El Plan Secreto de Cambiemos en el Poder (I): Desarmando las bombas heredadas
Primero entendamos que el PJ nos ofreció la economía cerrada kirchnerista con empleo ficticio (se dejó de crear empleo privado fuerte en 2008 y prácticamente del todo en 2013) y la apertura indiscriminada menemista de los 90 con tipo
de cambio fijo y apreciado (dólar barato).
Como saben los que ven cómo llegamos al 2015 (inmenso déficit, inflación reprimida con un dólar atrasado y ficticio y con tarifas congeladas cada vez con más déficit, déficit cubierto con emisión que genera inflación), la continuación del modelo K concluía en un implosión del estilo de Venezuela. Y como recuerdan los que la vivieron, el menemismo concluyó en la explosión del 2001 al no saber/querer/poder De la Rua desactivar la bomba de la convertibilidad.
Como saben los que ven cómo llegamos al 2015 (inmenso déficit, inflación reprimida con un dólar atrasado y ficticio y con tarifas congeladas cada vez con más déficit, déficit cubierto con emisión que genera inflación), la continuación del modelo K concluía en un implosión del estilo de Venezuela. Y como recuerdan los que la vivieron, el menemismo concluyó en la explosión del 2001 al no saber/querer/poder De la Rua desactivar la bomba de la convertibilidad.
Cambiemos asume y -al revés de De la Rua- sí se hace cargo y desarma la herencia recibida, lo que implica necesariamente un costo en actividad económica. La unificación del tipo de cambio (desarmar el cepo) implicó una devaluación, y por la irresponsable sobreemisión de pesos de la gestión anterior, el Banco Central necesariamente debió emitir Lebac con altas tasas para ir absorbiendo el dinero de más y evitar la hiperinflación. Estas tasas se van bajando en un proceso gradual y no se puede hacer magia. Estas tasas altas pegan en la economía.
Luego, cuando tenés gente con tres A/C que paga 3 dólares de luz por mes (como yo), necesariamente tiene que aumentar y mucho, y no hay manera de que no impacte en el consumo. A los más necesitados se les dio la tarifa social que reciben varios millones de personas (ahora en todo el país) pero a la mayoría de la gente tiene que pagar más por su gas, electricidad, agua, transporte. Hasta 2015 Buenos Aires pagaba entre 5 y 7 veces menos de luz que en el interior, una injusticia unitaria. Los subsidios se fueron achicando gradualmente, pero son insostenibles para las arcas públicas.
¿Cómo se sostuvo el gradualismo? Con deuda, aprovechando la única herencia positiva del cristinismo: el bajo nivel de endeudamiento. Para no seguir aumentando el nivel de deuda, lo único que podés hacer es bajar el déficit: aumentar los ingresos (pero el kirchnerismo dejó un nivel impositivo record histórico, no hay margen para aumentar más los impuestos que además te frena la generación de empresas y empleo) o bajar el gasto. La mayor parte del gasto se la llevan los subsidios a las tarifas y a las empresas públicas como Aerolíneas (que bien manejada viene bajando su déficit fuertemente).
El otro problema que genera la emisión de deuda es que entran muchos dólares, y eso tira el Tipo de Cambio para abajo. Bajar el déficit ayuda a sostener el tipo de cambio más alto (el peso más devaluado), que es la protección natural de una economía periférica.
Así y todo, habiendo devaluado, eliminado las retenciones a las exportaciones, subido las tarifas, con tasas altas para evitar la hiper, la caída de la actividad económica fue similar a la del 2014, cuando Axel devaluó sin arreglar nada, y muchísimo menor a la del 2009 (y ni comparable a la del 2001). Eso es un éxito.
(fuente del gráfico: Economista Martín Polo, Analytica)
Acá la serie mucho más larga, donde se puede comparar la caída del 2016 contra las piñas del 2009, 2012 y 2014.
(fuente del gráfico: Economista Martín Polo, Analytica)
A su vez, la inflación fue contenida y en el segundo semestre de 2016 y estaba en el rango de 1,5% mensual (20% anualizado).
¿Alcanza para llegar a las elecciones de junio y octubre con la economía en marcha? Final abierto.
Marginalmente se podrían haber hecho algunas cosas mejor, pero nada substancial. Lo que estoy diciendo es que ahora no estamos bien pero cualquier otro escenario alternativo real hubiera sido entre peor y mucho peor. En el próximo post voy a contar, ahora sí, cuál es el plan del gobierno, diferente del kirchnerismo y del menemismo.
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