El socialismo según San Juan Pablo II
(Nacionalismo Católico NGNP)
1. Crítica del socialismo
En este numeral resumiré lo que el Papa Juan Pablo II, en la encíclica Centesimus annus, nn. 12-15, enseña sobre la crítica del socialismo hecha por el Papa León XIII en la encíclica Rerum novarum.
León
XIII previó de un modo sorprendentemente justo las consecuencias
negativas del ordenamiento social propuesto por el socialismo. La estatización de los medios de producción reduciría al ciudadano a una pieza en el engranaje de la máquina estatal. El remedio vendría a ser peor que el mal, perjudicando a quienes se proponía ayudar.
El
error fundamental del socialismo es de carácter antropológico.
Considerando al hombre como un simple elemento del organismo social,
subordinado a éste, se lo reduce a un mero conjunto de relaciones
sociales, desapareciendo el concepto de persona como sujeto autónomo de
decisión moral. La
socialidad del hombre no se agota en el Estado, sino que se realiza en
diversos grupos intermedios, comenzando por la familia.
La causa principal del error antropológico del socialismo es el ateísmo: la
negación de Dios priva a la persona de su fundamento. Esta forma de
ateísmo tiene estrecha relación con el racionalismo iluminista, que
concibe la realidad humana y social de manera mecanicista.
De la raíz atea del socialismo brota la elección de la lucha de clases como medio de acción. Se
debe reconocer el papel positivo del conflicto cuando se configura como
lucha por la justicia social. Lo condenable en la doctrina de la lucha
de clases es su carácter de guerra total, de conflicto no limitado por
consideraciones éticas ni jurídicas. La lucha de clases en sentido
marxista y el militarismo tienen las mismas raíces: el desprecio de la
persona humana, que hace prevalecer la fuerza sobre la razón y el
derecho.
(Fin de la primera parte)