jueves, 23 de junio de 2011
Madres Gate: Quién es "Pocho", el brazo armado de Schoklender
Este violento hombre de Ciudad Oculta obtuvo poder y dinero como la mano derecha del ex apoderado; todavía trabaja en Madres pese al escándalo.
La ronda del jueves 2 de junio no era una más para las Madres de Plaza de Mayo. Funcionarios, sindicalistas y hasta enviados de la Casa Rosada se acercaron para apoyarlas.
Como ellos, "Pocho" también quería respaldarlas luego de que estallara
el caso Schoklender. Por eso, se quedó muy cerca de la primera fila,
justo detrás de Hebe de Bonafini.
Rubén
"Pocho" Brizuela no es un extraño para la presidenta de Madres: es el
jefe de la seguridad de Sueños Compartidos. Este puntero que pactó con
Sergio Schoklender en 2007, se convirtió en su hombre de confianza en
las obras para el manejo de dinero y para liderar el grupo de choque utiliza la violencia para amedrentar a sus disidentes.
Genera
terror entre los vecinos de Ciudad Oculta, donde todavía vive pese a
que su ostentación ya no se corresponde con el barrio.
El
sur porteño es su base de operaciones. A diario se lo ve por
Piedrabuena, Los Piletones y Castañares, los obradores de las Madres en
esa zona. Alcanza con caminar por esos lugares para escuchar los
murmullos que lo definen como "un tipo más que pesado". Por tal motivo,
la mayoría de las fuentes que hablaron con este medio exigieron
estricta reserva de su identidad.
lanacion.com recolectó una decena de denuncias por golpizas, amenazas, maltrato laboral y utilización de armas de fuego. "Es el capo de una banda de ex convictos. Todos tienen fierros", sostiene un militante de su barrio.
Con todos.
Kirchnerista, afliliado radical y empleado del gobierno porteño de
Mauricio Macri. Pese a las contradicciones ideológicas, su origen
político está vinculado a la UCR: su militancia comenzó bajo el ala del
Norberto "Beto" Larrosa, un histórico puntero del sur porteño que fue acusado por corrupción.
"Cobra
un sueldo municipal pero nunca fue a trabajar", asegura una vecina.
Ruben Alberto Brizuela figura en la planta permanente en el gobierno de
la ciudad.
En
sus comienzos ganó popularidad con la organización de campeonatos de
fútbol en Ciudad Oculta y con la creación del comedor comunitario "Los
Pochitos", que aún funciona con otro nombre.
Llegó
a ser presidente del Núcleo Habitacional Transitorio (NHT), lugar
conocido dentro de villa de emergencia como Barrio Nuevo. Pero según
los testimonios, su poder en el barrio se erosionó. "Tuvo muchos
problemas por aprietes y tiroteos. Había una gran pintada que decía
«Pocho chorro»", revela otro vecino.
Su vida cambió en 2007, cuando pactó con Schoklender.
Pacto y enriquecimiento.
Se conocieron por un conflicto, pero tardaron poco en entenderse. "El
problema fue por una canchita del barrio. Pero lo solucionaron y
enseguida se sumó a Madres. Se complementaban bien: Schoklender
necesitaba una patota y Pocho empezó a manejar mucha plata", relata un
testigo de su crecimiento.
Schoklender admitió el vínculo en una entrevista publicada por Perfil en 2007 y lo definió como "un trabajador más".
"Pocho
no existía. Transó con Schoklender y se fue para arriba. Ganó poder,
se hizo millonario y se blanqueó con la imagen de Madres", afirma un
dirigente de la zona. Y detalla: "Manejaba entre $200.000 y $400.000 de
pesos por mes. Yo lo vi con mis propios ojos".
Según pudo averiguar lanacion.com,
Pocho figura en la nómina de personal como sereno, dentro del sector
de la seguridad de la Fundación. Además, según consta en la AFIP, está
inscripto como aportante autónomo. También uno de sus hijos es empleado
de la asociación.
Pese a que este medio intentó insistentemente comunicarse con él, Pocho decidió no atender los llamados que se le hicieron.
El
crecimiento patrimonial de Pocho es objeto de su ostentación. "En la
puerta de la casa estaciona autos y camionetas nuevas; casi siempre se
mueve en una Toyota Hillux", comenta un vecino. Y señala que, desde que
estalló el caso Schoklender, "guardó" todos los vehículos. Sin
embargo, ninguno figura a su nombre.
"Se
construyó varias casas lindas, pero son tan grandes que quedan
descolocadas en el barrio. A muchos nos llamó la atención que no se
vaya, porque hace mucha demostración de su riqueza", confiesa otro
vecino.
Violencia.
Selma Moreno puede dar testimonio del accionar del grupo de choque que
lidera. Esta vecina de la villa 20 se había acercado a un lugar
peligroso la noche del 12 de junio de 2010. Allí se concentraba un
centenar de personas que intentaba tomar predio conocido como "El
cementerio de autos".
Cuando
pasaba por el lugar en busca de su hijo adolescente recibió un disparo
en la garganta que la dejó al borde la muerte. Pasó dos meses en coma,
inconciente. Recién ahora, un año después, retoma su actividad. No fue
la única víctima. Fueron entre siete y nueve los heridos, según
testigos de la causa que investiga la Fiscalía en lo Criminal y
Correccional n° 35.
También
en Chaco mantuvieron enfrentamientos. Emerenciano Sena, militante del
MIJD en esa provincia, asegura que una banda conducida por Pocho quiso
desalojar a un grupo de familias en Campo de Tiro, donde la Fundación
comenzó a construir viviendas.
"Schoklender
los trajo en su avión. Pararon en el Hotel Casino Gala y paseaban
armados por la zona", recuerda. Sena los acusó ante la Justicia por
amenazas con armas de fuego y por atropellar a una obrera.
Junto a Madres.
A pesar de haber estado apadrinado por Schoklender, luego de que se
desató el escándalo, Pocho eligió quedarse junto a Madres. "El sábado
pasado, cuandop quisieron tomar unas viviendas de Madres, Pocho se
movilizó y los sacó, él custodia todas las obras", afirma un militante.
Hace algunos días lo vieron en la puerta de la asociación, en la calle
Hipólito Yrigoyen.