El regreso de la mafia de los remedios
“La historia se repite dos veces, la primera en forma de tragedia y la segunda en forma de farsa”, dijo una vez Karl Marx. Y no se equivocó.
Aquella historia conocida como la mafia de los medicamentos está a punto de volver, como hace una década. Incluso con algunos de los mismos personajes.
Es
una trama espesa que involucra a funcionarios públicos y empresarios
privados, en medio de un negocio millonario relacionado a los remedios.
Primero debe introducirse al personaje principal del culebrón, Hugo Sigman, un psiquiatra de perfil bajo que es, a la sazón, uno de los empresarios más poderosos de la Argentina. Junto a su esposa, Silvia Gold, son dueños de Grupo Insud,
un imperio que incluye desde medicamentos hasta negocios industriales y
periodísticos en Argentina, España, Italia, China, Estados Unidos y
Suiza.
No obstante, la industria farmacéutica es su actividad principal, ya que representa el 80% de su facturación.
A su vez, a través de las firmas Chemo, Exeltis y mAbxience,
el holding participa de todos los eslabones de la cadena de esa
industria. De hecho, a través de su “grupo”, Sigman es accionista de los
laboratorios Elea, Biogénesis Bagó, Sinergium Biotech, Chemotecnica S.A e Inmunova.
Lo antedicho, solo a efectos de introducir al lector respecto de lo que vendrá, como Caballo de Troya del relanzamiento del Plan Remediar. Un negocio de... ¡seis mil millones de pesos!
Los
“beneficiarios”, aparte de aquellos que recibirán medicamentos
gratuitos, serán un grupo de laboratorios cercanos al kirchnerismo y,
más específicamente, al gobernador de Tucumán, Juan Manzur.
El
principal beneficiado es el propio Sigman, amigo íntimo de este último,
quien esta misma semana inauguró una nueva “planta de producción de
anticuerpos monoclonales biosimilares” en Garín, provincia de Buenos
Aires. Allí estuvo Alberto Fernández, dándole un gran espaldarazo político.
En
realidad, lo de los anticuerpos y demás es una gran excusa. Lo que
precisa Sigman es producir remedios a gran escala, en miras de lo
vendrá. Sí, aquello de los seis mil millones de pesos.
Antes de seguir con la trama de este nuevo capítulo del Plan Remediar,
hay que recordar que Sigman estuvo involucrado en varios escándalos.
Uno de ellos ocurrió a principios de septiembre de 2016, cuando se
secuestraron en Ezeiza 287 kilos de pseudoefedrina, distribuidos en diez tambores que iban a ser vendidos por su firma Chemo.
Se
trata de recipientes que se mantuvieron en secreto en los galpones de
la estación aérea hasta que el ex titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión,
entregó a la Justicia una denuncia anónima y dos mapas con la ubicación
exacta de la pseudoefedrina. Más tarde, por disposición de la jueza
federal María Romilda Servini, se secuestró el material.
Algo
similar ocurrió en 2008 cuando en el mismo lugar, la Aduana en Ezeiza,
aparecieron dos toneladas de efedrina que nadie jamás reclamó. El
embarque arribó desde la India sin un claro destinatario y por eso no
pudo ser documentado... pero todos miraron a Sigman.
El cargamento, cuyo costo ascendería a los US$ 100.000, sin contar seguros y fletes, había sido denunciado por la Sedronar por tentativa de contrabando hacia México.
No
obstante esos antecedentes, Sigman siempre logra caer bien parado y
jamás tener complicaciones con la Justicia, básicamente porque suele ser
un generoso aportante respecto de los principales candidatos a presidente de la Nación.
En su momento, supo bancar al macrismo, y ahora hizo lo propio con el kirchnerismo. La recompensa está a la vista.
Con
Mauricio Macri terminó rompiendo lanzas en 2018, luego de que el
entonces jefe de Estado decidiera eliminar la intermediación de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa) en la compra de remedios para el PAMI. Uno de los tantos curros de Sigman.
Otro de sus rentables “negocios” lo hizo en 2009 cuando la gripe aviar aterraba a propios y ajenos. Fue gracias a su amigo Juan Manzur, que en esos días era el ministro de Salud de Cristina Kirchner.
El hoy gobernador de Tucumán le hizo uno de los mejores regalos de su vida: le dio permiso para asociarse con laboratorios Novartis a
efectos de tener en Argentina la licencia suiza para fabricar en el
país la vacuna contra la gripe, que hasta ese momento se importaba.
Eso
sí, pidió le pidió a Manzur que le garantizara la compra de esa vacuna
por diez años, con la actualización de precios que dispusiera la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Si
ello provoca asombro a los que están leyendo estas líneas, más aún
debería generarlo el hecho de que uno de sus laboratorios, Sinergium Biotech,
se construyó con un crédito otorgado por Cristina, a cambio de que
construyera una planta de producción primaria de antígenos. Ello jamás
ocurrió y Sigman logró sumar una nueva empresa de manera gratuita.
Ahora, con el regreso del Plan Remediar,
será quien provea al Estado medicamentos analgésicos, antiácidos,
antianémicos, antiasmáticos, antibióticos, anticonvulsivos,
antiespasmódicos, antihistamínicos, antiinflamatorios,
broncodilatadores, cardiovasculares, corticoides, ginecológicos,
hipoglucemiantes orales, vitaminas, y mucho más. Con la presunción del oportuno “retorno” hacia aquellos que le han regalado esta nueva gallina de los huevos de oro.
Quien
abrigue alguna duda al respecto, solo debe recordar que en 2016 Manzur
ya fue denunciado por haber desviado un crédito del plan “Remediar más Redes”, destinado a fortalecer la atención primaria en las provincias.
Quien hizo la presentación fue el entonces ministro de Salud Jorge Lemus, ante el juez federal Marcelo Martínez De Giorgi, por supuestos desvíos de dinero y falta de control en el marco de un crédito por U$S 287 millones del BID.
La denuncia de Lemus se basó en un durísimo informe de la Auditoría General de la Nación que analizó el plan entre 2009 y 2013 y puntualizó la existencia de sobreprecios
en la compra de medicamentos y en la distribución inequitativa de los
botiquines de los centros de atención primaria.
Diez años más tarde, con los mismos protagonistas, la historia está a punto de repetirse.