Sorpresa: en 1985 el PSOE intentaba captar el voto de la extrema derecha
El debate sobre el aborto está haciendo que pierdan los nervios
los partidarios de esa agresión contra los derechos humanos, dejándose
en evidencia a sí mismos. Ya vimos ayer el caso de los abortorios desvelando, con suma torpeza, la clave de sus engaños durante lustros de práctica del aborto en España. Hoy le ha tocado el turno a Rubalcaba.
Los pros y los contras de la Ley Gallardón
También llamaron derecho a la esclavitud
Tras apoyar el amparo a fetos de animales, el PSOE lo rechaza para los niños por nacer
El secretario general del PSOE ha dicho hoy
que “Rajoy cambia la libertad de las mujeres por un puñado de votos de
extrema derecha”, refiriéndose al informe sobre el anteproyecto de la
nueva ley del aborto presentado por Gallardón el viernes. En el tono incendiario que Rubalcaba conoce tan bien y con el que intenta poner de nuevo en marcha su estrategia favorita -la de agitación y propaganda-, el dirigente socialista ha tachado la ley de Gallardón de “clasista” e “hipócrita”.
Defender fetos animales es socialista, defender fetos humanos es de fachas
Tengo que confesaros que al leer estas declaraciones no salía de mi asombro. Es obvio que en
su mezcla de fanatismo y miseria moral, Rubalcaba identifica defender
los derechos humanos de todos, desde el inicio de la vida, con la
“extrema derecha”. Si yo para Rubalcaba soy de extrema derecha
por afirmar que todo ser humano tiene derecho a que no le abrasen o
descuarticen, sin excepciones por razón de edad, ¿qué dirá de mí Rubalcaba cuando sepa que soy contrario a la esclavitud, por ejemplo? Claro que la culpa es de los que defendemos la vida de los niños y niñas por nacer. Si nos limitásemos a apoyar la protección de fetos de animales como hizo el PSOE en abril,
seguro que Rubalcaba no tendría nada que objetar. Pero sólo a nosotros
se nos ocurre pedir ese mismo amparo para los fetos humanos. Si es que
somos unos fachas, oiga…
La ley de Gallardón recupera los 4 supuestos de la ley socialista de 1985
El caso es que, como ya apunté el viernes,
a pesar de las novedades que incorpora en el terreno conceptual y
teórico y de ciertos detalles como amparar el derecho a la objeción de
conciencia -un derecho que ampara la Constitución pero que sólo se le
ocurre defender a los peligrosos fascistas, pensará Rubalcaba-, en
el plano práctico la ley de Gallardón mantiene los mismos cuatro
supuestos -camuflándolos en dos- de la ley de 1985, una ley impuesta por
el PSOE. Incluso copia el coladero legal del riesgo para la
salud psíquica de la madre, bajo el que se llegaron a perpetrar el 98%
de los abortos en España. Si nada cambia, la ley de Gallardón, a pesar
de su envoltorio hablando de “protección de la vida del concebido”,
tendrá los mismos desastrosos efectos que aquella primera ley abortista:
la eliminación de miles de vidas humanas inocentes. De hecho, Gallardón ha ido aún más allá que el PSOE en 1985, eliminando toda responsabilidad penal de la mujer que aborta, sin excepción.
Así pues, aunque sé por dónde iban los tiros de secretario general del PSOE, hoy
sin darse cuenta Rubalcaba se ha dedicado a asociar con la “extrema
derecha” una ley que tiene, en la práctica, enormes parecidos con la ley
socialista de 1985. Cabe concluir, en consecuencia, que por
aquel entonces el PSOE -en el que Rubalcaba ya ocupaba cargos de
importancia- buscaba el voto de la extrema derecha con esa ley
abortista. Curiosa revelación, señor Rubalcaba.