“Hemos entrado ya en la cuarta fase de los planes de dominación mundial”
Luis Zapater, profesor de
Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia (España) y portavoz
del partido SOLUCIONA, proyecto político del que fue uno de sus
miembros fundadores, Luis Zapater Espí (Valencia, 1970), intervino el
pasado jueves en ‘La Ratonera’ para ofrecernos una lección magistral
acerca del nuevo orden mundial y de cómo pretende establecer una tiranía
Universal con el objetivo de someter a todos los pueblos de la Tierra
al poder de un único gobierno mundial, con una única asamblea
legislativa, un único poder judicial y unas fuerzas de seguridad y
militares comunes en todo el orbe.
Conferenciante y autor de varios libros
sobre geoestrategia, Zapater ha defendido como portavoz de SOLUCIONA el
fin de las concesiones de nuestro país a las organizaciones
mundialistas, desde la Unión Europea al Club de Bilderberg, y denunció
recientemente, también en ‘La Ratonera’, que “el pueblo español lleva
sufriendo desde hace cuarenta años, como un conejillo de indias, un
proceso de experimentación social programado por intereses económicos
desde el exterior”. Reproducimos la entrevista del jueves en el programa
dirigido y conducido por Armando Robles.
-¿Qué es el nuevo orden mundial?
Esta pregunta tiene dos respuestas
posibles: La respuesta políticamente correcta y la que no lo es. La
respuesta políticamente correcta simplemente se ceñiría a poner de
relieve el plan de convergencia internacional ideado desde el fin de la
II Guerra Mundial para establecer una Sociedad de Naciones que permita
la resolución pacífica de los conflictos y el respeto de los derechos
humanos en todo el mundo. Después de la II Guerra Mundial, los
dirigentes de las potencias aliadas vencedoras, sobre todo los
presidentes estadounidenses afirmaron que desde la Declaración Universal
de los Derechos Humanos de la ONU de 1948 se establece un “Nuevo Orden
Mundial”.
Esta primera respuesta posible sólo se
fija en las apariencias. La segunda respuesta posible, -políticamente
incorrecta-, definiría el llamado “Nuevo Orden Mundial” como un plan
diseñado, ejecutado y proyectado desde aproximadamente los últimos 300
años de la Historia de la Humanidad para establecer una tiranía
Universal, es decir, para someter a todos los pueblos de la Tierra al
poder de un único gobierno mundial, con una única asamblea legislativa,
un único poder judicial y unas fuerzas de seguridad y militares comunes
en todo el orbe.
El llamado “proceso de globalización”
iniciado a fines del siglo XX en todo el planeta, sería una de las
múltiples facetas del establecimiento progresivo de este nuevo orden.
Hoy día solo Rusia, Siria, Irán, Venezuela y Corea del Norte se resisten
a aceptar este nuevo status quo. Y no cito en la lista a China porque
su posición es ambivalente.
-¿Cuándo aparece la expresión nuevo orden mundial?
Un reputado estudioso del “Nuevo Orden
Mundial”, el argentino Adrián Salbuchi dice que la expresión “Nuevo
Orden Mundial” se dijo por primera vez en 1919, con ocasión de la
aprobación del infame Tratado de Versalles, una de las principales
causas del desencadenamiento de la II Guerra Mundial. Yo creo que
incluso antes de 1919 ya había un proyecto en la mente de los
conspiradores más poderosos de este mundo en dirección al
establecimiento de un nuevo orden mundial, y por ello creo que la
primera vez que se alude al mismo es por el masón Adam Weishaupt en 1776
cuando redactó los principios inspiradores del Novus Ordo Seculorum (o
nuevo orden de los siglos) con los símbolos masónicos de esta
inscripción coronando una pirámide con el ojo que todo lo ve (símbolos
que fueron incorporados al billete de un dólar).
