San Pío X decía que la Misa es la oración por excelencia del cristiano. Y
como dice el aforismo, “Lex Orandi Lex Credendi”(Tal como se reza, se
cree).
Por tanto, el hecho de participar de esta Liturgia (que fue codificada
por San Pío V en Trento, si bien es mucho más antigua) ha cambiado la
forma de rezar, la forma de vivir la religión de un joven estudiante de
Medicina, Ignacio Vaz-Romero.
Su manera de orar, su manera de comportarse en el templo, incluso su
juicio acerca de acontecimientos actuales, ha cambiado por completo. Y
esto es así porque no se puede disociar la Misa (las rúbricas, ¡tan
odiadas hoy en día!) del Credo. Si cambiamos la Misa (recordemos que
como dijo Su Santidad Pío XII, “la Eucaristía es el corazón de la
Iglesia”) lo cambiamos todo, se derrumba el edificio (la Iglesia) por
sus bases.