La Corrupción K en la “Década Ganada” (Capítulo L)
CAPÍTULO L
ANÍBAL FERNÁNDEZ, VINCULADO AL
ESPIONAJE Y AL NARCOTRÁFICO
“Cuando el río suena, agua lleva”. Refrán popular.
1. Verdadera situación del senador
Consecuentes con nuestro
propósito de exponer los hechos objetivamente, sin juzgar las conductas
de los funcionarios involucrados y sin acusar a nadie, tenemos que
aclarar desde el vamos que no existe ninguna prueba contundente de lo
que se sospecha de él, es decir que está vinculado al narcotráfico y al
espionaje.
a) Comentario de La Razón[1]
Según el informe de la embajada de EE.UU,
el jefe de Gabinete estuvo “vinculado” en supuestas maniobras para
conseguir “ilegalmente” votos “adicionales” para las elecciones
legislativas del 2009. Y lo acusan de “dirigir equipos de inteligencia
para vigilar clandestinamente” a políticos opositores y jueces. También
dicen que el funcionario defiende la despenalización del consumo de
droga.
Pese a las acusaciones, los
documentos afirman que “no hay pruebas contundentes” en su contra y
surgen de artículos de prensa e informes de inteligencia.
Los informes de la diplomacia
norteamericana difundidos por Wikileaks siguen salpicando a funcionarios
del Gobierno nacional. Un día después de conocerse las críticas de
Sergio Massa y Alberto Fernández al matrimonio Kirchner, salió hoy a la
luz una serie de informes firmados por el encargado de negocios de la
Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, Thomas Kelly, donde se
involucra al jefe de Gabinete Aníbal Fernández, con rumores de
corrupción, presuntas relaciones con el narcotráfico y casos de
espionaje a adversarios políticos, gobernadores y jueces.
Los cables divulgados esta mañana
también señalan que Fernández estuvo “vinculado” en supuestas maniobras
para conseguir “ilegalmente” votos “adicionales en las provincias de
Buenos Aires y Córdoba” para beneficiar al oficialismo en las elecciones
legislativas de 2009.
Sin embargo, los documentos
afirman que “no hay pruebas contundentes” contra el ministro coordinador
y que las acusaciones surgen de artículos de prensa e informes de
inteligencia.
“Al igual que muchos políticos
argentinos”, Fernández “es perseguido por los rumores de corrupción,
incluyendo los vínculos con el narcotráfico”, señala uno de los cables
diplomáticos.
El documento añade que el jefe de
Gabinete es también “sospechoso de dirigir equipos de inteligencia para
vigilar clandestinamente los correos electrónicos de los políticos
opositores la administración”.
En otro párrafo, se acota que “a
pesar de que siempre está bien preparado”, en su discurso y
comportamiento el jefe de ministros “a veces puede ser grosero”.
El texto también indica que
Fernández “ha negado con frecuencia que el narcotráfico es un problema
importante en la Argentina, a pesar de la evidencia que indica que los
cárteles de la droga mexicanos y colombianos operan en el país”.
El funcionario “insiste en que la
Argentina no es más que un punto de tránsito y continúa negando la
existencia de laboratorios de drogas en la Argentina”, a la vez que
defiende la despenalización del consumo de drogas”, prosigue el
documento. Aunque sin pruebas concluyentes, la prensa y los informes de
inteligencia creen que Aníbal Fernández se beneficiaría “financieramente
del narcotráfico”.
Según el documento, a mediados de
mayo de 2007 “Aníbal Fernández, como ministro del Interior,
supuestamente dirigió un equipo de inteligencia privada compuesta de
militares y de inteligencia oficiales retirados para vigilar
clandestinamente los correos electrónicos de gobierno federal de los
funcionarios y provinciales, empresarios y periodistas sospechosos de
trabajar contra la administración” kirchnerista.
“Los informes de inteligencia
sugieren que Fernández no ha dudado en recurrir a medios dudosos para
vigilar a los opositores políticos”, se indica.
El informe describe que en
septiembre de 2007 se utilizó un “equipo de investigación privada para
leer los correos electrónicos y recoger información negativa en los
candidatos” Francisco de Narváez y Juan Carlos Blumberg, entre otros
aspirantes opositores.
