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- Categoría: INVESTIGACIONES
- Publicado: 21 Enero 2017
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Desde
la vuelta a la democracia, las Fuerzas Armadas han sido dejadas a un
costado del país, castigadas por años por los hechos de la dictadura.
Ese castigo se trasladó a los sueldos, los que, cuando la situación se
hizo insostenible, fueron inflados con suplementos no remunerativos, y
complementos, que al momento del pase a retiro del personal militar, se
ve sustancialmente disminuido el ingreso. Estos suplementos no
remunerativos, son contabilizados para el pago del impuesto a las
ganancias. El ámbito castrense es pequeño y acotado, forma una
pequeña parte del presupuesto anual nacional, y la mayor parte de ese
presupuesto asignado, se va en el pago de salarios.
Esto ha llevado a una distorsión que
necesita ser adecuada, máxime, con proyectos de achicar la estructura de
un Ejército que tiene más generales que tanques, una Armada que tiene
más almirantes que barcos y una Fuerza Aérea que tiene más brigadieres
que aviones en servicio. Y esto hace real la necesidad de pasar a retiro
a todo el personal con 38 años de servicios cumplidos. Aunque una
verdadera reforma estructural comenzaría con pasar a retiro a todos
aquellos que no egresaron en democracia y que aún cumplen servicios,
algunos con más de 40 años de antigüedad. O, cuando se agote la
paciencia del Ministro Julio Martínez, y haga cumplir estrictamente la
ley, y todo aquel que tenga 35 años pasa a cuarteles de invierno.
Todos los gobiernos, a pesar de los
juicios realizados por el personal, han prometido “blanqueos” del haber
del personal militar. La más firme promesa vino de la mano de Cambiemos,
el Presidente Mauricio Macri, que prometió cuatro etapas para
solucionar un problema de vieja data.
La primera etapa se cumplió en Mayo de
2016, como resolución del Ministerio de Defensa, y la segunda debía
darse en este mes de Enero, hecho que no sucedería.
Lo que se firmó como decreto del Poder
Ejecutivo Nacional, fue aquella resolución ministerial, la 377/16, para
darle sustento legal a la resolución del Ministerio, ya que no es
función ministerial, sino del ejecutivo, la modificación del haber del
personal militar. Esto trajo hoy confusiones, fogoneadas por aquellos
que lo toman como una falta de respeto o los que confunden al personal
militar, diciéndoles que es una mentira.
En realidad es una cuestión de forma, de dejar en norma aquello que el ministerio de defensa firmó en mayo de 2016.
Son muchos los rumores de todo
tipo corren por las redes sociales y sitios donde opinan miembros de las
fuerzas, aunque algunas publicaciones hablan de posibles
acuartelamientos, y hasta de una segunda semana santa, este portal se
comunicó con diversas fuentes castrenses que no pudieron confirmar esas
versiones, que algunos atribuyen a la Armada Argentina.
Lo que algunos entienden como descontento o enojo, traducido en pedidos de remoción de las cúpulas, no es otra cosa que un sentimiento manso de injusticia.
Según pudimos saber, la segunda etapa
del blanqueo de haberes que debía darse en este mes de Enero, no se
produciría porque los Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas no
habrían cumplido con la consigna de pasar a retiro a todos los militares
oficiales y suboficiales con 38 años de antigüedad en el servicio,
cumplidos. En el caso del Ejército, esto se habría dado casi en su
totalidad, la Armada lo habría hecho en un 40 % y la Fuerza Aérea solo
en un 15 %.
Una vez más, los jefes de estado mayor
de cada fuerza, convertidos en Ministros atornillados a sus sillones, a
sus choferes, viáticos especiales y pasajes, y con ellos sus amigos, no
muestran el menor interés por sus subalternos y en una jugada casi
infantil, citaron al personal en condiciones que consideraron de retiro,
por mensaje, esto quiere decir, se les dio la orden de presentarse en
los respectivos edificios de las jefaturas de cada fuerza armada. Allí
se los invito a pedir voluntariamente el retiro, la mayoría de ellos sin
esos 38 años cumplidos, quedando así como que es el militar quién lo
pide. La selección ha sido arbitraria, antojadiza, para algunos. Todo en
función de amistados, aprovechando en algunos casos para pasar viejas
facturas.
Hoy sabemos por fuentes que no
podemos mencionar, porque son militares de las tres fuerzas que no
pueden hacer declaraciones, que amigos de las cúpulas seguirán sin
cumplir con los que pidió el Ejecutivo, por medio del Ministro de
Defensa Julio Martínez.
Todo está parado, los ascensos no fueron
firmados aún, las designaciones tampoco, y los retiros requeridos,
menos aún, y esta era la parte que las fuerzas armadas debían cumplir
para que se continúe con las etapas del blanqueo de haberes.
Desde épocas del kirchnerismo, cuando
Néstor promovió a Brigadier y Jefe de la Fuerza a alguien que le hacía
favores en el sur, las cúpulas han sido funcionales al gobierno. No
podemos olvidarnos del último delirio K de tener al General Milani como
Jefe del Ejército. Funcionales en el sentido de no respetar a sus
subalternos, primando sus propios intereses, ya que sabemos que
cualquier acción es sedición.
Intra - muros lo que existe es desazón,
desánimo y ese sentimiento de abandono, por parte de jefes de estado
mayor, a los que están por fuera del círculo rojo de los privilegios de
seguir en sus cargos, y en otros casos promovidos o premiados, como es
el caso de un oficial promovido a Brigadier, yerno de Luciano Benjamín
Menéndez, con múltiples condenas por delitos de lesa humanidad. Creemos
superada la etapa del gobierno de los Kirchner en que por portación de
apellido o parentesco los oficiales no ascendían, por lo que este sería
un hecho anecdótico.
En la gestión de este oficial,
como Jefe del Cuerpo de Cadetes de la Escuela de Aviación Militar, dos
cadetes femeninas fueron abusadas sexualmente por un cadete de mayor
jerarquía, durante mucho tiempo. Esa causa, cursa hoy en la justicia
Federal de Córdoba y quién era entonces Director del Instituto, año
2015, fue Director General de Personal de la Fuerza. El malestar es
generalizado, y no con el gobierno, sino con las jefaturas. “Vivimos
otros tiempos, donde se necesitan cambios de estructuras profundos,
pero la jefatura no lo entendió, siguen encerrados en cajas, sin
propiciar esos cambios que hagan al interés de la Nación, y sólo apuntan
a sus propios intereses”, nos dice un oficial superior del Ejercito que habló con este portal. También
se debe tener en cuenta para una reforma integral, todos aquellos
retirados que son premiados con horas cátedra como docentes
universtarios en institutos de formación militar, para equiparar lo que
pierden con el retiro.
En las últimas elecciones, los
miembros de las Fuerzas Armadas se volcaron al voto por Cambiemos, con
la fe puesta en que el cambio seria profundo. Por ahora, todo, es más de
lo mismo.
Redacción Periodismo y Punto.