Vecinos de Madrid denuncian que Goldman Sachs hace negocio a costa de sus viviendas
“Un fondo de inversión buitre no
viene a hacer obra social, sino a ganar dinero y hacer negocio”. Así
resume Mariano, la situación en la que se encuentra tras conocer el
pasado mes de octubre que el Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA)
había vendido su piso, donde estaba de alquiler, junto a otros 2.938 a
Goldman Sachs, el fondo de inversión que gestionará estas viviendas a
través de dos empresas, Azora y Encasa Cibeles.
Mariano es uno de los afectados, pero
hay muchos más por barrios de Madrid como el de La Ventilla o Vallecas.
Se trata de familias que vivían en pisos de protección oficial, muchos
con derecho a compra y subvencionados, que ven cómo ahora el IVIMA deja
en manos de un fondo de inversión.
Los afectados, además denuncian que
Goldman Sachs ha hecho negocio con esta adquisición. “Compró, en una
subasta, un lote de cerca de 3.000 viviendas por un valor de 201
millones de euros, cuando el precio de mercado era de más de 300
millones”, aseguran. La media de cada piso le salió a un precio cercano a
los 67.000 euros y ahí está el negocio.
Por ejemplo, por una vivienda de 50
metros cuadrados en La Ventilla se pagaban unos 550 euros al mes. El
derecho a compra estaba establecido en 70.000 euros al que había que
aplicar el coeficiente de actualización del 1,5%, en total cerca de
90.000 euros. Pues bien, ahora la nueva empresa aplicará un coeficiente
del 2% lo que hará que el precio se dispare, en algunos casos, hasta los
cerca de 140.000 euros, más impuestos. Más del doble del dinero que
Goldman Sachs pagó por cada vivienda de media.
Si los arrendados no hacen frente a la
opción de compra, tendrá que entregar las llaves, independientemente de
todo el dinero que haya pagado ya (la mitad del alquiler aproximadamente
se dedicaba a esa opción de compra). En 2014 unos 400 inquilinos se
verán en esa situación, otros tendrán más tiempo.
Los afectados también denuncian que “en
Vallecas ya hay gente que, por su situación económica pagan un alquiler
muy bajo, de 100 ó 150 euros, y a los que se les ha comunicado que el
piso vale tanto y que si no pagan esa cantidad, tienen que irse ya”.
Ante esta situación muchos de los
afectados se han reunido en una manifestación esta misma mañana para
exigir que se cumplan cuatro puntos muy concretos: “que se paralice el
proceso de subasta y venta; que se respeten las condiciones iniciales de
los contratos; que se impida la especulación y que se garanticen las
subvenciones al alquiler a aquellos que lo necesiten por sus condiciones
de renta o circunstancias personales”.