Asimismo, se señala que
“Fernández utilizó dos técnicos en computación para hackear cuentas de
correo electrónico en el nivel alto, incluyendo” al presidente de la
Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
Además, señalan que el
funcionario “puede haber jugado un papel” importante en la tarea de
“reforzar el registro de votantes antes del 28 de junio de exámenes
parciales, de acuerdo con un informe de 2009 de inteligencia de junio”.
“Apoyó los esfuerzos -dirigidos
por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el secretario de
Inteligencia, Héctor Icazuriaga – para adquirir ilegalmente números de
identificación del registro nacional (DNI) para registrar los
partidarios ostensible y asegurar los votos adicionales en Buenos Aires y
las provincias de Córdoba”, asegura el cable.
b) Comentario de La Política online[2]
Ahora los cables vinculan a Aníbal Fernández con el narcotráfico y el espionaje
En nuevos documentos revelados esta mañana por el sitio Wikileaks se publicaron varios informes de la Embajada de EE.UU.
en Buenos Aires, firmados por el encargado de negocios Thomas Kelly.
Fechado en septiembre de 2009, uno de los cables señala que “como muchos
políticos argentinos está salpicado por rumores de corrupción,
incluidos vínculos con el narcotráfico”.
Los cables también mencionan un
viejo incidente que involucra al jefe de Gabinete, estos es que dirigía
“equipos de inteligencia” propios para monitorear clandestinamente los
correos electrónicos de políticos de la oposición.
En rigor, el escándalo es más
amplio y vincula al jefe de Gabinete con espionaje a periodistas –La
Política Online incluso sufrió un hackeo−, jueces y empresarios. De
hecho, escándalo estalló cuando el titular de la Corte Suprema, Ricardo
Lorenzetti, descubrió que tenía su correo electrónico pinchado. Por
aquellos años, Aníbal Fernández era ministro de Justicia y en la Corte
Suprema creían que estaba detrás de las pinchaduras, que terminaron en
una denuncia que instruye la juez federal de San Isidro, Sandra Arroyo
Salgado, quien nunca lo llamó a indagatoria.
Se trata del famoso caso del
espía Iván Vélazques, que lideraba lo que se conoció como la mafia d
elos mail, que vendía los mails pinchados a periodistas, famosos,
políticos y empresarios y que funcionaba por fuera de la estructura de
la SIDE y supuestamente vinculado a Aníbal Fernández. Una vez que
estalló el escándalo Vázquez y su socio se exiliaron en Uruguay y hoy se
desconoce su paradero.
Como sea, el cable de la Embajada
de EEUU conocido hoy indica que en septiembre de 2007 Aníbal Fernández
dirigió un equipo de investigación extraoficial para conseguir
información de candidatos electorales como Francisco de Narváez y Juan
Carlos Blumberg. Y agrega, como se dijo, que según reportes de
inteligencia, en noviembre de ese mismo año Fernández hackeó varias
cuentas de mail, incluida la del titular de la Corte Suprema de
Justicia, Ricardo Lorenzetti.
En el mismo sentido, se lo
relaciona con maniobras para monitorear clandestinamente los correos
electrónicos de distintas gobernaciones, ejecutivos de negocios y
periodistas críticos de la administración de Néstor Kirchner.
Los cables exponen también una
suerte de tarea de Inteligencia de la propia Embajada de los Esrados
Unidos sobre el jefe de Gabinete, ya que detalla temas vinculados a su
vida privada. Cuentan su trayectoria política, comentan que vive en
Puerto Madero, con su esposa y su hijo y hasta detalles menores y
conocidos como que es un fan de la tecnología, que “tiene teléfonos
celulares”, que en su oficina “tiene televisores con los noticieros” y
que habla en inglés.
El reporte afirma también que
durante los comicios legislativos de junio de 2009 estuvo vinculado con
irregularidades para garantizar votos en las provincias de Buenos Aires y
Córdoba. No obstante, el informe aclara que, a pesar de las fuertes
acusaciones que pesan sobre él, no hay evidencia de las mismas.
