LOS MOVIMIENTOS DEL SOL
PRUEBA DE LA MOVILIDAD DEL SOL
Por Michel Mottet
He elegido este día de LA CONMEMORACIÓN DEL CENTENARIO DE LA PRIMERA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA EN FÁTIMA el 13 de Mayo de
1917- que sería confirmada el 13 de Octubre con el grandioso milagro
del sol, visto por decenas de miles de testigos oculares y que lo
transformaría, no sólo en prueba de las apariciones, sino también en
prueba de que el Sol, muy lejos de estar fijo, está dotado de dos movimientos:
una VERTIGINOSA rotación SOBRE SÍ MISMO y fuente de energía y un
desplazamiento en el espacio a una velocidad no menos vertiginosa- y de
la festividad de San Roberto Bellarmino para escribir este texto que prueba lo que el gran santo y gran espíritu pedía a Galileo: justificar y demostrar su teoría. Ni
Galileo ni sus discípulos lo hicieron nunca, tomando como base los
datos del mundo real según la lógica de la verdadera filosofía de
Aristóteles explicada genialmente por Santo Tomás de Aquino. Esto que no era fácil, por no decir imposible, de probar en la época de San Bellarmino, lo es en nuestra época de satélites y
por los conocimientos adquiridos por la ciencia de la observación de
los movimientos celestes y de su explicación a partir de la tierra y no
de teorías inventadas o supuestamente verdaderas.
En este campo la
fijación de un meridiano-origen basado en el movimiento del sol ha sido
un progreso decisivo. Por otra parte, no sin razón la pretendida ciencia
actual trate por todos los medios de reemplazarla por un pretendido tiempo universal independiente del sol y desde ahora establecido por relojes atómicos.
Los
progresos fulgurantes realizados en el conocimiento de las dimensiones y
recursos de la tierra han conducido a las personas que reflexionaban
sobre esta cuestión a tomar conciencia cada vez más de que los recursos
son limitados y que por consecuencia la tierra está cada vez más
amenazada por la penuria en un plazo más o menos largo, poniendo en
peligro toda la vida en la tierra. El que es católico lo sabe según la
enseñanza de Cristo: El cielo y la tierra pasarán. Mateo 24,35
Piensa lo contrario cualquiera que no tenga fe en un Dios Creador y Providente, que ha anunciado que por causa de la incredulidad y iniquidad de los
hombres esta tierra de ahora será destruida por un diluvio de fuego.
Estimando que esas predicciones no son más que fábulas para débiles
mentales, los ateos y agnósticos se han lanzado a una catarata de
investigaciones y proyectos de toda clase para prolongar al máximo la
posibilidad de vida en este planeta. No me planteo enumerarlos ahora,
pero es indispensable mencionar el más demencial de estos proyectos, es
decir lo que se ha denominado ”la conquista del espacio”, tanto más
demencial y alucinante como la primera de tales conquistas, el montaje del alunizaje hecho por la NASA, o sea, unas gigantescas estafas, ¿Cómo explicar que pese a esta
prueba de la imposibilidad de realizar esa pretendida conquista de un
espacio de proporciones prácticamente infinitas, las misma personas
persistan en creer posible, gastando para ello sumas astronómicas,
buscar con ansia febril planetas susceptibles de ser colonizados por el
hombre para proveerles las suficientes materias primas que ya no habría en la tierra? No
veo otra explicación plausible que la que figura en esta predicción de
san Pablo en el texto de la segunda epístola a los tesalónicenses : Por
ello Dios les envía una operación del error para hacerles creer en la
mentira, a fin de que sean condenados todos los que no han creído en la
verdad pero que han pactado con la iniquidad. II Thess.
2, 11-12. Los enemigos de la verdad han desplegado tal energía para
imponer la teoría de Copérnico, instrumentalizada por Galileo, que esta
operación del error enraizada en su espíritu, ha sido desarrollada por
Einstein, quien ha fijado con su propia autoridad la velocidad máxima
alcanzable en el cosmos, lo cual haría
la teoría del geocentrismo completamente imposible. No veo otra
explicación a esta manera de atarse a una teoría cuya falsedad puede
demostrar cualquier persona medianamente instruida.
He aquí cómo demostrar que el sol gira alrededor de la tierra.
Todo
el mundo admite que es siempre mediodía/medianoche al mismo tiempo a
lo largo de un mismo meridiano. Esto está experimentalmente demostrado,
y sobre esta base, por convención internacional, se ha establecido el
meridiano del observatorio de Greenwich como meridiano-origen para el
cómputo del tiempo, GMT. Todos admiten que cada 24 horas es mediodía/
media noche todos los días del año y de los años. Esto no requiere
demostración, porque todo el mundo lo constata con su cronómetro. No obstante, para que
sea mediodía-medianoche al mismo tiempo a lo largo del meridiano, es
absolutamente necesario que el plano que contiene el meridiano forme un
ángulo recto con el plano que contiene el sol.
Inmediatamente se
desprende la conclusión; la tierra es absolutamente estable, porque
durante todo el año y todos los años es al mismo tiempo
mediodía/medianoche para el meridiano-origen de Greenwich, y esto es
prueba irrefutable de que el sol es móvil y gira en torno a la tierra.
De esta manera, está experimentalmente probado que en la teoría de
Copérnico el plano del meridiano sólo corta en ángulo recto el plano del
sol dos veces al año, es decir, en los solsticios.
