OSKO HARTO – VA SIN FRENO POR BERGOGLIO
Uno se cansa…
A DEGÜELLO
La
verdad es que ya estamos hartos de que este atrevido impostor cada dos o
tres días nos dedique alguna de sus “genialidades” a los tradicionales,
en definitiva, “los verdaderos amigos del pueblo cristiano”, al decir
de San Pío X.
Por
eso es que vamos a dedicarle algunos comentarios a un nuevo y grosero
ataque de Bergoglio, que parece que mata el aburrimiento en sus ratos
libres eligiendo, de aquí y de allá, textos descontextualizados de las
Sagradas Escrituras con el fin inequívoco de utilizarlos para atacar a
aquellos que, evidentemente, merecen (dentro de su pervertida cabezota
modernista) sus diatribas.
Estos
ataques, como siempre, son expresados con su estilo intragable y su
cadenciosa voz que ya no sabemos si es desagradable por sí misma o
porque nos resulta tan vomitivo Bergoglio que todo en el nos parece
deforme.
Este
escrito es panfletario y de combate. No encontrarán los lectores de
este artículo lenguaje, estilo ni argumentación académica. Hacemos la
advertencia por las dudas, aunque a los que ya nos conocen les sea
innecesaria.
Insertaremos comentarios entre medio; como podamos y soportemos…
Vamos con el texto de “Su Vacuidad”…
La libertad que viene de la predicación hace crecer a la Iglesia, el Papa el viernes en Santa Marta.
Los
cristianos alérgicos a los predicadores siempre tienen algo que
criticar, pero en realidad tienen miedo de abrir la puerta al Espíritu
Santo y se vuelven tristes: lo afirmó el Papa Francisco este viernes en
la Misa presidida en la Casa de Santa Marta.
FALSO.
Los cristianos tenemos “alergia”, sí, pero de los FALSOS predicadores,
como vos, Bergoglio. También tenemos “alergia” de los FALSOS PROFETAS,
categoría en la que vos encajas de modo admirablemente perfecto. Vos, un
falso profeta que adrede no distingue y mezcla todo, pretende que a
todo predicador, por estúpido y heterodoxo que sea, hay que recibirlo
con tal de que sea alegre. Y si no lo hacemos…, nosotros somos los
tristes.
En
el Evangelio del día, Jesús compara la generación de su tiempo con
aquellos muchachos siempre descontentos “que no saben jugar con
felicidad, que rechazan siempre la invitación de los otros: si hay
música, no bailan; si se canta un canto de lamento, no lloran … ninguna
cosa les está bien”. El Santo Padre explicó que aquella gente “no estaba
abierta a la Palabra de Dios”. Su rechazo “no es al mensaje, es al
mensajero”. Rechazan a Juan el Bautista, que “no come y no bebe” pero
dicen que “¡es un endemoniado!”. Rechazan a Jesús, porque dicen que “es
un glotón, un borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Siempre tienen
un motivo para criticar al predicador:
JUGAR
CON FELICIDAD. FALSO DE NUEVO. ¿De qué felicidad habla este infeliz?
