MASCULINICIDIO ES “VIOLENCIA DE GÉNERO ¿DE ESTO NO SE HABLA?
Un
hombre asesinado cada 12 días a manos de su pareja. Al menos 19 hombres fueron
asesinados en lo que va de 2017 a lo largo y ancho del país y en todos los
casos fue una mujer la que mató a su novio o esposo. Según la estadística, en
la última semana hubo tres hechos.
Si bien ocurre en una proporción mucho menor que la que se
da con las mujeres, los varones también sufren violencia en sus hogares, a tal
punto que, en lo que va del año, cada 12 días un hombre fue asesinado a manos
de su pareja en el territorio argentino.
En total, fueron al menos 19 los episodios de este 2017 a lo
largo y ancho de todo el país en los que una mujer asesinó a su novio o esposo.
Es cierto que en algunos casos se investiga si los crímenes se dieron en
defensa legítima o en contextos violentos y que la cifra es bastante inferior a
la de los femicidios perpetrados, pero los homicidios sucedieron.
De hecho, en
la última semana se perpetraron tres asesinatos. Uno de ellos fue en la
localidad bonaerense de Moreno, donde Eduardo Ramón Salinas, de 38 años, fue
hallado muerto en un río de Navarro, con sus extremidades anudadas con una soga
y atadas a una pesada piedra. Por el hecho fue detenida su mujer, Virginia Da
Silva Cabral, de 29, quien alegó que se trató de una venganza, porque el sujeto
había abusado de una hija de ambos.
Otro se dio en la localidad platense de Melchor Romero,
donde Jonathan Canteros, de 26 años, fue encontrado sin vida en el patio de su
casa, con un corte profundo en el vientre. El viernes fue aprehendida su
pareja, Milagros Arce (20), quien lo habría denunciado por violencia de género.
Milagros Arce (izquierda); la familia de Jonathan Canteros (derecha) |
Diferente fue lo ocurrido en Río Cuarto, Córdoba, donde
Marcos Guillermo Tisera, de 35, sufrió graves quemaduras a manos de su ex mujer
y murió tras agonizar durante cuatro días. Silvia Fredes (28), imputada por
“homicidio culposo”, argumentó que fue un accidente que se produjo en medio de
una discusión, mientras el hombre fumaba y manipulaba una botella con nafta.
Antes de cada homicidio, en general se registraron episodios violentos. Un tema
que muchos hombres eluden por “vergüenza” o el estigma del “sexo fuerte”.
Guillermo y Silvia, antes del masculinicidio. |
Silvia Fredes, ya imputada de asesinato. |
Sin
embargo, sólo en Capital Federal unos 487 adultos varones denunciaron
situaciones de violencia en los primeros cinco meses del año, según un informe
de la Oficina de Violencia Doméstica, coordinada por Elena Highton de Nolasco,
jueza de la Corte Suprema de la Nación.
Por su parte, Liliana Alicia González, presidenta del Centro
de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar y Social (CEPREVI), se
sinceró y confió que “yo no creo mucho en
las estadísticas”, al tiempo que reconoció que en su trabajo como abogada “este
año aumentó bastante la cantidad de hombres que me vienen a ver por causas de
violencia”. “Me llegan cientos de
llamadas y este año casi todos mis clientes me dicen que han sufrido violencia
física. Desde un cachetazo a patadas, pasando por cabezazos en la nariz, con
fractura incluida”, detalló González a DIARIO POPULAR.
Sobre los casos que
desembocan en crímenes, expresó: “Algunos
hablan de que la mujer lo mató para defenderse o buscan la vuelta para que no
la condenen o tenga una pena menor. En cambio, al hombre se le da cadena
perpetua y sin atenuantes. Hay mucho prejuicio por parte de los jueces”.
“Incluso,
me ha tocado tener un cliente que, después de sufrir episodios de violencia por
parte de su mujer, se terminó suicidando. Y esos casos no entran en la
estadística, pero son consecuencia de la violencia”,
confió la especialista.
En ese sentido, explicó que, más allá de lo físico, hay un
tipo de violencia que es igual o peor: la psicológica. “A veces va más allá de un insulto. Las madres no les permiten a los
padres ver a sus hijos. O les meten falsas denuncias por abuso y se quedan
cuatro años sin verlo. Eso es más doloroso que un cachetazo, es una violencia
absolutamente deprimente y terrible”, precisó la letrada. Por otra parte,
González relató que los varones comenzaron a superar la vergüenza de asumirse
como violentados: “Antes llamaban las
madres de hombres grandes, ahora se cansaron y llaman ellos. Se dieron cuenta
de que la salida no era seguir aguantando”.
Por último, la titular de CEPREVI recomendó que, ante un
escenario de violencia doméstica, los varones adultos sigan el mismo protocolo
que las mujeres.
“Hay que alejarse y no
tener ningún tipo de contacto, ni por correo ni telefónico. Iniciar las
acciones legales que correspondan con un abogado especialista en el tema. Si no
pueden ver a sus hijos, que aguanten y esperen a que el abogado organice un
sistema para que no tenga problemas ni sea denunciado”, concluyó.
Fte: Diario Popular