La
consigna del PRO en la última campaña por la jefatura de gobierno de la
Ciudad y la presidencial copió muchas estrategias del partido demócrata
de los Estados Unidos, como la frase “sí se puede” que utilizó Barack
Obama en las campañas presidenciales, al igual que las charlas con
pequeños grupos que dio el entonces candidato Mauricio Macri en la
campaña, copiada también de Obama, a quien se lo vio en su visita a la
Argentina en charlas para 200 personas.
Pero la copia más grande
que vino del país del norte es la del call center de trolls o de
tuiteros anónimos que imponen una consigna que después reiteran
centenares o miles de fanáticos del PRO para atacar o directamente
insultar a los que osan criticar alguna medida de Cambiemos.
El
lunes pasado, en la exitosa serie Homeland, cuyo contenido es el
terrorismo internacional, en el capitulo 10 de la sexta temporada se
mostró un call center gigante financiado por la CIA para descalificar a
una presidente electa de Estados Unidos que desconfiaba de la comunicad
de inteligencia y que tenía un hijo marine que fue a combatir a Irak y
murió en combate. Pero un alto oficial de la CIA que podría ser
despedido por la nueva presidente cuando asuma el cargo se conecta a un
periodista vinculado a la CIA que posee un call center que integran 100
personas y que graban un video donde el hijo marine de la presidenta
electa aparece huyendo de una trampa de los terroristas y algunos de sus
compañeros de la compañía de marines declaran que fue un cobarde que
huyó y fue abatido cuando lo intentaba.
El video fue subido a
Youtube y se viralizó con millones de visitantes, y en Twitter, y
después fue tomado por los canales de televisión con un gran impacto.
Es
cierto que Julián Gallo, un subsecretario de la jefatura de gabinete,
no puede lograr un efecto parecido pero manejando 100 trolls pagos
martilla con encuestas en donde Cambiemos obtiene el 90% de los votos
para las próximas legislativas y lo que es más grave, son los insultos
continuos de los trolls a simples tuitetros, periodistas y a medios de
comunicación, a los cuales presionan con que son todos opositores al
gobierno, hasta llegar al grupo Clarín, Canal 13 y TN, y a sus
periodistas más destacados, y con esta violencia mediática intentan
acallar las voces independientes.