El informe detalla que el actual
jefe de Gabinete –a quien acusa de tener a veces un discurso y
comportamiento groseros- con frecuencia negó que el tráfico de drogas
sea el mayor problema del país, a pesar de que “las evidencias indican
que carteles de la droga mexicanos y colombianos operan en la Argentina y
que Argentina lidera el consumo de cocaína de Latinoamérica”.
En el mismo sentido, el cable
agrega: “Aníbal Fernández insiste en que Argentina es sólo un lugar de
tránsito y continúa negando la existencia de laboratorios de droga en la
Argentina”. Y se destaca que el funcionario es desde hace tiempo un
defensor de la descriminalización del consumo de drogas.
El informe también describe que
el jefe de Gabinete advirtió al entonces vicepresidente Daniel Scioli
que no debería tener la lucha contra el narcotráfico como lema principal
de su campaña por la gobernación bonaerense. Y argumentó que Scioli no
debería asumir los riesgos ya que los delitos relacionados con el
narcotráfico “nunca serían resueltos”. Y ese punto del cable cierra con
un interrogante: “¿Vínculos con el narcotráfico?”.
Los informes también señalan que
el lavado de dinero en la Argnetina, básicamente lava fondos
provenientes de la política. Y en esa línea se menciona como uno d elos
informantes al fiscal Raúl Plee.
El documento lo describe como un
peronista de larga data y un aliado cercano al ex presidente Néstor
Kirchner, además de calificarlo como el principal defensor de las
políticas públicas del Gobierno.
Curiosamente, el cable habla de
Fernández como el funcionario más accesible del gobierno de Cristina.
Incluso afirma que fue el propio jefe de Gabinete quien se definió
alguna vez como el más “pro americano” de los miembros del Ejecutivo.
Pero esa postura, destacan, no lo detuvo a la hora de criticar a los
Estados Unidos para proteger a los Kirchner, “tal como ocurrió durante
el período 2007-2008 con el escándalo de la valija” de Antonini Wilson.
c) Carrió acusó de narco a Aníbal Fernández[3]
El viejo enfrentamiento entre
Elisa Carrió y el senador kirchnerista Aníbal Fernández sumó un nuevo
capítulo luego de que la candidata a diputada por Unen lo acusara de
“narcotraficante” y el legislador presentara un escrito ante la Justicia
en el que sugiere que se le practique una “pericia psicológica” a la
dirigente.
Al participar del debate de
candidatos a diputado por la Capital Federal, Carrió acusó al ex jefe de
Gabinete de ser “el líder del narcotráfico” y de estar vinculado al
triple crimen de General Rodríguez, en el que fueron asesinados los
empresarios Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina por una causa
vinculada a la fabricación de efedrina.
La respuesta de Fernández no
tardó en llegar: sostuvo que la va a tener “que embocar en algún
momento” luego de varios planteos sin éxito en la Justicia y agregó que
cuando deje de ampararse en sus fueros la irá a “buscar hasta debajo de
la cama”. “Carrió siempre se defiende diciendo que tiene fueros,
entonces va y dice cualquier cosa sobre lo que tiene ganas. Sus
denuncias las llevé a la Justicia, ya presenté mi informe por escrito.
Cuando termine la investigación y las denuncias queden en nada, la voy a
buscar hasta debajo de la cama”, precisó Fernández en una escalada de
la polémica.
El senador nacional por Buenos
Aires afirmó incluso que va a “hacer lo imposible para que esta señora,
que no tiene los patitos en su fila, deje de amparase en sus fueros”.
3. Opinión de Tribuna de Periodistas[4]
a) Un historial de drogas y crimen organizado
Aníbal Fernández es un hombre con
suerte, siempre lo ha sido. Desde su sinuoso paso por la intendencia de
Quilmes en los años 90 −en los días en los que era un soldado
menemista− hasta su llegada al poder K, el hoy Senador nacional supo
cómo esquivar los escándalos más relevantes que lo han tenido como
personaje central.
Ya en octubre del año 94 quedó en
el foco de la tormenta por encontrarse en el lugar equivocado, en el
momento equivocado: fue en el marco de un procedimiento policial en el
emblemático Estadio Chico de Quilmes donde se encontró medio kilo de
cocaína de mediana pureza, una balanza de precisión y elementos para el
fraccionamiento.
