viernes, 31 de marzo de 2017

Medir con la misma vara

Medir con la misma vara


Dicen que la ley pareja no es rigurosa. El problema en la Argentina es que unos son alcanzados por la ley y otros no. En el fondo no sabemos si la ley es rigurosa con unos y laxa con otros o si simplemente no hay ley.
Esto suele suceder cuando no hay congruencia ni entre los reclamos de los gobernados ni en las acciones de quienes gobiernan.
¿Cómo catalogar a los opositores de un gobierno que van a una marcha contra un golpe de Estado que cuarenta y un años atrás alteró el orden democrático, pidiendo derrocar a otro gobierno, el actual, elegido democráticamente? Nadie entiende cómo la Justicia no pone un correctivo legal a quienes convocan a la sedición en una flagrante apología del delito. Nadie sabe por qué ningún fiscal actúa de oficio. Posiblemente la defensa de la democracia no preocupe a los políticos ni a los magistrados. 

Docentes de la Escuela Alfredo Benítez de La Cumbre organizaron un simulacro de fusilamiento como parte de los actos conmemorativos por el Día de la Memoria con sus alumnos. Las fotos son macabras, muestran a varios niños de ambos sexos arrodillados, con los ojos vendados, mientras otros, vestidos como militares, les apuntan con armas de juguete. No era en una fiesta de drogados, sucedía en una escuela pública en la que estaba hasta el intendente, Rubén Ovelar, quien dijo que eso fue "una buena representación".
Quizá a los docentes y al mismo intendente les falta algún tornillo o son simplemente perversos. Esa manipulación de los menores implica cuando menos la figura de abuso y apología del delito. Quizá algún pervertido haya gozado con la imagen de violencia infantil como otros gozan con las de pornografía infantil. No son muy lejanas unas de otras. Pero ni el Ministerio Público, ni el Poder Judicial ni el Gobernador de Córdoba parecen haberse enterado.
Esta utilización perniciosa no prepara a los niños como buenos ciudadanos, los incita a la violencia. Pero que nadie tararee la marchita pensando en que así están "combatiendo al capital". La violencia, cuando se engendra, no se sabe para dónde va. Si el día de mañana uno de esos chicos forma parte de la estadística de "ni una menos", si realmente tienen memoria, acuérdense de quienes los educaron. Nadie sabe ahora si todos los padres estaban informados sobre esta representación ni quién la decidió. Ningún fiscal, mucho menos los organismos de protección a la niñez ni los de derechos humanos se han hecho eco de esto. El Gobierno cordobés, también políticamente correcto como el nacional, mira para otra parte.
En la escuela "Carlos Della Penna" del barrio de La Boca se difundió en el acto del 24 de marzo un video reivindicatorio de la última dictadura militar, por ese motivo dos maestras y una directora fueron separadas de sus cargos por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cuyos representantes manifestaron estar "indignados" con el hecho ocurrido, por lo que decidieron iniciar "un proceso de sumario" a dos docentes de sexto grado y a la directora, quienes fueron "separadas preventivamente de su cargo". Luego la comunidad educativa del Della Penna realizó un "abrazo simbólico" a la institución para "frenar estos actos de avasallamiento a nuestros derechos y a la memoria, que es lo que nos constituye como pueblo".
Permitir en unos casos, prohibir en otros, no nos hace mejores. Solo prueba que en la Argentina en un año eleccionario, todo puede pasar, todo lo políticamente correcto se puede permitir, sin importar que los derechos humanos sigan siendo un curro; que los derechos de la niñez se puedan violar y que para determinar qué está bien o qué está mal, todo dependerá del resultado que se pretenda alcanzar.
En el fondo el 24 de marzo no es el día de la Memoria sino el día de lo que a cada uno se le ocurra imaginar, por perverso que sea.
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