ARGENTINA:LA AMENAZA ANARQUISTA (Estudio de sus símbolos: La “bandera Negra”)
La bandera adoptada por el anarquismo es concebida como una “antibandera”, representante directa del “internacionalismo”
y “haciendo honor” al lema “sin fronteras, ni banderas”, ya que no
posee símbolos inscriptos que distingan, siguiendo así una lógica de “unidad de los pueblos”.
Significado de la Bandera Negra
Desde finales del siglo XIX, la prensa ha relacionado el color negro
con el “movimiento libertario”. El color oscuro presente en la totalidad
de la bandera simboliza la “pureza” e “incorruptibilidad” de los ideales anárquicos (el color negro nunca se ensucia), al mismo tiempo representa al “internacionalismo” (en contraposición a las cientos de banderas nacionales, todas distintas entre sí), y a la “vida” (la tierra fértil es negra).
Por otro lado, la Bandera Negra es un claro signo de “rebeldía”, “resistencia” y “lucha permanente contra la sumisión”
(teniendo a consideración la típica bandera blanca que identifica la
rendición ante una adversidad). Además, el hecho de que no cuente con
símbolos indica una “negación al culto, a las tradiciones culturales y a toda ideología que pueda llegar a subordinar a sus seguidores”.
Historia y origen
Según archivos de historia contemporánea, una bandera negra
fue izada por primera vez en julio de 1830 en la Torre de la Cámara de
París. Quienes la hicieron flamear en el recinto parlamentario fue un
grupo de gente que irrumpió para expresar rechazo a los políticos de la
sala. El hecho llegó a tener cierto apoyo en las afueras de la ciudad,
ya que en la ciudad de Reims unos albañiles protestaron luego con
banderas negras con el lema “Trabajo o muerte”.
Meses más tarde, ya en el año 1831, nuevamente trabajadores (esta
vez, fueron ‘Cannuts’ -obreras y obreros de la industria textil- de
Lyon) que se manifestaron contra la burguesía por los bajos sueldos y
las extensas jornadas laborales que sufrían, desplegaron banderas negras con el emblema “vivir trabajando o morir combatiendo”.
El 21 de noviembre de ese mismo año los manifestantes volvieron a las
calles aunque esta vez la represión fue salvaje y ocasionó decenas de
muertes. En esta fecha, las banderas negras tenían un símbolo de un cráneo.
La Bandera Negra, en sus orígenes, también apareció en la insurrección de Dresde en 1849 donde fue utilizada por Mijaíl Bakunin, y en Clamart, por Louise Michel. Con el correr del tiempo, se haría popular su uso en las revueltas sociales, principalmente en las de Francia.
En la revolución de 1871 que desembocó en la Comuna de París, las fuerzas comunistas emplearon la bandera roja para identificarse, aunque Jules Valtes había propuesto en cambio que se usara la bandera negra por su apariencia “más radical y triste”.
Louise Michel apoyó esa idea, aunque luego fuera desestimada. Michel,
en el discurso del primer aniversario de la Comuna de París, expresó:
“¡No más banderas rojas pintadas en la sangre de nuestros soldados! Yo
ondearé la bandera negra que toma el luto de nuestros muertos y nuestros
dolores.” Indudablemente, fue Michel quien más influenció al
movimiento anarquista para que adoptase la bandera negra como un símbolo
de “lucha” y “honor” por los compañeros caídos.
La década de 1880 fue fundamental para que se consolide el color
negro dentro de la simbología anarquista. Uno de los argumentos fue el diferenciarse del color rojo que utilizaban los socialistas que apoyaban el ‘Socialismo de Estado’. El periódico francés Le Drapeau Noir (“Bandera
Negra”, en francés), que existió hasta el año 1882, fue una de las
primeras publicaciones que hicieron eco de esta situación. Por su parte,
en julio de 1881 se fundó el grupo anarquista Black International en Londres. A
partir de 1883, cuando se intensificó la agitación social masiva en
territorio francés, la Bandera Negra termina de adoptarse
definitivamente entre los militantes anarquistas.
Entre 1890 y 1894, anarquistas italianos que fundaron la Colonia Cecilia
en el norte de Paraná -Brasil- solían izar en los arboles más altos de
la región, banderas negras que se distinguían como símbolos de la
experiencia libertaria en Sudamérica.
Tras la revolución de Octubre en la Rusia soviética, entre los años 1918 y 1922, las tropas lideradas por Néstor Makhno
llevaban consigo banderas negras (algunas con el dibujo de un cráneo en
el medio) durante los ataques contra los blancos en Ucrania y en la
resistencia contra el ejército rojo cuando se defendió las comunas
libertarias ucranianas.
Otras dos famosas apariciones de la Bandera Negra se dieron durante el siglo XX. La primera ocurrió en los años 30 en plena Guerra Civil Española
cuando anarquistas de la columna de Durruti las flameaban en los
enfrentamientos contra las fuerzas fascistas. Tres décadas más tarde,
precisamente en 1968, nuevamente París fue el centro de una gran
revuelta social que generó consecuencias a nivel internacional. El Mayo Francés,
provocado por estudiantes y obreros que pusieron en jaque las
estructuras del poder estatal, fue testigo de la presencia de cientos de
banderas negras portadas por anarquistas y jóvenes autoorganizados que
anhelaron con el cese de la explotación capitalista y el fin de la
opresión.
Desde entonces, y hasta el día de hoy, la bandera negra sigue siendo
un elemento propio de la identidad del movimiento “libertario” en cada
región del mundo. Está presente en concentraciones, movilizaciones,
insurrecciones sociales y en todas las manifestaciones de los pueblos
contra el Capital, el Estado y su “aparato represivo”. No distingue a
los unos de los otros, sino que une a los luchadores sociales en la
acción y en la lucha. “La bandera negra es una negación de las otras
banderas que dividen a los pueblos del mundo”.