La mercadería estaba ordenada en
pequeñas bolsas plásticas y tenían una etiqueta que indicaba el
destinatario: bares y colegios secundarios de la zona.
La droga y la balanza fueron
encontradas entre miles de boletas de la reforma constitucional de la
provincia por el Sí, sobrantes de la consulta popular que se había
realizado el 2 de octubre de ese año. Estadio Chico llevaba tres años
como local de la Liga Federal que comandaba el mismísimo Fernández.
Diez años después, en 2004, un
nuevo escándalo rozaría al entonces Ministro del Interior. Fue el 16 de
septiembre de ese mismo año, cuando se descubrieron sesenta kilos de
cocaína escondidos en cuatro valijas de la empresa Southern Winds que
partieron del aeropuerto de Ezeiza hacia España.
Desde un primer momento, el
kirchnerismo mostró gran temor por las repercusiones que podría generar
el incidente. Y allí aparece una prueba fundamental que ilustra esta
nota: el contacto que mantuvo un funcionario cercano a Aníbal Fernández
con las autoridades españolas a efectos de interiorizarse sobre el
recién iniciado expediente.
Insólitamente, el hecho ocurrió
el mismo día en que el Departamento de Aduanas español abrió las
polémicas valijas, cuando una persona llamada José Juan Díaz Fraga, que
se identificó como comisario de la Policía Federal Argentina, llamó
desde Buenos Aires para interiorizarse sobre los estupefacientes
incautados.
Esa comunicación telefónica llamó
la atención de las autoridades aduaneras españolas, porque muy pocas
personas sabían del secuestro de la droga.
Un dato más que interesante:
según consta en la causa judicial, Díaz Fraga dijo trabajar como
agregado del Ministerio del Interior en la embajada española en Buenos
Aires: como se dijo, una cartera a cargo de Fernández.
Para reforzar las sospechas sobre
el actual jefe de Gabinete, es dable señalar que este sólo se animó a
denunciar el envío de las valijas −hecho del cual tenía conocimiento no
bien sucedió− después que el escándalo trascendió a los medios de
información.
Pero hay un dato aún más
elocuente: Andrés Machado, ex chofer de Néstor Kirchner, viajó a España
en los días en los que se traficaban drogas a España con mandato de
Christian Maggio. En esos días era empleado de seguridad de SW, al
tiempo que manejaba el auto del ex Presidente de la Nación.
A partir de ese momento, la
Justicia sufrió presiones de todo tipo y el expediente se cerró sobre
media docena de “perejiles” que poco y nada tuvieron que ver con lo
ocurrido.
b) El triplete del triple crimen
En agosto de 2008 llegaría el
tercer hecho que comprometería a Fernández en el tráfico de
estupefacientes: el triple crimen de General Rodríguez, donde fueron
asesinados Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón.
Ese hecho dejó al desnudo por
primera vez cómo el narcotráfico se mezclaba con la política a través de
puntuales aportes de campaña al Frente para la Victoria. En sentido
similar, quedó a la vista la vinculación de funcionarios oficiales con
traficantes mexicanos y sicarios argentinos.
A lo largo de la sustanciación
del juicio oral que indagó en el triple homicidio, esa realidad quedó a
la vista y mostró nuevamente la mano del hoy Senador Fernández en el
negocio del contrabando de efedrina.
El funcionario no solo quedó
expuesto a través de puntuales testimonios judiciales, sino también por
sus vínculos con los acusados de asesinar a los tres jóvenes
empresarios. Uno de ellos, Martín Lanatta, supo ser la mano derecha de
Fernández durante los últimos 12 años, incluso cuando este supo ser
funcionario del duhaldismo.
Esos datos impulsaron a que la
Justicia Federal se interesara en continuar investigando el expediente
del triple crimen, solo que esta vez poniendo el foco en la pata
política del mismo.
Las sospechas sobre el ex jefe de
Gabinete son demasiado elocuentes y fueron refrendadas en las últimas
horas por dos ex socias políticas: Graciela Ocaña y Elisa Carrió. Ambas
sostienen que el personaje “Morsa” que aparece en la voluminosa causa
judicial que culminó en diciembre pasado y que ofrecía protección
judicial a los narcos, es el mismísimo Fernández.
