la tontera nacional, está la inmoral
María Eugenia Vidal, autora de la obscena página oficial de la
Intendencia de Buenos Aires, "chau tabú". ¿Cómo pueden "tragarse" el
cuento de que esa "mosquita muerta", totalmente desconocida por las
masas del Gran Buenos Aires, pudo haber ganado la elección del 2015 y la
gobernación de la Provincia de Buenos Aires? Dicen los émulos de
Polinchinela que ello se debió al repudio que causaba su oponente,
Aníbal Fernandez, conocido peronista, deshonesto, prepotente, mal
hablado, etc.
¡Qué terrible estupidez! ¿No saben que todos los candidatos
peronistas son más o menos así y que la masa proletaria los vota sin
importarle nada de eso o precisamente porque se sienten afines a ellos?
Además, ¿cómo supo esa masa que existía la Vidal, una especie de nenita
de un Colegio de señoritas de Buenos Aires (aunque no de la conducta que
se espera de esas señoritas) cuando alegó que su campaña consistió
apenas en "tocar timbres" en algunas zonas del Gran Buenos Aires? El
electorado de la Provincia es de 12.000.000 de personas. ¿Cuántos
timbres tuvo que tocar para conseguir los 6.100.000 votos necesarios
para ganar la elección? ¿Y quién asegura que cada timbrazo le agregaba
un voto y no un portazo?
Desde 2015 no salgo de mi asombro de que se crea en semejante
idiotez... Sin embargo, los idiotas útiles lo creen y ahora creen el
cuento de que ha sido el prestigio de ella lo que le dio la victoria al
PRO el Domingo pasado. Confieso que me hace mal a la salud tener que
leer u oír semejantes estupideces.
Lo cierto es que el peronismo ganó una vez más, bajo diversos
nombres, incluyendo el PRO. Y la izquierda extrema, su punta de lanza,
lo acompañó en la victoria por un total (oficial y mentiroso, pero
dominante) de un 95,15% de los supuestos votos. Es mentira, pero es una
mentira victoriosa, que es lo mismo que una victoria.
Luego, la Argentina, que de ninguna manera está representada por esa
caterva de maleantes, ha sido derrotada. Y lo será siempre de aquí en
adelante, porque no hay ni la menor señal de que los "buenos patriotas"
se decidan a luchar por la Patria en forma organizada y decidida. No
puedo hacer nada para cambiar esa situación. Siendo así, ¡ojalá pudiera
resignarme sin amargura a ser un extranjero sin libertad en mi propio
país! ¡Que Dios se apiade de nosotros!
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com