jueves, 16 de junio de 2011
Madres de Plaza de Mayo: Aparecen datos que complican la versión oficial
Por Adrián Ventura Para La Nación.
Comienzan a aparecer algunos datos que echan un manto de dudas sobre la teoría oficial de que Hebe de Bonafini fue una víctima inocente de los hermanos Schoklender.
Comienzan a aparecer algunos datos que echan un manto de dudas sobre la teoría oficial de que Hebe de Bonafini fue una víctima inocente de los hermanos Schoklender.
Ayer,
el juez Norberto Oyarbide pasó una mala mañana. Estaba muy enojado.
Sintió que las Madres de Plaza de Mayo o, por lo menos, alguien cercano
a esa agrupación, lo había engañado y, por eso, al mediodía, decidió
allanar todos los domicilios vinculados con las Madres, lo que se
concretó horas después.
El
día anterior, el magistrado, siguiendo la teoría oficial que pregona
la inocencia de la Fundación Madres, aceptó un pedido de Hebe de
Bonafini y realizó un allanamiento en una oficina de Hipólito Yrigoyen
al 1500. Sin embargo, cuando la policía llegó al lugar, advirtió que el
escenario había sido cuidadosamente preparado y alguna mano negra
había arrancado muchas fojas de los libros contables y legajos.
Oyarbide
había cometido un error cuando, el 3 de junio, en lugar de allanar la
fundación y secuestrar los libros contables, permitió que las Madres
llevasen esos documentos al tribunal. Pero la entidad, en lugar de
cumplir, denunció que le habían robado esos documentos y, además,
indujo al juez a hacer un allanamiento inapropiado. Oyarbide
reaccionó.
Días
atrás se conoció otro dato que no puede dejar de sorprender: luego de
que Hebe de Bonafini decidió renovar la conducción de Sueños
Compartidos, nombró a su hija y a Hugo Gallardo al frente de la
administración. Fue una lavada de cara, porque en pocos días el
periodismo descubrió que Gallardo tenía vínculos societarios muy
estrechos con Schoklender.
Hay
un tercer dato que siembre más dudas: días atrás, como parte de la
investigación de lavado de dinero que impulsa el fiscal antilavado Raúl
Pleé, se encontró que en el barrio cerrado Las Lonjas, en Pilar, 10 de
los 17 lotes pertenecen a Sergio Schoklender, a su ex mujer o a sus
socios, entre los que hay uno de apellido De Falco.
Este
hombre sería el mismo que, luego de la purga que hizo Bonafini de la
gente de Schoklender, fue nombrado director técnico del proyecto de las
Madres. Por otro lado, un familiar de esa persona estaría vinculado
con una financiera usada por Schoklender para cobrar cheques o pagar un
barco. ¿Es De Falco otro Gallardo y otro Schoklender?
Quizá
todo se limite a simples coincidencias, fácilmente justificables. Pero
lo cierto es que merecería una explicación de Hebe de Bonafini,
presidenta de la entidad, y de otros responsables. Por eso, el fiscal
federal Jorge Di Lello pidió interrogar a Hebe de Bonafini y no le
aclaró a Oyarbide si debe hacerlo como imputada o testigo.
Ahora,
la Auditoría General de la Nación (AGN) auditará la ruta de los 765
millones de pesos que el Gobierno reveló haber entregado a la Fundación
Madres para financiar las construcciones. Así, serán tres las
pesquisas: la de Oyarbide, con el auxilio de Pleé y Di Lello; la del
juez Martínez de Giorgi, que investiga a los funcionarios públicos que
hicieron los pagos, y la de la AGN, que es independiente de la
Justicia. Si esas pesquisas no llegasen al mismo resultado, estaríamos
en las puertas de otro escándalo.