Pobre, como siempre su léxico y su estilo, pero demagógico (también como
siempre), con sus “exquisitos” ejemplos. Bergoglio degrada la Palabra
de Dios por el solo hecho de utilizarla. Pero, además, los ejemplos
también son FALSOS en su aplicación. No es necesario explicar por qué, o
tal vez sí…, ¿debemos entender acaso que no tenemos que estar
descontentos con sus “mensajeros”? Los “mensajeros” de la Iglesia
Conciliar, “cardenales” y “obispos” que, como muy bien dice Fray
Gerundio en Tradición Digital:
“Cuando
el Señor hablaba de los que se quejaban de unos y de otros, estaba
hablando justamente de los fariseos que se habían cerrado a la recepción
del Mesías y de su Precursor. Tanto es así, que criticaban a uno y a
otro. No les parecía bien salir de sus tradiciones (que según el Señor
eran preceptos humanos), a las que se aferraban para no dejar paso a la
Nueva Alianza, en la que jamás han creído los judíos (incluídos los
amiguetes rabinos del Papa). Pero en nuestro caso, los cristianos
tristes de los que tanto se ocupa el Santo Padre, no han rechazado al
Mesías (como el rabino Skorka o el rabino Bergmann), sino que se aferran
a esa Iglesia que durante 20 siglos ha explicado el Mensaje de
Jesucristo en verdades inmutables, que expresan la fe católica. No son
preceptos humanos. Nada de eso. Si el Señor quiso que su Iglesia fuera
la Roca en la que se sostuviera todo, no veo la razón para demoler en
cuatro días el legado de la misma, rompiendo con una tradición de siglos
y todavía más, derrumbando las verdades que hasta ahora eran
objetivamente verdad, sin dejarlas a la interpretación de las culturas
contemporáneas, o al albur de las religiones fraternales de la Tierra.
Somos
precisamente los cristianos tristes que el Papa señala con el dedo, los
que hemos tenido que tragarnos con desesperanza humana y con mucha
esperanza sobrenatural, las herejías vomitadas por cardenales que ya no
creen en la Sagrada Escritura, que ya no creen en la Divinidad de Jesús,
que ya no creen en la Virginidad de María, que ya no creen en la
Resurrección del Señor, que ya no creen en la multiplicación de los
panes y de los peces –porque ya no creen en los milagros–, y que ya no
creen en el Sacrificio de la Misa. En los que no creen en el Primado de
Pedro (y ya están hace años en conversaciones para poder “entenderlo
mejor”). En los que no creen en la indisolubilidad del matrimonio
cristiano y nos lo han trastocado con vergonzantes y habilidosos trucos,
y en los que no creen en ninguna norma moral que pueda molestar o
inquietar a nuestro mundo moderno.”
Hacemos
constar que Fray Gerundio llama “Papa” y “Santo Padre” (todavía y sólo
por ahora) a este engendro del infierno que se hace llamar “Padre
Jorge”. Su artículo, no obstante la señalada diferente posición del
autor respecto de la nuestra, es muy recomendable y demuestra que no
estamos exagerando en estos comentarios nuestros.
“Y
ellos, la gente de aquel tiempo, preferían refugiarse en una religión
más elaborada: en los preceptos morales, como aquel grupo de fariseos;
en el compromiso político, como los saduceos; en la revolución social,
como los zelotas; en la espiritualidad gnóstica, como los esenios. Con
su sistema bien limpio, bien hecho. Pero al predicador, no. También
Jesús les hace recordar: ‘Sus padres han hecho lo mismo con los
profetas’. El pueblo de Dios tiene una cierta alergia por los
predicadores de la Palabra: a los profetas, los ha perseguido, los ha
asesinado”.
FALSO
NUEVAMENTE. Hablamos de la aplicación que pretende Bergoglio. El texto
se torna pretexto para el ataque a la Tradición. Los CATÓLICOS
TRADICIONALES no pretendemos una “religión elaborada” y fundamentada en
los preceptos morales, en compromisos políticos ni en la revolución
social… Es muy gracioso que quien todo esto dice, afirma no molestarle
si lo llaman “marxista”, tiene un claro compromiso mundialista, y bien
político, y ha roto con los preceptos morales que le impone el Cargo
Petrino que usurpa. No olvidar que tiene amigos marxistas, según él
mismo reconoce. Es un revolucionario, que habla como un revolucionario,
actúa como un revolucionario y corrompe como todo revolucionario. Y
baste recordar su “estupendo” parágrafo 222 de la Exhortación Evangelii Gaudium como ejemplo de lo que es la hueca verborragia gnóstica.
