sábado, 3 de octubre de 2020

EL TIEMPO PROPICIO - ALEJANDRO SOSA LAPRIDA

El tiempo propicio - Alejandro Sosa Laprida

 Miles Christi - 29/09/2020
Este es el tiempo propicio para ver y para comprender, antes de que la telaraña del engaño universal al que asistimos se haya desplegado totalmente...

El primer grupo de enlaces que transmito al final de esta nota es para estudiar el evento que sacudió el mundo hace casi 20 años, condicionando en gran medida todos los acontecimientos geopolíticos a escala planetaria desde entonces. Exactamente del mismo modo que lo sucedido este año con la “plandemia” Covid-19 lo hará de aquí en adelante. Conocer la historia nos ayuda a comprender mejor el presente.


El segundo grupo de enlaces es para conocer mejor al siniestro personaje que tiene a su cargo la salud mundial -es decir, de cada uno de nosotros y de nuestros hijos- a través de la OMS y de GAVI (es.wikipedia.org/wiki/GAVI). Conocer la historia de Bill Gates y sus objetivos nos ayudará a comprender mejor el origen y la finalidad de esta “pandemia” artificial, concebida y lanzada desde la cúspide del poder mundial, y ejecutada al unísono por la cadena de mandos intermedios que responden a la élite global que los remunera, cuya meta es reducir la población mundial, alcanzar la unificación del planeta y obtener el control absoluto de la población a través del terror sanitario y la imposición del carnet de vacunación digital obligatorio.

Y esto, a la espera de la implantación, a corto o a mediano plazo, del microchip que unificará toda la información confidencial de cada uno -sanitaria, financiera, profesional y administrativa-, y que concretará el control totalitario absoluto del Estado sobre cada ser humano. Sin ese microchip no se podrá renovar el DNI ni el pasaporte, ni por tanto viajar -pues será exigido universalmente- ni “comprar ni vender” -pues todas las transacciones se efectuarán de manera digital- y será, muy probablemente -a menos de que vaya a haber “ensayos provisorios” antes del definitivo-, la “marca de la bestia”, acerca de la cual nos advierte el apóstol San Juan en el Apocalipsis en estos términos:

“Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre” (Ap. 13, 16-17).

Este tiempo de relativa calma nos es dado para observar, indagar, estudiar, investigar y reflexionar -activa y diligentemente- acerca de los hechos sin precedentes en los anales de la humanidad que se están desarrollando a escala mundial desde principios de año. Es decir, es ahora cuando tenemos que ganar en comprensión y en inteligencia sobre lo que estamos viviendo, tomando una indispensable distancia prudencial con respecto a la narrativa oficial con la que somos bombardeados sin cesar, y procurando distinguir la verdad de la mentira, discriminando la manipulación mental y emocional que se ejerce sobre nosotros de los innumerables indicios que la ponen de manifiesto.

Si no somos capaces de colocar en perspectiva el relato oficial, buscando formar nuestra propia opinión con espíritu crítico y prestando realmente atención a las incontables voces que llevan meses lanzando alertas de todo tipo sobre las múltiples incoherencias y contradicciones en las que dicho discurso se basa, llegará un momento en el que habremos perdido toda capacidad de análisis independiente y no seremos más que autómatas, incapaces de discernir lo verdadero de lo falso, la realidad de la ficción, tristes cajas de resonancia pasivas del relato monolítico, espurio e ideológico, machacado 24/7 por todos los medios de desinformación masiva.

De ahí al estado de sumisión servil, consentida aunque inadvertida, respecto del poder totalitario mundial que se está gestando, no hay más que un paso: el que lleva de la libertad interior a la esclavitud mental y emocional más absoluta. Cuando el sistema global esté definitivamente consolidado será muy difícil poder escapar del engaño, pues la presión exterior -mediática, social, administrativa y económica-, distorsionará cada vez más fuertemente la percepción de la realidad. Este es el tiempo propicio para ver y para comprender, antes de que la telaraña del engaño universal al que asistimos se haya desplegado totalmente...

Canal de A. Sosa Laprida en Gloria TV: Miles Christi



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