Los principios establecidos por Adam
Weishaupt en 1776, bases para la implementación definitiva de lo que hoy
llamamos “Nuevo Orden Mundial”, curiosamente resultan ser los
siguientes: Abolición de la monarquía y de todo gobierno organizado
según el Antiguo Régimen; supresión de la propiedad privada de los
medios de producción para individuos y sociedades, con la consecuente
abolición de clases sociales; abolición de los derechos de herencia en
cualquier caso; destrucción del concepto de patriotismo y nacionalismo y
sustitución por un gobierno mundial y control internacional; abolición
del concepto de la familia tradicional y clásica y prohibición de
cualquier tipo de religión, estableciendo un ateísmo oficial.
-¿Ha sido pues la masonería uno de los impulsores de dicho nuevo orden? ¿Cómo?
En efecto, no sólo por Adam Weishaupt.
Desde la fundación de los Estados Unidos hasta el día de hoy con la
proclamación del Nuevo Orden Mundial ha habido un proyecto apoyado por
la masonería hacia un único gobierno mundial. La idea de la “República
Democrática Universal” fue lanzada por Ramsay, Gran Maestre de la logia
francesa, antes incluso que Adam Weishaupt, en 1741. La base fundamental
de la República Universal sería la idea de la tolerancia absoluta
elevada a la categoría de principio político fundamental, algo que es
perfectamente actual en estos momentos. Ideal de la francmasonería
también fue la emancipación de las colonias americanas, primero frente a
Inglaterra, y después frente a España, algo que en España cumplió a la
perfección el General Riego, liberal y masón, cuando se rebeló contra el
Rey en lugar de embarcar para luchar contra los independentistas
iberoamericanos.
Sin embargo, con los calificados por la
masonería como “intolerantes” debía haber tolerancia cero. La lucha
contra la Iglesia Católica y contra las demás religiones debería ser
implacable por todos los medios (de hecho la masonería estuvo detrás de
las matanzas de religiosos producidas durante el s. XIX en España,
Francia y América). La influencia de la masonería en la toma del poder
por el liberalismo y en la construcción del Estado Democrático liberal
es un hecho histórico que no he inventado yo; de hecho, la relación
entre el surgimiento de la democracia de partidos y masonería fue tan
grande que el Profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de
Vigo, Alberto Valín, sostiene en su Tesis Doctoral que “los partidos
políticos son un invento de la masonería”. Desde luego esta tesis no
contradice la Historia: Antes de la Revolución Francesa la gente de cada
país no se agrupaba socialmente por colores o facciones políticas, sino
por su pertenencia a un gremio o asociación profesional, religión,
etnia, etc.
-¿Cuáles han sido las fases de implementación del nuevo orden mundial?
En una primera fase, la destrucción de
los imperios cristianos, desde 1741 a 1919. El primero en caer fue el
Imperio Español con el proceso de emancipación de las Américas entre
1823 y 1898. Después les llegaría el turno de desaparecer a los tres
imperios coronados destruidos a consecuencia de la I Guerra Mundial: El
Imperio Ruso, el Imperio Alemán y el Imperio Austro-Húngaro.
Esta primera fase fue afianzada con una
serie de organismos internacionales. Los Rostchild, los Rockeffeller y
los Morgan, además de patrocinar el tratado de Versalles, idearon el
planeamiento estratégico a largo plazo del mundo. Para eso crearon una
serie de organizaciones internacionales: El Council of Foreing Relations
(CFR) y el RIIA en UK (Instituto de Relaciones Internacionales)
En la segunda fase, destrucción de las
naciones: desde 1919 hasta hoy. Esta fase a mi juicio tendría tres
subfases, correspondientes a los “tres órdenes mundiales” que trajo
consigo el siglo XX:
La primera, de 1919 a 1945: Propiciaría
la II Guerra Mundial (IIGM) que elimina a las potencias europeas de la
dirección del mundo, sustituyéndolas por dos superpotencias con fines
internacionalistas (en un caso el internacionalismo proletario y en el
otro la supuesta democratización universal).