Estas
personas –prosiguió el Obispo de Roma– dicen aceptar la verdad de la
revelación, “pero al predicador, la predicación, no. Prefieren una vida
enjaulada en sus preceptos, en sus compromisos, en sus planes
revolucionarios o en su espiritualidad” desencarnada. Son aquellos
cristianos siempre descontentos de lo que dicen los predicadores:
“Estos
cristianos que son cerrados, que están enjaulados, estos cristianos
tristes … no son libres. ¿Por qué? Porque tienen miedo de la libertad
del Espíritu Santo, que viene a través de la predicación. Y este es el
escándalo de la predicación, del que hablaba San Pablo: el escándalo de
la predicación que termina en el escándalo de la Cruz. Escandaliza el
hecho que Dios nos hable a través de hombres con límites, hombres
pecadores: ¡escandaliza! Y escandaliza más que Dios nos hable y nos
salve a través de un hombre que dice que es el Hijo de Dios y que
termina como un criminal. Eso, escandaliza”.
FALSO
DE NUEVO. El impostor Bergoglio sabe que lo que rechazamos es nada
menos que a los FALSOS PREDICADORES y FALSOS PROFETAS que, como él,
enseñan novedades o nuevas doctrinas.
Y si los rechazamos es porque procuramos guardar incontaminado el Depósito de la Fe.
Es
particularmente gracioso eso de “enjaulados” “cristianos tristes… no
son libres”. ¿De qué libertad habla este FALSO PROFETA? ¿De cuál
escándalo? Desde que usurpa la Sede de Pedro, Bergoglio ha escandalizado
a millones, precisamente con este FALSO CONCEPTO DE LIBERTAD. Predica
la falsísima libertad según el mundo; promueve una falsa amistad según
la entiende el mundo. Él baila… a él le gusta el LÍO, a él le gustan los
cristianos REVOLUCIONARIOS.
Una
cosa son los hombres con límites y pecadores, como lo fue Saulo cuando
perseguía a la Iglesia Primitiva, y otra muy distinta son los límites
que vos Bergoglio, triste payaso mundialista y herético, rompés cuando
decís “no poder juzgar a una persona gay”, cuando copiás la terminología revolucionaria. Cuando desvirtuás con ambigüedades la Doctrina Católica.
Dios no te habla Bergoglio. La voz que escuchas no es la de Dios; es la de otro.
“Estos
cristianos tristes – afirmó Francisco – no creen en el Espíritu Santo,
no creen en aquella libertad que viene de la predicación, que te
advierte, te enseña, te abofetea, también; pero que es precisamente la
libertad que hace crecer a la Iglesia”:
“Viendo
a esos muchachos que tienen miedo de bailar, de llorar, miedo de todo,
que en todo piden seguridad, pienso en esos cristianos tristes que
siempre critican a los predicadores de la Verdad, porque tienen miedo de
abrir la puerta al Espíritu Santo. Recemos por ellos, y recemos también
por nosotros, para que no nos convirtamos en cristianos tristes,
quitando al Espíritu Santo la libertad de venir a nosotros a través del
escándalo de la predicación”.
FALSO
NUEVAMENTE, y por donde se lo mire. Resulta que este payaso, zanguango
mal hablado, ¿pretende JUZGAR qué creemos y en qué NO CREEMOS?… El tipo
que NO ES QUIEN para juzgar a los sodomitas, ¿sí lo es para juzgar a los
Católicos Tradicionales? Haría mejor en revisar las estupideces en las
que él cree o dice creer.
Los
católicos NO TENEMOS MIEDO DE BAILAR. Simplemente no queremos bailar en
tu fiesta, con tu música y menos en coreografías propias de MARICAS,
dirigidas por SODOMITAS, tal y como vos, triste e inmundo payaso
Bergoglio, hiciste bailar a tu GROTESCA CORTE DE PSEUDO OBISPOS Y
CARDENALES en la LAMENTABLE JMJ de Río de Janeiro.
Nuestras
razones de no querer bailar en tu fiesta y con tu música, son simples
de comprender para cualquiera que no padezca de NEURONECROSIS
IRREVERSIBLE, consecuencia del CÁNCER ESPIRITUAL de tu IDEOLOGÍA
MODERNISTA.
