El Plan Secreto de Cambiemos en el Poder (II)
Se desarmó la bomba y no estalló la crisis abierta a la que estábamos acostumbrados los argentinos en cada fin de ciclo.
¿Pero cuál es el proyecto de gobierno? ¿Es cierto que, como critican por izquierda, Macri tiene un plan neoliberal de ajuste que nos lleva al estallido o, como le pegan por derecha, es solo populismo kirchnerista con buenos modales que por falta de ajuste vamos al estallido?
Va mi visión de lo que está pasando.
Cambiemos sueña con que Argentina sea un país con cada vez mas empresas, cada vez más competitivas, que creen más y mejor trabajo genuino y vendan más aquí y a más países para poder ir bajando la enorme pobreza heredada (con el Estado muy presente cumpliendo su rol de generar esas condiciones, además de ocuparse de la seguridad social, justicia, defensa, obras públicas, etc). En un país con una fuerte tradición estatista y donde el empresario no es sujeto de admiración sino todo lo contrario, que el objetivo sea la prosperidad del sector privado no es poca cosa. Pero a diferencia del peronismo menemista, no cree en el liberalismo puro y el desarrollo espontáneo. Tampoco es la continuidad del peronismo kirchnerista, sólo porque se mantienen YPF y Aerolíneas estatales y la Asignación Universal por Hijo. No es ni la UCeDé ni "kirchnerismo para chetos". Es otra cosa y no un promedio de ambos.
¿Pero cuál es el proyecto de gobierno? ¿Es cierto que, como critican por izquierda, Macri tiene un plan neoliberal de ajuste que nos lleva al estallido o, como le pegan por derecha, es solo populismo kirchnerista con buenos modales que por falta de ajuste vamos al estallido?
Va mi visión de lo que está pasando.
Cambiemos sueña con que Argentina sea un país con cada vez mas empresas, cada vez más competitivas, que creen más y mejor trabajo genuino y vendan más aquí y a más países para poder ir bajando la enorme pobreza heredada (con el Estado muy presente cumpliendo su rol de generar esas condiciones, además de ocuparse de la seguridad social, justicia, defensa, obras públicas, etc). En un país con una fuerte tradición estatista y donde el empresario no es sujeto de admiración sino todo lo contrario, que el objetivo sea la prosperidad del sector privado no es poca cosa. Pero a diferencia del peronismo menemista, no cree en el liberalismo puro y el desarrollo espontáneo. Tampoco es la continuidad del peronismo kirchnerista, sólo porque se mantienen YPF y Aerolíneas estatales y la Asignación Universal por Hijo. No es ni la UCeDé ni "kirchnerismo para chetos". Es otra cosa y no un promedio de ambos.
Es diferente no sólo en el objetivo sino en el método. Resuelve problemas concretos y no se pierde en discusiones simbólicas tan caras a otros espacios políticos. No se mueve en el eje "derecha-izquierda política" sino en el eje resultados-chamuyo. Es gestión orientada a resultados.
Cambiemos parte del diagnóstico de que tenemos una economía cerrada, ahogada de impuestos pero también otros costos, menos expuestos, que nos impiden ser competitivos. Y en vez de la devaluación (y baja del salario real) como solución inmediata a todos los males, intenta corregir los motivos por los que somos caros. Si como fundador del broteverdismo me permiten extenderme en la metáfora agronómica, la Argentina es un huerto en un suelo sin nutrientes, saturado de sal, con las paredes bloqueando el sol y alimentado con napas de agua contaminadas. La tarea (lenta, aburrida, sin épica) es ir removiendo uno por uno los factores que impiden el desarrollo.
Primero se atacaron los más obvios y sistémicos: el cepo, el costo del capital, la inflación, los impuestos, que son el envenenamiento por exceso de sal que mencionábamos arriba.
El costo promedio de la deuda Argentina es ahora 4,80% anual en dólares (a corto plazo paga 2,75% las Letes, a 30 años paga 7,15%). Ayudado por la situación internacional, son las tasas más bajas de nuestra historia. Hace muy pocos años, y en la misma situación internacional, el kirchnerismo colocaba deuda al 15% en dólares.
Esto es importante porque el costo que paga el Soberano (la República Argentina) al emitir sus bonos es el piso para el sector privado. Bajando el costo del capital, la cantidad de proyectos privados a largo plazo que se hacen rentables sube porque la rentabilidad necesaria baja. Ej: Los proyectos de energía renovable (inversiones a 20 años) que durante el kirchnerismo requerían cobrarle al Estado u$120 el MWh, hoy (con contratos similares y comparables) promediaron US$ 57,44 por MWh. Es la magia de bajar el costo de la deuda (lo que requirió salir del default pagándole a los holdouts, emitir deuda nueva para pagar deuda vieja, etc).
Inflación e impuestos es la lucha más difícil por el enorme déficit heredado pero en 2016 fue la primera vez que bajó la presión tributaria desde 2002 y la inflación de los últimos 12 meses se encuentra al escribir estas líneas (julio 2017) y con la economía en crecimiento, en 21%, el nivel más bajo desde 2009 (año en el que bajó porque la economía se desplomó como un piano).
Pero lo más interesante no son los factores macroeconómicos sino los más micro, donde con un análisis de espina de pescado se va buscando entender ¿por qué este producto es más caro? y reducir los costos, empezando por la logística. Los dejo con el trágico ejemplo de los celulares de Tierra del Fuego (artículo del 2015) y retomaremos en un siguiente post.