Tras la IIGM se estableció un nuevo
orden mundial (el 2º en el siglo XX) que fue preparado en Yalta y en
Teherán. Este “nuevo orden mundial” salido de la IIGM supuso la creación
de la ONU en el ámbito de la política internacional, mientras en el
ámbito económico supuso la conferencia de Bretton Woods, donde se fundó
el FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, para
que los vencedores administraran la nueva paz y se estableciera el
patrón dólar. En lo geopolítico se estableció el mundo bipolar (USA, UK y
F) frente a la URSS China y sus satélites. Era un mundo inicuo pero más
estable que el que nace a fines de los 70 y se impone finalmente con la
destrucción de la URSS cuando los que dirigen el mundo por encima de la
URSS y de los Estados Unidos se dieron cuenta de que había que poner
fin al experimento comunista y propiciar la caída de la superpotencia
soviética. En este “Segundo Orden Mundial” fue fundado en 1954 el Club
de Bilderberg, que aglutina a las figuras más destacadas de la política y
economía del mundo occidental y a los directivos de poderosas
organizaciones internacionales (como la OTAN o el FMI).
Y la tercera subfase, el “Tercer Orden
Mundial” nace con la caída del muro, el encubrimiento de los USA al
poder mundial con la caída de la Unión Soviética. Los dominadores de los
pueblos experimentaron (como dice Salbuchi) sobre cómo era mejor
controlar a los pueblos, si con el perro-policía y policía en cada casa o
con el control y manipulación de la opinión pública por medio de la
televisión. A la larga ganó la partida el televisor en cada casa, lo que
ha supuesto el principal modo de conseguir el aborregamiento y
abotargamiento de las masas. Pero además, para llegar al estadio actual
de globalización era necesario que una de las dos superpotencias
desapareciera. La superpotencia superviviente sería la principal
impulsora de la globalización, como ha sido. En este “Tercer Orden
Mundial” cobra cada vez mayor protagonismo el Club de Bilderberg.
Por lo que se refiere a la tercera fase,
destrucción de la familia y del principio de autoridad en la sociedad:
Iniciada desde la revolución social de los años sesenta, con los
Beatles, el movimiento hippy, el pacifismo, el feminismo, progresismo y
mayo del 68.
Cuarta, el establecimiento de un único
poder mundial desde 1999: La tiranía universal con un único dirigente
mundial, identificado por algunas personas religiosas como el
Anticristo, un único parlamento internacional, un único ejército, etc.
Un prerequisito básico para estos cuatro
objetivos fue el ataque permanente contra la religión católica que se
inicio cuando Voltarie lanzo su proclama: “¡Aplastemos al infame!”
-¿En qué fase estamos actualmente?
Por desgracia ya llevamos más de 40 años
en la tercera fase y hemos entrado en la cuarta gracias a los
acontecimientos precipitados del fin del pasado siglo y comienzos de
éste, entre ellos las guerras de Irak, el atentadode las torres gemelas,
las primaveras árabes, las guerras en Afganistán,… El punto de
transición hacia la cuarta fase, a mi juicio, estaría en los
acontecimientos que ponen fin a la Unión Soviética desde 1987 (la
Perestroika de Gorbachov de 1987, caída del Muro de Berlín en 1989, la
liquidación por derribo de la URSS en 1991, la retirada de Afganistán en
1992). También la Guerra del Golfo de 1991 marcaría este punto de
inflexión por suponer el paso del mundo bipolar USA-URSS al unipolar
dirigido por Estados Unidos.
La fecha de inicio de esta cuarta fase
en la que estamos podría ser el 24 de marzo de 1999, fecha del comienzo
de los bombardeos de la OTAN contra Serbia, que se corresponde con la
aparición un mes más tarde, el 24 de abril de 1999, en una reunión del
Consejo Atlántico celebrada en Washington del documento titulado “Nuevo
Concepto Estratégico de la OTAN”, en el que hay cambios significativos
sobre el esquema y fines originarios de la organización, estableciendo
por vez primera un enfoque global de la seguridad, “para hacer frente al
terrorismo internacional, a los conflictos étnicos, al marasmo
económico y a las políticas de opresión.”
Esto supone que contra todo el Orden
Internacional anterior, contra el Derecho Internacional, la OTAN se
autogarantiza plenamente el derecho al intervencionismo en cualquier
tiempo y lugar del mundo. La OTAN asume pues la función de policía
universal, lo que se justifica en el punto 56 del documento citado al
señalar: “Dado que las fuerzas de la Alianza Atlántica pueden verse
obligadas a operar fuera de las fronteras de la OTAN, hay que prepararse
para intervenir más allá de esas fronteras”, con o sin el respaldo de
las Naciones Unidas.