IDEOLOGÍA
MODERNISTA, sí. Otra paradójica cuestión del usurpador que camina como
un maltrecho pato atropellado, es esa de endilgarnos la estupidez de
“ideologizar la religión”… Si no fuese tan trágico para millones de
almas, sería para estallar en interminables carcajadas. El impostor que
pretende acusarnos de “ideologizar la religión” pertenece a la Secta que
profesa la herejía más fuertemente influenciada por ideologías
destructivas que jamás haya existido.
En
cuanto a llorar…, los corruptores como vos, Bergoglio, nos han servido
para aprender a llorar por la Iglesia de Cristo. No tenemos miedo de
llorar. Hemos aprendido muy bien. Pero también lloramos nuestros
pecados; intentamos poner en práctica todas aquellas antiguas prácticas
de piedad que a vos tan ridículas te parecen; EVITAMOS TU FIESTA y TODAS
LAS FIESTAS de este mundo decadente con el que vos, pedazo de “hijuna gran siete” traidor, estás tan complacido.
Tus
predicadores, a los cuales no sólo criticamos sino que CONDENAMOS con
todo derecho y en defensa de la VERDADERA FE, son embaucadores de masas;
corruptores, que predican FALSAS DOCTRINAS. Sensibleros amariconados,
cargados de sensualoides sentimentalismos y “experiencias religiosas”
que se ubican en las antípodas de la VERDADERA RELIGIÓN.
En cuanto al ESPÍRITU SANTO… En este punto BERGOGLIO, no sólo es FALSO, es además BLASFEMO.
Bergoglio
es BLASFEMO, puesto que pretende que el ESPÍRITU SANTO es quien inspira
las aberraciones de la más baja categoría imaginable que el sugiere,
predica y avala.
No
queremos tus inmundas oraciones, Bergoglio. Ni las tuyas ni las de tus
seguidores. Nada queremos de tu SECTA. Nada esperamos, sino dolor.
Finalmente,
no te preocupes, que un degenerado como vos, un amparador de
homosexuales en tu pseudo curia vaticana, un amañando seductor de masas,
un revolucionario, masón y mundialista, en definitiva un PRECURSOR DEL
ANTICRISTO como sos vos, no va a volverse un “triste pelagiano de sacristía” como somos nosotros.
Dios
lo puede todo, hasta eso podría hacer con sólo quererlo…; podría hacer
de vos, Bergoglio, un converso y un buen cristiano; pero la cuestión es
que pensamos que lo que ocurre es que NO QUIERE, como tampoco quiso ir
un poco más allá para que PILATOS VIESE LA VERDAD, O QUE JUDAS SE
ARREPINTIESE.
Y
temo (por tu alma, que es de Dios) que precisamente se trate de eso, en
tu caso, como en el de tantos otros. Han pecado CONTRA EL ESPÍRITU
SANTO, y eso… es lo único que dijo Dios que no perdona.
Bergoglio,
habrás visto, por el tenor de este escrito, que estamos un poco
“pasados de vueltas”. Por ese motivo nos encantaría, en verdad, que
fueses algo más que un esperpento y un anciano. Nos gustaría que
tuvieses el vigor y la juventud, la arrogancia y el garbo que, sumado a
tu condición y heterodoxia, te convirtiese en el enemigo que estamos
esperando.
No
es por nada; sabemos que hoy nos toca ser vencidos, sabemos que el
triunfo viene después de la Cruz y que, por lo tanto, si Dios permitiese
que llegásemos enfrentarte cara a cara, la victoria, efímera y
aparente, sería tuya.
Pero
antes de morir, tal vez Dios nos conceda, al menos, la gracia de poder
escupirte en la cara todas estas cosas con un solo grito: ¡VIVA CRISTO REY!.., antes de que des la orden al verdugo para que, por fin, perdamos la cabeza… y ganemos el Cielo.