México: científicos piden prohibición total del maíz transgénico
La Unión de Científicos
Comprometidos con la Sociedad (UCCS) en México, compartió la semana
pasada varios estudios que demuestran los daños en la salud por el consumo de alimentos derivados de transgénicos y agrotóxicos asociados.
“Los resultados científicos fundamentan una prohibición total a la liberación de maíz transgénico en su centro de origen, México. De lo contrario, la acumulación de transgen se tornaría irreversible, y con ello se cancelaría la soberanía alimentaria,
y se afectaría negativamente a los campesinos, a la producción del
alimento básico y la salud de los mexicanos, como así también a la
seguridad alimentaria mundial”, dijeron los científicos el 18 de
diciembre.
Los investigadores también presentaron una carta que el Dr. David Schubert, experto en inmunología del Instituto Salk de Estados Unidos, envió al Presidente de México Enrique Peña Nieto.
“El maíz es originario de México y los
genes transgénicos, sin duda, contaminarían y degradarían las
poblaciones nativas. México es el centro de la diversidad del maíz y un
tesoro mundial de variedades para combatir las enfermedades y el cambio
climático. Este será eliminado con la introducción de semillas transgénicas. Todas estas afirmaciones se han probado científicamente”, afirmó Schubert en su misiva.
La UCCS también compartió un reporte científico europeo del
mes pasado, en donde se ofrecen evidencias incontestables acerca de las
incertidumbres, riesgos y peligros de los cultivos transgénicos,
sustentados por publicaciones científicas, así como de los debates que
aún persisten en torno a ellos.
Asimismo, se refirieron a la reciente retractación del artículo del Prof. Gilles-Eric Séralini por
parte de los propios editores de la revista en la que se publicó, y
manifestaron que esta decisión “carece de sustento científico y responde
a la presión de las industrias que comercializan los cultivos
transgénicos”.
Mitos sobre la seguridad del maíz transgénico
El Dr. Schubert explicó en su carta al
presidente mexicano que: “se dice que debido a que no se ha documentado
ninguna enfermedad humana asociada al maíz Bt, – entonces es seguro para
su consumo”, pero alertó que “esta conclusión no es válida”.
El maíz Bt es un tipo de maíz
transgénico que produce una proteína de origen bacteriano. La proteína
Cry, producida naturalmente por Bacillus thuringiensis es tóxica para
las larvas de insectos barrenadores del tallo, que mueren al comer hojas
o tallos de maíz Bt.
En este contexto explicó que sólo una
pequeña fracción de este maíz Bt producido en los EE.UU. se consume
directamente, pues la gran mayoría se utiliza como alimento para
animales y para hacer aceite, jarabe de alta fructosa y etanol, pero que
estos no contendrían la proteína Bt.
Schubert aclaró que el maíz que contiene
la proteína Bt que se consume, es en forma de bocadillos altamente
procesados como chips de maíz y otros productos que no son los
principales componentes de la dieta en ese país.
“En cambio la proteína Bt en el maíz
mexicano va a ser consumida directamente en grandes cantidades porque el
maíz es el alimento básico y, por tanto, un componente importante de la
dieta en México. Además, se preparará en un número infinito de formas,
lo que llevará a potenciales cambios químicos de la proteína causando
una toxicidad desconocida e inmunogenicidad. Aunque se realizaron
algunos estudios de alimentación para demostrar la seguridad del maíz
genéticamente modificado (GM), hay muchos métodos de cocción que no han
sido probados”, sostuvo el Dr. Schubert.
Asimismo, enfatiza que es falso afirmar
que debido a que no hay evidencia de enfermedad después de la
introducción de un producto genéticamente modificado entonces este
producto es seguro para ser consumido, pues la comprobación requeriría
un experimento bien diseñado, con los controles adecuados, que no se
puede realizar debido a que los alimentos que contienen OMG no están etiquetados.
“De hecho, tal vez la mayor preocupación
con la introducción de cualquier alimento GM debería ser que, aunque
haya causado alguna enfermedad, esta no podría ser detectada debido a la
falta de estudios epidemiológicos y a las limitaciones técnicas para la
detección de dicha enfermedad. Es evidente que, una vez que el maíz GM
se comercialice en el mercado, no habrá manera de controlar los efectos
adversos para la salud causados por el producto y pedir explicaciones al
productor. Las empresas son conscientes de que por esta razón nunca
tendrán que rendir cuentas por el daño a la salud humana que su producto
pueda causar”, aseguró el investigador.