Lo
que hay particularmente que subrayar aquí es que la movilidad del sol
es la sola y única manera de explicar científicamente la similitud de
las trayectorias del sol en los dos equinoccios, pues en la teoría de
Copérnico tales trayectorias deberían invertirse de la misma manera que
se invierten en los solsticios. Como se puede constatar, sólo por los
datos de la auténtica ciencia se demuestra la falsedad de la teoría de
Copérnico.
Cualquiera
puede verificar esto experimentalmente si ha tenido cuidado de anotar
el lugar exacto de la salida y del ocaso del sol en los equinoccios. Se
da entonces la prueba de que el movimiento del sol es como una espiral ascendente y descendente de un solsticio al otro, limitada al
norte por el trópico de cáncer y al sur por el de capricornio,
sobrevolando así dos veces el ecuador según una trayectoria
prácticamente idéntica.
Hay
otro medio de mostrar los límites de la ciencia, con la ventaja de
poder ser puesto en relación con la teoría de Copérnico de la cual
Galileo nunca aportó la menor prueba de su exactitud.
Todo
el mundo admite que la tierra es una esfera y que está cubierta en
los cuatro quintos de su superficie por ríos, lagos, y océanos. ¿Cómo y
por qué medios puede la ciencia explicar que tal masa de agua, cuya
característica es estar formada por moléculas que no tienen conexión
entre sí, puede permanecer pese a todo como pegada a esa esfera? La
ciencia sólo puede proporcionar una palabra: LA ATRACCIÓN: Es preciso
añadir aquí que la misma ciencia ha fijado el movimiento de esta esfera según la teoría de Copérnico
de la cual Einstein ha establecido su perennidad clavando, al fijar
la velocidad máxima del movimiento, el último clavo del ataúd en que
estaría enterrado el geocentrismo.
¿Cuál
es la consecuencia más importante para la esfera tierra? La primera
consecuencia es que deberá aumentar la fuerza de atracción para retener
esas masas de agua pegada a la tierra,
de una manera colosal. En efecto, como en la teoría de Copérnico la
tierra gira sobre sí misma a una velocidad de 1666 kilómetros por hora,
esa fuerza de atracción debería ser aumentada en el ecuador de manera
que compense la gigantesca fuerza centrípeta ejercida por esa velocidad
sobre tal masa de agua. Pero como esta agua no se encuentra solamente
en los ríos y océanos, sino en una importante proporción en todo
organismo vivo, y en un cuerpo de hombre de una estatura media es del 60
al 70 por ciento de su volumen, se deduciría que los hombres estarían
prácticamente soldados a la tierra. Esto supondría decir que toda vida sería prácticamente imposible. Efectivamente, sería imposible imaginar que
esta fuerza de atracción, indudablemente salida del núcleo central de
la tierra, diera lugar a una discriminación entre las masas que hubiera
sobre su superficie.
Pero
hay que agregar para ser justos y exhaustivos que no es solo la teoría
de Copérnico la que estaría en causa, pues esta última no haría más que
hacer aumentar la potencia de atracción necesaria para “mantener
pegadas” las masas líquidas a la esfera-tierra. En los dos casos
considerados, de los cuáles se ha demostrado que sólo uno puede y debe
ser aceptado como científicamente aceptable, o sea, el de la estabilidad
de la esfera- tierra, la fuerza de atracción debería ser de tal
intensidad que llegaría a aplastar contra el suelo a todo ser animal o
humano, siempre que pudieran existir esos seres en esas condiciones.
Visto lo que precede, aunque disguste a los ateos y agnósticos, la única explicación de este estado de cosas – es decir que una esfera cubierta en sus cuatro quintos de liquido, esté suspendida en el espacio – únicamente puede ser explicada por una POTENCIA Superior, tal como los católicos afirman en el primer dogma de su fe : Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra y de todas las cosas visibles e invisibles.
La
conclusión definitiva que cabe deducir a partir de los datos de que
disponemos sobre la existencia de la tierra es que los científicos son
incapaces de explicar racionalmente que una esfera cuya mayor parte esté
constituida por agua, pueda estar suspendida en el espacio.
Únicamente la voluntad expresa y constante de un Creador Providente, de
todo lo visible y mensurable puede explicar lo que constituye un milagro
permanente y la prueba más clamorosa de la existencia de Dios, una
realidad para el que cree en el absoluto poder divino.
P. S. Precisión sobre el establecimiento de un meridiano-origen.
Éste
puede ser fijado dondequiera, pero se ha convenido en fijarlo en
Greenwich, lugar donde se encuentra el observatorio de Londres. De
hecho, las medidas tomadas en la época de su fijación eran inexactas y corresponden a un lugar situado a un centenar de metros de dicho observatorio.
Tan
pronto como el lugar donde se produce el mediodía solar ha sido
exactamente fijado, la longitud de este lugar es el meridiano-origen
para el computo del tiempo. Este tiempo obligatoriamente es el mismo para toda esta longitud, porque hay sólo un sol que alumbra una sola tierra. Qué los observadores vean el sol bajo diferentes
ángulos que siguen a la latitud donde se encuentran en ambos
hemisferios, no desempeña ningún papel para este principio de base. Es
siempre mediodía al mismo tiempo para todos los puntos situados sobre
esta longitud y es medianoche para los situados en la parte no alumbrada. Hablamos siempre de GMT pero de hecho utilizamos una corrección que le desplaza sobre su longitud efectiva.
Esta claro que rechazo completamente el tiempo universal basado en los relojes atómicos, administrado por la Oficina central del servicio internacional de la rotación terrestre y de los sistemas de referencia situada en el Observatorio de Paris, ya que di prueba de la estabilidad de la tierra.
El tiempo se calcula a partir de un meridiano-origen, es decir sobre el movimiento real del sol.
M. M.