En las próximas semanas, dará
inicio el nuevo mamotreto jurídico. Allí se terminarán de desnudar los
puntos sueltos que comenzaron a exponerse luego del juicio por el triple
crimen.
Ello incita a una inevitable
pregunta: ¿Seguirá el kirchnerismo protegiendo a Fernández o le soltará
la mano, como auguran altos funcionarios del Gobierno?
Ya mismo pueden hacer sus apuestas.
NOTICIAS RELACIONADAS
Quién es el fiscal que acusó a Fernández, http://www.lapoliticaonline.com.
Según Aníbal, las acusaciones de la Embajada “son una estupidez”, http://www.lapoliticaonline.com.
EEUU cuestionó la voluntad del Gobierno para combatir el lavado
4. Declaraciones de Elisa Carrió y querella de Aníbal Fernández[5]
a) Aníbal denunciará ante la Justicia a “Lilita”
Tras conocerse este viernes 07/03
las declaraciones de la legisladora nacional por UNEN, Elisa Carrió,
donde responsabilizó al kirchnerismo pero sobre todo al senador Aníbal
Fernández por el avance del narcotráfico, posteriormente se conoció que
el senador nacional oficialista querellará a la dirigente opositora por
sus acusaciones hacia el Gobierno.
Entre cruces y citaciones no es la primera vez que ocurre una situación de estas características.
Este viernes 7/3 se conoció, tras
los dichos de la diputada nacional Elisa Carrió que el senador nacional
Aníbal Fernández querellará a la dirigente de UNEN por sus acusaciones
hacia el Gobierno.
Ocurre que Carrió se refirió a la
problemática que vive el país con respecto al avance del narcotráfico,
en la jornada también, y en su habitual ronda con los periodistas, el
Jefe de Gabinete minimizó las denuncias al respecto.
Al respecto Carrió dijo: “Para
ellos, nada es narco, porque el Gobierno es narco”, y acusó al
kirchnerismo por el crecimiento del narcotráfico en el país.
También le respondió al jefe de
Gabinete, Jorge Capitanich y expresó “Sabe que el narcotráfico tomó toda
la frontera” y sugirió que el presidente de la Corte Suprema de
Justicia, Ricardo Lorenzetti, “también lo sabe”. Y fue por más: “El eje
fue dejar entrar a los narcos y el responsable número uno de esto es
Aníbal Fernández”.
Frente a las declaraciones de
Carrió, el senador nacional solicitó que la legisladora se presente a la
Justicia por sus dichos y aclare o presente pruebas por las
acusaciones.
b) Lilita y Aníbal una historia de choques y denuncias
No es la primera vez que ocurre
una situación de estas características. En el año 2008, cuando Fernández
era ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, presentó una
querella contra Carrió por considerar “agraviantes” las declaraciones
vertidas en un programa televisivo mediante las cuales la jefa de la
Coalición Cívica lo había vinculado con el narcotráfico.
En 2011, cuando Fernández era
jefe de Gabinete del gobierno de Cristina Fernández, presentó una
denuncia penal contra la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y
el diputado de ese espacio Juan Carlos Morán para que aporten pruebas
sobre las “barbaridades” que habían dicho contra el Gobierno respecto de
corrupción y otros supuestos delitos.
1]
Fuente de información: La Razón, 1/12/10, “Wikileaks: Aníbal
F., sospechado de corrupción, espionaje y narcotráfico”, http://www.larazon.com.ar.
[2]
Fuente de información: La Política online, 1/12/10, “Ahora
los cables vinculan a Aníbal Fernández con el narcotráfico y el
espionaje”, http://www.lapoliticaonline.com.
[3] Fuente de información: La Capital, 11/10/13, “Carrió acusó de narco a Aníbal Fernández”, http://www.lacapital.com.ar.
[4]
Fuente de información: Tribuna de Periodistas (Christian
Sanz), “Aníbal Fernández: un historial de drogas y crimen organizado”, http://periodicotribuna.com.ar.
[5]
Fuente de información: Urgente 24, 7/3/14, “Una historia de
cruces y acusaciones: Aníbal denunciará ante la Justicia a ‘Lilita’ “, http://www.urgente24.com.