Además, la Guerra contra Serbia de 1999
evidenció que la OTAN establece por encima de todo la consecución de los
intereses de las potencias anglosajonas (EEUU y el Reino Unido de la
Gran Bretaña) aunque puedan perjudicar los intereses geoestratégicos de
los demás países europeos de la OTAN, como así ocurrió con el
establecimiento, -gracias a la derrota serbia,- de Kosovo, un Estado
musulmán en pleno corazón de Europa.
En el mismo documento se concede gran importancia estratégica al Mediterráneo, como zona decisiva para la seguridad mundial.
Conviene recordar que la globalización
no es sólo una interdependencia planetaria de la economía y de las
comunicaciones, sino que pretende una sociedad mundial más homogénea en
el plano cultural, a partir de los valores de la llamada “cultura
occidental”, con el riesgo de cargarse la riqueza cultural de todos los
pueblos de la Tierra. No sólo se pretende extender la cultura
occidental, sino también la contracultura: Matrimonios gays, aborto
libre, insumisión, ataque contra el principio de autoridad, escarnio
contra la religión… Las femen, tan de moda en estos días, son un buen
ejemplo de activismo por la globalización.
-¿Crees que triunfará el nuevo orden mundial o por el contrario el plan de dominio mundial fracasará?
A corto o medio plazo la agenda va a
seguir aunque nos puedan meter en una Tercera Guerra Mundial si se
desencadenara un conflicto internacional en Siria, Irán o Corea del
Norte; afortunadamente Rusia nos ha salvado de esta situación en octubre
de este año, pero suceda esto o no, la Naturaleza no permitirá que el
mundo sea reinado por el Mal y entre en una espiral de caos indefinida.
Después del caos vendrá el orden, de manera que aunque consigan sus
objetivos finales no les durará mucho la alegría por lo antinatural que
es el proyecto en sí, y la oposición que se generará en todo el orbe a
medida que se profundice en las últimas fases que persiguen. De momento,
pese a contar con el mayor poder destructivo de toda la Historia de la
Humanidad han levantado la oposición, no sólo de los gobiernos que para
ellos forman “el eje del mal”, sino también de Rusia y China, además de
casi una tercera parte de la población europea que no nos resignamos a
que nos hagan desaparecer, a la que ellos denominan “la sociedad
intolerante”. Por eso es tan importante la preparación espiritual, dado
que saben que como dijo uno de los suyos, Vargas Llosa, que es uno de
sus principales voceros liberales, el enemigo más peligroso para ellos
es un individuo joven, patriota y a la vez creyente dispuesto a todo por
su Nación y la tradición espiritual de su pueblo. Por eso tratan de
crear pseudonacionalismos, ccomo el vasco o el catalán,
pseudoreligiones, o peor una religión universal, para desactivar
cualquier respuesta espiritual a su ofensiva, dado que todos los credos
tradicionales son su enemigo, sobre todo el Cristianismo.
Tanto si creemos o no como creyentes en
el fin de los tiempos, como si somos ateos merece la pena la lucha. En
el caso de los creyentes porque supone entrar como fundadores de la
nueva Jerusalén Celeste en la siguiente vida después de la muerte como
dice el Apocalipsis de San Juan. En el caso de los ateos aun tendrían a
mi juicio más mérito, porque no creen en ninguna compensación por sus
acciones en un mundo futuro, de manera que la lucha se justificaría
porque el sacrificio de los que luchen contra esta tiranía universal
compensará a las presentes y futuras generaciones que heredarán un mundo
mejor.
Jaques de Mayeu decía: “Ya probaron el
sistema opresivo soviético y fracasó; ya probaron encadenar a la gente,
coaccionarla con la policía, el ejército, el comisariado político, y el
KGB, y fracasaron”. Luego las ataduras que promueven, dejando al margen
sus lacayos y “Gallardones”, son ante todo mentales o espirituales. El
conocimiento de la verdad nos hará libres frente a ellos.
Fuente : Alerta Digital