Toxicidad y peligros inmunológicos de la proteína Bt
El Dr. Schubert cita en su carta que hay
pruebas sólidas de que las proteínas Bt producen una respuesta inmune
fuerte en algunos trabajadores que la utilizaron como insecticidas en
aerosol sobre los cultivos, pero resalta a su vez, que la concentración y
cantidad de la proteína activa de la toxina Bt que la gente consumirá
en el maíz Bt, son mucho más altas que los niveles de exposición de los
trabajadores agrícolas.
“Recientemente, un estudio de
alimentación a largo plazo se realizó en cerdos de cría para consumo de
los EE.UU. Los cerdos tienen un sistema digestivo similar a los seres
humanos y los cerdos de cría para consumo están sujetos a más
enfermedades que los animales de laboratorio. Los cerdos fueron
alimentados con una dieta mixta que contenía proteínas Bt de maíz.
Después de 5 meses, se encontró que los cerdos alimentados con maíz GM
tenían niveles más altos de inflamación de estómago y los cerdos hembras tenían un peso del útero superior”, explicó.
Además, refirió que estudios adicionales en animales han demostrado que las toxinas Bt causan directamente daño a los tejidos.
“Por ejemplo, Fares y El-Sayed demostraron que los ratones alimentados con papas Bt sufrieron la aparición de células estructuralmente anormales en el intestino. Otros estudios informaron sobre cambios histopatológicos en el riñón y el hígado de las ratas alimentadas con maíz Bt, y cambios en los niveles de urea y en la proteína de la orina de las ratas alimentadas con arroz Bt”.
En opinión del Dr. Schubert, estas
investigaciones demuestran que la proteína Bt puede actuar a la vez como
alérgeno y como toxina en animales, y en algunos seres humanos.
Luego de mencionar estas
investigaciones, enfatizó que lo más importante para la salud de la
población mexicana es que si se permite la introducción del maíz Bt, un
enorme número de personas van a consumir cantidades de la toxina Bt que
son miles de veces más altas que lo que ha ocurrido anteriormente.
También añadió que es prácticamente
seguro que un gran número de ellos que coman el maíz Bt se volverán
alérgicos a esta proteína extraña, y que algunas de las respuestas
inmunes probablemente serán severas, causando anafilaxia y posiblemente
la muerte.
Además, indicó que es “la genética y el
estado de salud del individuo, lo que determina su respuesta a las
proteínas extrañas como la toxina Bt. Los individuos menos saludables son mucho más propensos a reacciones tóxicas e inmunológicas negativas”.
El Herbicida Roundup
Junto a los riesgos de la proteína Bt,
la carta dirigida a Peña Nieto también indica que la mayoría del maíz GM
también está diseñado para ser resistente a los herbicidas, de los
cuales el más estudiado es el glifosato, ingrediente activo del Roundup.
“Si el maíz y/o soja GM se introducen en
México, allí habrá un enorme incremento en el uso de este plaguicida,
ya que su uso aumentó diez veces entre 1996 (12, 2 millones de
kilogramos) y 2009 (113,4 millones de kilogramos), en la agricultura de
los EE.UU., tras la introducción de los cultivos transgénicos”, dijo el
Dr. Schubert, y añadió que “el glifosato como su fórmula activa son
perjudiciales para la salud humana”.
Según el Dr. Schubert, el glifosato (GP)
en spray tiene otros compuestos que ayudan al GP a entrar en todos los
tejidos de la planta. Son compuestos adicionales llamados surfactantes,
que no se dan a conocer públicamente porque son los llamados “secretos
comerciales” y estos no están probados para la seguridad.
“El spray de estos herbicidas y todos sus componentes se mantienen dentro de las plantas y se comen”, aseguró.
También mencionó, citando las investigaciones en cada caso, que:
- Cuando el GP se consume como alimento, o en el agua, mata las bacterias intestinales beneficiosas y cambia la flora a una con menos microbios buenos.
- Cuando el pienso modificado genéticamente con GP se usó para alimentar cerdos de 9 meses, estos experimentaron un gran aumento en la inflamación del estómago, comparados con los que habían recibido alimento no transgénico
- “Cuando el maíz resistente a los herbicidas, y tratado con GP, se usó para alimentar ratas durante sus 2 años de vida, hubo un gran aumento en la formación de tumores”, sostuvo.
- Asimismo, referenció que en Argentina recientemente se documentó un aumento en las enfermedades humanas directamente relacionado con la exposición al GP.
“¿Vale la pena para México este riesgo
para la salud?”, preguntó el Dr. Schubert. A lo que respondió: “Mi
conclusión es que el maíz GM no traerá ningún beneficio para México,
sino que representará un enorme peligro para la salud de la población
mexicana”.