La venganza: Por los cortes, miles de vecinos desde hace más de 20 días
están a oscuras y sin agua expuestos al robo y la muerte: así pasaron la
Navidad; menos en la zona de Puerto Madero
No es difícil darse cuenta, que en Argentina se acentúa la expansión de
la venganza sobre la ciudadanía, como “realidad” objetiva.
Es propio de los procesos adheridos a la condición de quienes por una u
otra forma adquieren el poder, imponiendo su “cultura” y el reino de su
“realidad” haciendo surgir su “mundo”.
Por tanto, aquello mediante lo cual el “modelo” tiene aquí validez y
realidad, en Argentina, la “venganza” y esta enajenación es, por
consiguiente, tanto fin como absoluta “verdad”; y es, al mismo tiempo,
el medio o el tránsito de la reivindicación del horror “pensado”, de los
años del 70 en cuanto “cultura” y “realidad”.
Ésta pretendida “cultura” y “realidad” solo es, precisamente, la
continuidad del “movimiento”, que en su “mundo” se enajena a sí mismo
como lo que es: El más temible en la continuidad de la triple A, la
legalidad de los 70 en eliminar la subversión y a los imberbes, que
designa su mediocridad y expresa el más alto grado de desprecio hacia
una ciudadanía que avaló una perversa represión; con el concurso de
gobernadores (presidente a partir del 2003), jueces que ostentan su rol
en la Corte Suprema de Justicia de la Nación que juraron por los
estatutos de la junta militar, que en su momento estaban con los
“buenos”, pero que actualmente es lo “malo”.
Lo que ocurre es que, en todos los casos la “facción” triunfante se
llama “gobierno” y precisamente en ello, en el ser una “facción” radica
de modo inmediato la necesidad de su perecer.
Pero en el “mientras tanto”, la “venganza” sobre la ciudadanía es
hacerle padecer una degradación en su calidad de vida, que afecta todos
los aspectos de la convivencia.
Imposición del “modelo” como desarrollo progresivo de la "verdad”, que
en su fluir constituyen al mismo tiempo otros tantos momentos de una
unidad, en la que lejos de contradecirse, son todos igualmente
necesarios, y ésta igual necesidad es la que constituye el “movimiento”.
“Movimiento” que “arranca” en el año 1943 para ver bajo la figura de lo
polémico y de lo aparentemente contradictorio, momentos mutuamente
necesarios del mismo (“movimiento”).
¿Acaso puede el sentido interno del “movimiento” manifestarse de algún
modo mejor que en sus fines y resultados, y como podrían estos conocerse
de un modo más preciso que en aquello que el periodo 1943 – 2013
produce en esa misma esfera?
Es decir la moral y la ética del denominado “modelo” son los rodeos que
permiten aplicar, en estos días, la satisfacción de la “venganza” por
“la devastadora situación afectiva que padecen las organizaciones,
frente a su irreversible sentimiento de culpa, por haber alentado y
llevado a los jóvenes, a la muerte y la desaparición”.
La “venganza”: permitir situaciones “patrimoniales”, entre otras
numerosas, en la adquisición de 263.200 hectáreas en diez años, solo en
la provincia de Santa Cruz; el descomunal “saqueo” de las arcas del
Estado por parte de “identificados” funcionarios del corrupto “elenco”
gubernativo que corresponde a la finalidad de degradar a la ciudadanía,
con carencias energéticas, sistema de transporte vial y ferroviario
vergonzoso, constante inseguridad, aumento de la marginalidad y la
pobreza, robo y muerte, etc.
Es inevitable que en este “terreno” corrupto de la gestión gubernativa
la ciudadanía evidencia su inferioridad. Pero es lo que “tenemos”.
Lo que pueda “lograr”, la ciudadanía será a “gusto” de la gestión
gubernativa presente o a quienes simularan un “recambio”; no tendría
otra salida.
¿Sera peligroso manifestarlo? Sí
26 de diciembre de 2013
Buenos Aires
Argentina
Osvaldo Buscaya (Bya)