La hechicera
endiosada.
La diosa democracia revolotea majestuosa sobre Argentina,
meneando su belleza allá sobre las nubes del Olimpo. Y como toda diosa que se
precie, tenía su propia secta religiosa, mantenida por los buitres; y la consecuente pléyade de chupacirios
fanatizados que mirándola lujuriosamente exclamaban: ¡Gracias a ella todos somos
libres y podemos votar! ¡Somos soberanos y decimos lo que se nos ocurra! ¡Estamos
alfabetizados porque ella nos educa con la TV! ¡La democracia es una diosa maravillosa y única!
Pero sucedió
que un patriota –los patriotas piensan-, se dijo: -hace 170 año que esta diosa
gobierna y ya estamos al borde la extinción-. Y se llenó de tan gran indignación
que le pinchó de un hondazo la nube donde la Diosa asentaba sus majestosos
atributos reales, mientras caía en picada gritando obsenidades como una rea:
¡Son los nazis!! ¡Son los nazis!
Ya
en tierra, aplastada contra el suelo, quedó tan despatarrada que ¡Oh sorpresa!
Se disolvió su maquillaje, su blonda peluca cayó tirada por un lado, dejándola
calva; los postizos siliconados por otro. Ya sin tapujos, se descubrió la
pavorosa realidad: ¡no era una diosa!, era un ser maldito, una hechicera,
enjuta, oscura y retorcida; era la mantenida del Régimen para someter con sus
conjuros a lo abribocas de la TV. La bisabuela inspiradora de las brujas
de Plaza Mayo y alrededores.
Al
caer se desparramaron documentos donde constaba que la diosa Democracia
repartía generosamente dinero a manos llenas sólo al grupo de medios periodísticos
gubernamentales, o sea a sus seguidores, que vivían a costilla de ella, los liberales,
marxistas, cipayos e inmorales en general, para que continúen confundiendo y engañando
desde el monopolio periodístico gubernamental. Dejando sin voz a los patriotas,
imposibilitados de hacerse oir ante el pueblo.
Libertad de
prensa.
Un ingeniero me regañó: vos podés tener tu blog porque
vivimos en democracia. Lo cual parecería tener cierta verdad, pues si hubiera
vivido en la URSS, por ejemplo, hubiera estado mandando cartitas manuscritas
desde Siberia. Pero es una admonición fundamentalmente falsa. En Argentina las
voces patriotas son silenciadas por el tronar del periodismo gubernamental. El
pueblo, materialmente, no las puede oir. Es la confabulación del silencio. La
situación argentina es como tirar el país en una zanja, al costado de un camino
solitario, donde nadie oirá sus lamentos, para que muera de inanición.
La democracia pregonada por el Régimen tiene hechizado al
pueblo. Es una parodia de la verdadera democracia. Cuenta con recursos
financieros provistos por las multinacionales extranjeras, a través del
Régimen, para poder subsistir. El gobierno distribuye dinero a manos llenas al
periodismo que lo apoya. Tal cual el
informe de Henry Coston respecto al periodismo en Francia, que comenté
anteriormente. Subvencionan a los que ocultan
las informaciones verdaderas y esenciales: empleando inclusive la difamación contra los
disidentes.
Los recursos económicos son disímiles y abismales entre
el periodismo subvencionado por el gobierno y el periodismo particular,
mantenido con el aporte económico popular. No hay equidad alguna entre ellos.
Tampoco democracia. De esta manera el Régimen puede dejar subsistir a los canales
alternativos sabiendo que las verdades que propagan llegan sólo a una cantidad limitadísima de televidentes.
Es otra manera ‘democrática’, de aparentar libertad de prensa. El periodismo
disidente, según la democracia, no deben existir. Democracia y Libertad sólo para los
partidarios del Régimen democrático y liberal.
A continuación una somera lista de los millones de pesos
que aporta el gobierno a los medios periodísticos oficialistas, inclusive a los
que aparentan oposición. Ante las pruebas no valen argumentos. No hay ni un
solo peso para los medios nacionalistas, verdaderamente opositores y patriotas.
Clarin, 130 millones.- América, 50,5.- Telefe, 122.- Nocarro, 10.- Canal 7, 16.- La
Nación, 44.- Canal 13, 130.- Canal 9, 77,5.- Página 12, 33,- etc. etc.