sábado, 19 de agosto de 2017

LOS MOVIMIENTOS DEL SOL

LOS MOVIMIENTOS DEL SOL




PRUEBA DE LA MOVILIDAD DEL SOL


Por Michel Mottet

He elegido este día de LA CONMEMORACIÓN DEL CENTENARIO DE LA PRIMERA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA EN FÁTIMA el 13 de Mayo de 1917- que sería confirmada el 13 de Octubre con el grandioso  milagro del sol, visto por decenas de miles de testigos  oculares y que lo transformaría, no sólo en prueba de las apariciones, sino también en prueba de que el Sol, muy lejos de estar fijo, está dotado de dos movimientos: una VERTIGINOSA rotación SOBRE SÍ MISMO y fuente de energía y un desplazamiento en el espacio a una velocidad no menos vertiginosa- y de la festividad de San Roberto Bellarmino para escribir este texto que prueba lo que el  gran santo y gran espíritu pedía a Galileo: justificar y demostrar su teoría. Ni Galileo ni sus discípulos lo hicieron nunca, tomando como base los datos del mundo real según la lógica de la verdadera filosofía de Aristóteles explicada genialmente por Santo Tomás de AquinoEsto que no era fácil, por no decir imposible, de probar en la época de San Bellarmino, lo es en nuestra época de satélites y por los conocimientos adquiridos por la ciencia de la observación de los movimientos celestes y de su explicación a partir de la tierra y no de teorías inventadas o supuestamente verdaderas. 


En este campo la fijación de un meridiano-origen basado en el movimiento del sol ha sido un progreso decisivo. Por otra parte, no sin razón la pretendida ciencia actual trate por todos los medios de reemplazarla por un pretendido tiempo universal independiente del sol y desde ahora establecido por relojes atómicos. 

Los progresos fulgurantes realizados en el conocimiento de las dimensiones y recursos de la tierra han conducido a las personas que reflexionaban sobre esta cuestión a tomar conciencia cada vez más de que los recursos son limitados y que por consecuencia la tierra está cada vez más amenazada por la penuria en un plazo más o menos largo, poniendo en peligro toda la vida en la tierra. El  que es católico lo sabe según la enseñanza de Cristo: El cielo y la tierra pasarán. Mateo 24,35

Piensa lo contrario cualquiera que no tenga fe en un Dios Creador y Providente, que ha anunciado que por causa de la incredulidad y iniquidad de los hombres esta tierra de ahora será destruida por un diluvio de fuego. Estimando que esas predicciones no son más que fábulas para débiles mentales, los ateos y agnósticos se han lanzado a una catarata de investigaciones y proyectos de toda clase para prolongar al máximo la posibilidad de vida en este planeta. No me planteo enumerarlos ahora, pero es indispensable mencionar el más demencial de estos proyectos, es decir lo que se ha denominado ”la conquista del espacio”, tanto más demencial y alucinante como la primera de tales conquistas, el montaje del alunizaje hecho  por la NASA,  o sea, unas gigantescas estafas, ¿Cómo explicar que pese a esta prueba de la imposibilidad de realizar esa pretendida conquista de un espacio de proporciones prácticamente infinitas, las misma personas persistan en creer posible, gastando para ello sumas astronómicas, buscar con ansia febril planetas susceptibles de ser colonizados por el hombre para proveerles las suficientes materias primas que ya no habría en la tierra? No veo otra explicación plausible que la que figura en esta predicción de san Pablo en el texto de la segunda epístola a los tesalónicenses : Por ello Dios les envía una operación del error para hacerles creer en la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no han creído en la verdad pero que han pactado con la iniquidad. II Thess. 2, 11-12. Los enemigos de la verdad han desplegado tal energía para imponer la teoría de Copérnico, instrumentalizada por Galileo, que esta operación del error enraizada en su espíritu, ha sido desarrollada por Einstein, quien  ha fijado con su propia autoridad la velocidad máxima alcanzable en el cosmos, lo cual haría la teoría del geocentrismo completamente imposible. No veo otra explicación a esta manera de atarse a una teoría cuya falsedad puede demostrar cualquier persona medianamente instruida.



He aquí cómo demostrar que el sol gira alrededor de la tierra. 

Todo el mundo admite  que es siempre mediodía/medianoche al mismo tiempo a lo largo de un mismo meridiano. Esto está  experimentalmente demostrado, y sobre esta base, por convención internacional, se ha establecido el meridiano del observatorio de Greenwich como meridiano-origen para el cómputo del tiempo, GMT. Todos admiten que cada 24 horas es mediodía/ media  noche todos los días del año y de los años. Esto no requiere demostración, porque todo  el mundo lo constata con su cronómetro. No obstante, para  que sea mediodía-medianoche al mismo tiempo a lo largo del meridiano, es absolutamente necesario que el plano que contiene el meridiano forme un ángulo recto con el plano que contiene el sol.

Inmediatamente se desprende la conclusión; la tierra es absolutamente estable, porque durante todo el año y todos los años es al mismo tiempo mediodía/medianoche para el meridiano-origen  de  Greenwich, y esto es prueba irrefutable de que el sol es móvil y gira en torno a la tierra. De esta manera, está  experimentalmente probado que en la teoría de Copérnico el plano del meridiano sólo corta en ángulo recto el plano del sol dos veces  al año, es decir, en los solsticios.

 Lo que hay particularmente que subrayar aquí es que la movilidad del sol es la sola y única manera de explicar científicamente la similitud de las trayectorias del sol en los dos equinoccios, pues en la teoría de Copérnico tales trayectorias deberían invertirse de la misma manera que se invierten en los solsticios. Como se puede constatar, sólo por los datos de la auténtica ciencia se demuestra la falsedad de la teoría de Copérnico.

Cualquiera puede verificar esto experimentalmente si ha tenido cuidado de anotar el lugar exacto de la salida y del ocaso del sol en los equinoccios. Se da entonces la prueba de que el movimiento del sol es como una espiral ascendente y descendente de un solsticio al otro,  limitada al norte por el trópico de cáncer y al sur por el de capricornio, sobrevolando así dos veces el ecuador según una trayectoria prácticamente idéntica.

Hay otro medio de mostrar los límites de la ciencia,  con la ventaja de poder ser puesto en relación  con la teoría de Copérnico de la cual Galileo  nunca aportó la menor prueba de su exactitud.

Todo el mundo admite que la tierra es una esfera  y que  está cubierta en los cuatro quintos de su superficie  por ríos, lagos, y océanos. ¿Cómo y por qué medios puede la ciencia explicar que tal masa de agua, cuya característica es estar formada por moléculas que no tienen conexión entre sí, puede permanecer pese a todo como pegada a esa esfera? La ciencia sólo puede proporcionar una palabra: LA ATRACCIÓN: Es preciso añadir aquí que la misma ciencia ha fijado el movimiento de esta esfera según la teoría de Copérnico de la cual Einstein ha establecido  su perennidad  clavando, al fijar  la velocidad máxima del movimiento, el último clavo del ataúd en que estaría  enterrado el geocentrismo.

¿Cuál es la consecuencia más importante para la esfera tierra? La primera consecuencia es que deberá aumentar la fuerza de atracción para retener esas masas de agua pegada a la tierra, de una manera colosal. En efecto, como en la teoría de Copérnico la tierra gira sobre sí misma a una velocidad de 1666  kilómetros por hora, esa fuerza de atracción debería ser aumentada en el ecuador de manera que compense la gigantesca fuerza centrípeta ejercida por esa velocidad sobre tal masa de agua. Pero como esta agua no se encuentra solamente en los ríos y océanos, sino en una importante proporción en todo organismo vivo, y en un cuerpo de hombre de una estatura media es del 60 al 70 por ciento de su volumen, se deduciría  que los hombres estarían prácticamente soldados a la tierra. Esto supondría decir que toda vida sería prácticamente imposible. Efectivamente, sería imposible imaginar que esta fuerza de atracción, indudablemente salida del núcleo central de la tierra, diera lugar a una discriminación entre las masas que hubiera sobre su superficie.

Pero hay  que agregar para ser justos y exhaustivos que no es solo la teoría de Copérnico la que estaría en causa, pues esta última no haría más que hacer aumentar  la potencia de atracción necesaria para “mantener pegadas” las masas líquidas a la esfera-tierra. En los dos casos considerados, de los cuáles se ha demostrado  que sólo uno puede y debe ser aceptado como científicamente aceptable, o sea, el de la estabilidad de la esfera- tierra, la fuerza de atracción debería ser de tal intensidad que llegaría a aplastar contra el suelo a todo ser animal o humano, siempre que pudieran existir esos seres en  esas condiciones.

Visto lo que precede, aunque disguste  a los ateos y agnósticos, la única explicación de este estado de cosas  es decir que una esfera cubierta en sus cuatro quintos de liquido, esté suspendida en el espacio – únicamente puede ser explicada por una POTENCIA Superior, tal  como los católicos afirman en el primer dogma de su fe : Creo en Dios Padre todopoderoso,  creador del cielo  y  de la tierra y de todas las cosas visibles e invisibles.

La conclusión definitiva que cabe deducir a partir de los datos de que disponemos sobre la existencia de la tierra es que los científicos son incapaces de explicar racionalmente que una esfera cuya mayor parte esté constituida por agua,  pueda estar  suspendida en el espacio. Únicamente la voluntad expresa y constante de un Creador Providente, de todo lo visible y mensurable puede explicar lo que constituye un milagro permanente  y la prueba más clamorosa de la existencia de Dios, una realidad para el que cree en el  absoluto poder divino.



P. S.  Precisión sobre el establecimiento de un meridiano-origen. 

Éste puede ser fijado dondequiera, pero se ha convenido en  fijarlo en Greenwich, lugar donde se encuentra el observatorio de Londres. De hecho, las medidas tomadas en la época de su fijación eran inexactas y corresponden a un lugar situado a un centenade metros de dicho observatorio. 

Tan pronto como el lugar donde se produce el mediodía solar ha sido exactamente fijado, la longitud de este lugar es el meridiano-origen para el computo del tiempo. Este tiempo obligatoriamente es el mismo para toda esta longitud, porque hay sólo un sol que alumbra una sola tierra. Qué los observadores vean el sol bajo diferentes ángulos que siguen a la latitud donde se encuentran en ambos hemisferios, no desempeña ningún papel para este principio de base. Es siempre mediodía al mismo tiempo para todos los puntos situados sobre esta longitud y es medianoche para los situados en la parte no alumbrada. Hablamos siempre de GMT pero de hecho utilizamos una corrección que le desplaza sobre su longitud efectiva.

Esta claro que rechazo completamente el tiempo universal basado en los relojes atómicos, administrado por la Oficina central del servicio internacional de la rotación terrestre y de los sistemas de referencia situada en el Observatorio de Paris, ya que di prueba de la estabilidad de la tierra. 

El tiempo se calcula a partir de un meridiano-origen, es decir sobre el movimiento real del sol.

M. M.